Ciencias Sociales

LA JUVENTUD Y EL MERCADO LABORAL: UNA RELACIÓN CRÍTICA

A pocos días de concluir el año internacional de la juventud, proclamado por las Naciones Unidas en su Resolución 64/134, perduran fenómenos como el desempleo o la falta de acceso a trabajo decente y bien remunerado para este grupo etario. Según el informe sobre “Tendencias Mundiales del empleo juvenil”, publicado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en agosto de 2010, a principios de ese mismo año 81 de los 620 millones de jóvenes económicamente activos entre 15 y 24 años a nivel mundial se encontraban desempleados, circunstancia que significa, entre otras cosas, la proliferación del subempleo y la informalidad; la persistencia de la exclusión y la marginalidad; la descomposición del tejido social como consecuencia de la improductividad y, además, una reducción significativa de las prospectivas de crecimiento económico y social.

El informe también proyectó un ligero incremento en las tasas de desempleo juvenil durante el resto de 2010, con una leve recuperación resultante de la reactivación económica, para el 2011. En el caso de América Latina y el Caribe, la OIT pronosticó una reducción de dicha tasa, que iba de 15.8% en 2010 a 15.2% en 2011. Sin embargo, dicho augurio se torna cuestionable puesto que en mercados laborales como el de México, más de la mitad de los desempleados de todo el país son jóvenes, según un estudio del Instituto de Investigaciones Sociales de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

En este sentido, dicho documento señala que los jóvenes con estudios superiores se ven cada vez más afectados por la baja oferta laboral, la cual disminuye aún más cuando se trata de encontrar trabajos vinculados a su profesión, demostrándose así que la educación ha dejado de ser un instrumento de movilidad social, al menos en el caso mexicano, donde además el 40 % de los jóvenes que laboran no cuentan con ningún tipo de prestación social.

Por otro lado en Colombia, según el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE), la tasa de desempleo juvenil para el primer trimestre de 2011, fue de 22,6% para la población de entre 14 y 26 años. Se distingue también por sexo, situándose en una tasa de 17,1% para los hombres y 30,5 % para las mujeres.

El Director de la OIT, Juan Somavia, recordó durante el inicio del Año Internacional de la Juventud –y a pocos meses de la supuesta conclusión de la crisis financiera mas importante de nuestros tiempos–, que “los jóvenes son el motor del desarrollo económico (…) desaprovechar este potencial es un desperdicio económico que puede menoscabar la estabilidad social”.El alto funcionario remarcó que es necesario reevaluar las desventajas a las que se enfrentan estos jóvenes al ingresar al mercado laboral, puesto que muchas veces no cuentan con la experiencia profesional necesaria

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