Crónica de una rehabilitación en vano
Enviado por Joel Canal • 24 de Noviembre de 2017 • Informes • 679 Palabras (3 Páginas) • 115 Visitas
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MINAS DE TOURO JOEL CANAL BARBOSA
Crónica de una rehabilitación en vano
La Mina de Touro, cerca de Santiago de Compostela, de la cual se extraía cobre, estuvo operativa entre los años 1973 y 1986, dejando más de 600 ha de superficies acidificadas, sin vegetación ni animales. Fue a finales de los años 90 con el cierre de la mina, debido a que ya no salía rentable extraer cobre, cuando comenzó un proyecto de rehabilitación que se ha convertido en todo un referente a nivel mundial. Actualmente y tras los proyectos de remediación llevados a cabo en la zona, la recuperación está ya en torno al 80 % y ya es visible el cambio de aspecto del terreno. Hoy en día este terreno se utiliza solamente como cantera para extraer áridos. En la imagen podemos ver la evolución que ha tenido a lo largo de los años, llegando a estar en estos momentos prácticamente rehabilitada.[pic 2]
El producto estrella que ha permitido una regeneración espectacular de la mina se denomina tecnosol o suelo artificial y fue creado por investigadores de la USC, los cuales son capaces de restaurar cualquier cuerpo hídrico y suelo contaminado por actividades mineras e industriales. Así nació el plan de restauración a base de tecnosoles en el año 2005. Se trata de una técnica pionera que consigue formar suelos elaborados con residuos no tóxicos ni peligrosos que se formulan de tal modo que corrigen la acidez y mejoran las condiciones de tal manera que la fauna y la flora pueden instalarse en ellos. Este desarrollo se implementa desde hace 20 años en los terrenos de la mina de Touro (incluso visitamos una empresa que hay en el interior de la mina que fabrica tecnosoles).
Esta técnica pionera consiste en incorporar un tecnosol alcalino para corregir el pH de la superficie deteriorada, otro de carácter reductor para impedir que los contaminantes estén disponibles a la fauna y flora y finalmente uno más para recuperar nutrientes del suelo como fósforo, nitrógeno y potasio.[pic 3]
En la visita a la fábrica de los tecnosoles, en el interior de la mina, pudimos ver la tecnología que utilizan. El lugar de elaboración es bajo una nave con extractores de los gases tóxicos que se producen, como el amoníaco. Las temperaturas de las pilas del material están controladas y llegan a alcanzan unos 50˚C. En la imagen inferior se puede ver el interior de una de esas naves donde se elaboran los tecnosoles.[pic 4]
“La ciencia ha conseguido restaurar lo que parecía casi irrecuperable”, este podría ser un bonito final a esta historia, pero desgraciadamente no es del todo cierto.
Las últimas noticias indican que el proyecto extractivo podría resucitar en las inmediaciones de la comarca de Santiago para aprovechar el alto precio del cobre empujado por el aumento de la demanda asiática, incluso se habla de incrementar la superficie a explotar.
Si finalmente la reactivación de la actividad minera se convierte en realidad, echará por tierra todo el trabajo de restauración llevado a cabo durante estos años y todo a cambio de un beneficio económico, él cual va a recaer sobre las manos de unos pocos, dejando este terreno otra vez envenenado y desolado.
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