Cesar Lombroso
millie212424 de Octubre de 2012
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INTRODUCCION
A traves de este trabajo investigativo hablaremos la vida y obra de Cesare Lombroso, a lo que el dedico toda su vida tarea que empezo desde muy joven y para lo cual es importante conocer para toda persona que escoja la criminología como profesión ya que los estudios realizados por Lombroso fueron los que inspiraron la criminología actual. Ademas a sido realizado con la finalidad de conocer algunos de los aspectos de las teorías cuya base fundamental radica en la antropología criminal. Para lo que coleccionó una gran cantidad de cráneos y estudió la morfología de por lo memos 25,000 criminales y anormales.
Este dedico sus estudiso a varios temas que le inquietaron, y su investigación fue volcada en su libro “El Hombre Delincuente”, una obra que se explayaba sobre los rasgos característico de los criminales.
Lombroso consideraba que el hombre criminal no era más que el eslabón perdido en la evolución de la especie humana donde el simio se convierte en hombre, donde este ser no llego a evolucionar adecuadamente quedandose en una etapa intermedia entre el simio y el hombre. Es por eso que siempre sostuvo que el criminal tenia ciertas caracteristicas faciales los que hacen a traves de estos rasgos el pudiera ser reconocido entre los que se encuentran:
cara asimétrica con ojos y orejas situados a diferente altura
nariz torcida y boca irregular frente estrecha
orejas grandes y sobresalientes, o mas pequeñas de lo normal
cejas pobladas que a menudo se unen sobre la nariz
mandíbula poderosamente desarrollada, de forma simiesca
nariz respingada que muestra las fosas nasales
barba rala y desigual
cabello abundante, oscuro y con dirección de crecimiento regular
poca sensibilidad al dolor
rasgos sociales como hablar en argot
tatuarse
Según Lombroso, el criminal nace criminal y está predestinado a delinquir. Para éste es una especie humana distinta que no podrá eludir su destino de criminalidad. Veremos que algunas de estas teorías fueron rechazadas por completo por otros estudiosos de la materia, pero existen algunas que siguen teniendo una gran influencia en el estudio de la Criminología actual.
Es considerado el padre de la criminología por los aportes importantes en su teoría sobre el tratado antropológico experimental del hombre delincuente, en donde se enfoca en el aspecto anatómico o somático de quien delinque.
Y junto a sus alumnos y discípulos Enrico Ferri y Rafael Garófalo se le conocerá como uno de los tres evangelistas del nuevo derecho penal y fundadores de la escuela positivista.
Hoy en día a pesar de estar revaluada su tesis sobre el delincuente nato, existen aportes que continúan vigentes en la moderna criminología como el hecho de existir un gran número de delincuentes con una disposición al delito.
Hace un siglo, la obra teórica de lombroso alcanzó resonancia mundial, hasta el punto de transformar su nombre prácticamente en un concepto cargado de mayor significación que el recuerdo de muchas de las obras que, fundamentalmente en Francia e Italia, predispusieron la suya. (Carlos Alberto Elbert, p. 47)
Fue uno de los tantos investigadores italianos que plegaron al positivismo de origen francés, pero su obra resulta, hasta el presente, como una referencia infaltable en nuestro campo. Por muy obsoletos que sean sus trabajos, el lugar que ocupa Lombroso en la historia de esta disciplina es esencial. A él se debe, efectivamente, la gloria de haber inventado una nueva ciencia: la Antropología Criminal, cuyo objeto no es sólo la descripción física de los criminales, si no también el estudio de sus comportamientos. Hasta él, la Criminología sólo se había interesado por el crimen y por las circunstancias en las que se producía; con él, debía preocuparse del criminal mismo, de su personalidad, su psicología, así como de sus taras mentales. Era una revolución tanto más importante cuanto que no debía limitar sus resultados sólo a la ciencia criminológica, sino aportar modificaciones en el ejercicio de una justicia cuyas leyes iban a tener que distinguir entre el crimen y el criminal.
Ezequías Marco César Lombroso Levi nace en Verona en el año de 1835 y muere en 1909. Estudio medicina en la universidad de Pavia y luego en la de Viena. Fue un médico forense y alienista que produjo una obra profusa donde transitó temátocas de lo más diversas, no sólo dentro del campo de la medicina, sino también de la historia, demografía, política y otras actividades. Fue siempre un médico activo en instituciones públicas, como el ejército del Piamonte donde realiza investigaciones sobre el tatuaje de los soldados, las cárceles y los manicomios, donde aprovechó concienzudamente la posibilidad de conocer multitud de casos individuales. Realizó, en el mejor estilo darwiniano, una enorme cantidad de estudios y observaciones de pacientes, especialmente de carácter antropométrico, que ordenó y clasificó pacientemente. En su actividad médica, su inclinación hacia la psiquiatría fue central; así, su tesis doctoral de 1858 sobre el cetinismo.
En 1865 obtiene el Premio del Instituto Lombardo por su obra “La Acción de los Astros y los Meteoros sobre la Mente Humana”. En 1866, Italia interviene en la Guerra austro-prusiana, como aliada de Prusia y Lombroso vuelve a prestar servicios en el ejército. Poco después vuelve a prestar su ayuda en la ciudad de Treviso ante una epidemia de cólera que azota a Italia. En 1867 funda la Revista Trimestral Psiquiátrica, que fue la primera revista psiquiátrica de Italia. En 1868 es nombrado médico jefe de la Sección de Enfermedades Nerviosas, en Pavía.
En 1870 contrae matrimonio con Nina de Benedetti, con la que tiene cuatro hijos. En el mismo año se presenta a un concurso nacional para encontrar la cura a la pelagra que, por aquel entonces azotaba Italia, Lombroso no lo gana, a pesar de encontrar el origen de la enfermedad y en 1871 fue Director del Manicomoio de Pesaro, en 1876 fue nombrado Profesor de Medicina Legal en Turín. (Carlos Alberto Elbert, p. 49) Y en ese mismo año sucede un acontecimiento importante que produce un cambio
trascendente en la vida de Lombroso: estando observando el cráneo del bandolero Villella, observó una serie de anomalías que le hacen pensar que el criminal lo es por ciertas deformidades craneales, y por su similitud con ciertas especies animales.
Originalmente Lombroso no buscaba una teoría crimino−genética , sino un criterio diferencial entre el enfermo mental y el delincuente, pero al toparse con este descubrimiento , principia a elaborar lo que llamaría Antropología Criminal. En 1872 publica un libro que se llama Memoria sobre los Manicomios Criminales, dice que hay necesidad de que existan manicomios para criminales y la necesidad de que los locos no estén en las prisiones, si no que entren a instituciones especiales , pero también hay necesidad de que si los enfermos han cometido alguna conducta antisocial no se les mande con los demás sicóticos, porque son una amenaza , si no que existan Manicomios especiales para criminales. En este mismo año escribe un libro llamado El Genio y La Locura, en donde expone que en realidad todos los genios están locos , que el genio es un anormal , y expone como el Genio a La Locura y de la Locura al Genio, en realidad no hay mas que un paso.
El interés científico de Lombroso por las taras genéticas hereditarias o congénitas, que tan reiteradamente observara en locos y delincuentes alterados, fue llevándole gradualmente a la idea que debia existir una relación de carácter biológico entre la degeneración y los instintos perversos o destructivos. Por esa vía, se acentúa en su pensamiento la sospecha de que el delincuente tiene una tendencia malvada innata ligada a su estructura ligada a la estructura física y psíquica, que se manifiesta hasta su fisonomía. (Carlos Alberto Elbert, p. 49)
Estudia prisioneros desde el punto de vista evolutivo y antropológico, dando lugar a una clasificación de delincuentes que tiene en cuenta características físicas. Con su teoría de antropología delictiva, concluyó que había varias características físicas indicativas de un criminal nato entre las que se encontraban la desviación en tamaño y forma de la cabeza, la raza y región de procedencia del delincuente, asimetría de la cara y dimensiones excesivas de la mandíbula y pómulo, entre otras. (Gustavo Brunal, José Amar, Marco Cervantes, Fernando Crespo, p. 95) En especial, Lombroso fija su atención en caracteres somáticos y biológicos del delincuente, convencido de que atavismo y degeneracion se combinan, de modo tal, que en cada delincuente pueden detectarse un buen número de características degenerativas, como la relación peso-altura, la capacidad craneana o características como mirada extraviada, orejas grandes, asimetrías, labios leporinos, granos, etcétera. (Carlos Alberto Elbert, p. 49)
Sin embargo, resulta incomprensible que un observador serio y concienzudo como Lombroso actuara tan precipitadamente cuando creyó haber hallado una deformación cerebral congénita en el cráneo de un famoso delincuente, a quien practicó la autopsia. Ese "hallazgo" de una foseta occipital media r|ue no era ubicable en cráneos normales, le llevó al error esencial de generalizarla, atribuyéndole la razón de ser de la conducta delincuente. Evidentemente, a Lombroso, como a muchos otros positivistas que invadieron campos sociales, el método experimental le tendió la trampa de la verificación. En el afán
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