COMER PARA VIVIR O VIVIR PARA COMER ¿ES UN VEGETAL O LA CURA?

COMER PARA VIVIR O VIVIR PARA COMER ¿ES UN VEGETAL O LA CURA?

Tello Charca, Geraldine Fernanda

Es bastante complicado renunciar a lo que apreciamos, pues las costumbres son como amplias autopistas por las que se circula con gran comodidad. En cambio, los nuevos conceptos necesitan tiempo hasta obtener suficientes seguidores y crecer por sí mismos.

¿Podemos optar tan rápidamente por una alternativa alimentaria? ¿Se trata de una mera opción ideológica y carente de fundamento científico?, ¿Es solo por salud que alguien decide consumir menos productos animales?

El veganismo es un estilo de vida que rechaza todos los alimentos de origen animal, además de explotación y crueldad hacia los mismos, y promueve alternativas para la mayoría de los alimentos de origen animal.

Actualmente, el veganismo se considera carente de fundamento científico, justificándose sólo como sentido moral hacia el cuidado de los animales, pero la verdad es que hay varios argumentos que lo sustentan como benéfico para la salud y el medio ambiente.

Asimismo, una persona vegana es menos propensa a contraer enfermedades cardiovasculares, que una persona con alimentación de origen animal, ya que estas se han convertido en una de las causas de muerte más frecuentes, además de estar directamente relacionados con la cantidad de productos animales que aparecen en su alimentación.

Según un estudio realizado por el doctor Caldwell B. Esselstyn, iniciado en 1985, utilizó una dieta vegana en pacientes con severos problemas cardiacos y obtuvo resultados espectaculares, su colesterol disminuyó notablemente. Pero lo más decisivo fue durante el proceso ya que uno de sus pacientes había abandonado esta dieta y volvio a presentar afecciones, una vez retornó a la dieta fue disminuyendo sus síntomas.

Aunque posiblemente la motivación de sus pacientes, se explicaría mejor por el miedo que por la esperanza ya que antes de realizar el estudio tenían problemas severos, hasta el punto de ser sometidos a operaciones quirúrgicas.

Sin embargo, es claro que una persona vegana contamina en menor grado al medio ambiente ya que según un estudio realizado por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), demostró que los animales de granja consumen mucha agua, del mismo modo que la cantidad para producir sus provisiones, causando la degradación de la tierra, de manera que una décima cantidad de agua podría usarse para producir la misma cantidad de un cultivo de cereales, frutas o verduras.

Estudios también advierten que los productos cárnicos, los lácteos y sus derivados podrían producir cáncer e infartos, ya que su alto consumo estimularía cierta hormona (IFG-1), en consecuencia, elevar la velocidad de escisión de células e impedir la eliminación de células viejas, favoreciendo la aparición del cáncer.

Concluir así que las enfermedades no sólo se pueden detener a edades avanzadas, sino que pueden llegar a remitirse en la mayoría de los casos si se practica una evolución vegana. Además de eso tener en cuenta que cualquier alternativa alimentaria no se introduce de forma violenta sino de forma gradual, adaptando al cuerpo a los cambios y previniendo así las enfermedades, no sólo cardiovasculares sino otras como la diabetes o hasta el cáncer. Tener también conciencia moral de no lastimar a un animal, ya que un animal al pasar por el matadero experimenta emociones como la angustia o el pánico, mismos que se quedan de cierta forma en la piel del animal y podría tener efectos negativos al consumirla.

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