Codelco Ventanas

        Quien resida en las cercanías de la comuna de Ventanas,  V Región, se ha percatado (o debería hacerlo si aún no se ha detenido a observar) que la mayoría de los cuerpos de agua dulce, se aprecian turbios, tupidos de algas oscuras, y en cuanto al olfato se percibe un olor desagradable. Destacable es que la mayoría de estos cuerpos son aledaños a la planta de fundición de Codelco. Estos parámetos, que sumados a los que no son aparentes para  personas que no se dedican a la medición de ecosistemas acuáticos, son indicadores inequívocos de eutrofización. 

        Eutrofización es el aporte extra de nutrientes de N, S y P. Estos son consumidos por los organismos fotoautótrofos de la comunidad (algas y cyanobacterias) para estructurarse. De este modo, aumenta la abundancia de estas especies, formando una cobertura que impide la difusión de los recursos abióticos luz, O2  y CO2. Así, cesa la fotosíntesis en el fondo (cayendo un más el O2 disuelto), y las especies aerobias fallecen. La biomasa muerta hace que los procariotas descomponedores degraden a tasas mayores la materia orgánica, agotando aún más el O2 (de ahí el mal olor). Como es de esperar, el ambiente abiótico se convierte en anóxico, imposibilitando principalmente la vida animal. En cuanto a algas, solo sobreviven especies que residen en superficie. Esto en términos de comunidad se traduce en la disminución de la diversidad, con una dominancia y riqueza concentrada en las algas superficiales. [1]

        Codelco en el proceso de fundición y oxidación de minerales de cobre oxida el S generándose SO2. Cuenta con una planta, ampliada en 2010 [2] que oxida el gas a SO3 para luego hidratarlo y convertirlo en H2SO4 comercial. Evidencias halladas en 2011 por el SEREMI de Salud [3] indican que la eficiencia de mitigación del contaminante SO2 no es suficiente: se trata de conversiones reversibles e incompletas que requieren alto control de las variables que influyen en las reacciones, además de la hidratación del ácido, que si es insuficiente, lo libera en forma de gas. Estos factores no están suficientemente controlados. Acusaciones dictadas por la Diputada A. Molina [4] (quien fue quien acudió al SEREMI), son que en 2011 aún existen peacks de emisión que alcanzan hasta 1960 μg/m3 diarios, cuando el D.S Nº 185 permite una concentración de salida a la atmósfera máxima de 365 μg/N m3 en media de 24 hrs [5].

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