Comer Es Malo

COMER ES MALO

La mayoría de nosotros come lo que le ponen delante, pues desde pequeños nos enseñaron a comer todo; “es de mala educación dejar la comida servida” decía mi madre cuando me llevaba de paseo donde algún vecino o familiar. Cuando las porciones que nos ordenaban terminar eran pequeñas, no había problema; sin embargo, según el Fondo Mundial para la Investigación del Cáncer (WCRF, por sus siglas en inglés), en algunos lugares las hamburguesas ahora son dos veces más grandes que en 1982; las porciones de pasta, casi cinco veces más abundantes, y las galletitas con chispas de chocolate, siete veces más grandes. En otras palabras, el tamaño de nuestras porciones “normales” ha crecido.

Por esta razón nos acostumbramos desde pequeños a comer en demasía sin importar lo que consumimos o cuantas calorías tiene cada alimento, nos alegramos si en el restaurante o el sitio de comidas rápidas nos dan algo adicional por un poco más de dinero, sin pensar que esto nos puede llevar a grandes problemas, no solo físicos sino también emocionales.

A continuación vamos a describir algunos de estos problemas más relevantes a los que la comida nos puede llevar:

Baja autoestima: cuando no controlamos nuestro apetito vamos bajando la autoestima, probablemente, porque somos objeto de bromas sobre su peso y sufren segregación (son los últimos en ser elegidos como compañeros de juego, por ejemplo), de modo que la imagen y concepto que tienen de ellos mismos se ve afectada paulatinamente, tanto que puede afectar nuestra vida personal y profesional; Nos volvemos inseguros al querer conquista una pareja, de entrada ya pensamos que nos va a rechazar por nuestra figura. Lo mismo nos sucede en la parte laboral, a veces ni siquiera enviamos la hoja de vida.

La ansiedad de comer: lamentablemente suelen ser alimentos hipercalóricos, con un exceso de azúcar o de sal o de grasas saturadas, alimentos que crean adicción, de los que tu cerebro siempre te pide más aunque tu estómago ya esté lleno. Cuando este comportamiento se repite varias veces se convierte en un hábito porque tu cerebro ha comprendido que al comer puede escapar de una realidad que no le apetece enfrentar, aunque solo sea durante algunos minutos. Por esta razón cuando más comes más ganas te dan de comer.

La Hiperfagia: término que proviene del griego hiper- (abundancia, exceso) y fagia (comer), es una situación caracterizada por un aumento excesivo de la sensación de apetito e ingestas descontroladas de alimentos, sin razón aparente.

El deseo en las personas que lo padecen es persistente y fluctuante (puede haber episodios) pudiendo llegar a ingerir grandes cantidades de comida a cualquier hora e incluso después de haber comido adecuadamente.

La Obesidad: se definen como una acumulación anormal o excesiva

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