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Cultivo de fresa y fresón

Tesis17 de Noviembre de 2013

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Cultivo de fresa y fresón

Descripción general

Dada la cantidad de variedades de plantas de fresón, la descripción se ajusta a las características generales que tiene la gran mayoría de ellas, pero puede ocurrir que determinadas variedades se aparten mucho de estos requerimientos, por lo que habrá que consultar en cada caso al suministrador, los requerimientos específicos de la variedad que nos suministra.

El tallo de la planta de fresa o fresón está constituido por un eje corto de forma cónica llamado “corona”, en el que se observan numerosas escamas foliares. Hojas pecioladas, limbo trifoliado, folíolos dentados con envés pubescente en los nervios.

Las fresas y los fresones pertenecen a la familia Rosaceae y al género Fragaria. El nombre científico es Fragaria vesca conociéndose vulgarmente con los nombres de, Fresa, Fresas, Fresón, Fresones, Frutilla, Frutillas, Fresal, Fresera, Amarrubia, Madroncillo, Mayueta

La planta de fresón es de tipo herbáceo, perenne y estoloníferas, (que producen estolones o plantitas nuevas unidas a la planta madre).

El sistema radicular es compuesto, las raíces principales presentan un tejido de reserva para la planta y son perennes, mientras que las secundarias, carecen de este tejido por lo que son mucho más finas, son de color más claro y tienen un periodo de vida corto, de algunos días o semanas, en un natural proceso de renovación influenciado por los factores ambientales y patógenos de suelo.

La profundidad del sistema radicular es muy variable, dependiendo del tipo de suelo y la presencia de patógenos. En condiciones óptimas pueden alcanzar los 2-3 m, de profundidad aunque lo normal es que no sobrepasen los 40 cm, encontrándose la mayor parte (90%) en los primeros 25 cm.

El tallo está constituido por un eje corto de forma cónica llamado “corona”, en el que se observan numerosas escamas foliares. Las hojas aparecen en roseta y se insertan en la corona. Tiene un largo tallo (peciolo) que se suelda al tallo mediante dos estipulas rojizas. La hoja se divide en tres partes de bordes aserrados, que tienen un gran número de estomas (300-400/mm2), por lo que permite una gran transpiración si aumenta el calor.

Las inflorescencias se desarrollan a partir de una yema terminal de la corona, y de yemas nacidas en las axilas de las hojas. De estas inflorescencias nacen las flores con dos formas, la basal con varias flores de porte similar, o discal en el que hay una flor primaria y otras secundarias de menor tamaño. La flor tiene 5 o 6 pétalos, 20 a 35 estambres y varios cientos de pistilos sobre un receptáculo carnoso.

La Fresa o el fresón propiamente dicho, es un receptáculo carnoso que tiene distribuidos por la superficie los auténticos frutos.

Desde un punto de vista agronómico; los cultivares de fresón se pueden clasificar en tres grupos: reflorecientes o de día largo, no reflorecientes o de día corto, y remontantes o de día neutro.

La floración en los dos primeros casos se induce por un determinado fotoperiodo, mientras que este factor no interviene en el tercero. En cualquier caso, no sólo influye el fotoperiodo, sino las temperaturas u horas de frío que soporta la planta.

Requerimientos del cultivo

Temperatura Como indicamos, existe una gran cantidad de variedades, siendo algunas muy resistentes a climas fríos, pero en general, el fresón es un cultivo que se adapta muy bien a muchos tipos de climas. Su parte vegetativa es altamente resistente a heladas, llegando a soportar temperaturas de hasta –16 ºC, (en la fase vegetativa, -6ºC aunque los órganos florales quedan destruidos con valores algo inferiores a 0 ºC. Al mismo tiempo son capaces de sobrevivir a temperaturas estivales de 55 ºC.

Los valores óptimos para una fructificación adecuada se sitúan en torno a los 10-13ºC como temperatura nocturna y 18-22ºC diurna 15-20 ºC. Temperaturas por debajo de 12 ºC durante el crecimiento del fruto dan lugar a frutos deformados por frío, en tanto que un tiempo muy caluroso puede originar una maduración y coloración del fruto muy rápida, lo cual le impide adquirir un tamaño adecuado. No obstante, el fresón necesita acumular una serie de horas frío, con temperaturas por debajo de 7ºC, para dar una vegetación y fructificación abundante.

Este requerimiento en horas frío, muy variable según las variedades, no se produce en la mayoría de los lugares del sur de la Península Ello obliga a desarrollar las plantas en latitudes altas, de forma que una vez acumulada la cantidad de frío necesaria para cada variedad las plantas son trasladadas a zonas mas calientes para su cultivo. Es muy importante determinar el frío requerido por cada variedad, debido a que una insuficiente cantidad origina un desarrollo débil, que da frutos blandos y de corta vida frescos, una vez cortados. Un exceso de frío acumulado, da lugar a producciones más bajas, un gran crecimiento vegetativo y la aparición de estolones prematuros.

Humedad

La pluviomtría mínima requerida en secano se sitúa en torno a los 600 mm, en regadío es necesario aportar en nuestras latitudes del orden de 2000 mm durante el ciclo del cultivo otoñal. En la zona cantábrica se puede intentar el cultivo en secano, en el resto de la península y en las Islas, salvo en puntos excepcionales, deberá cultivarse en regadío

Suelo

Un suelo catalogado como arenoso o franco-arenoso y homogéneamente profundo se acercaría al ideal para nuestro cultivo. Prefiere suelos equilibrados, ricos en materia orgánica, aireados, bien drenados, pero con cierta capacidad de retención de agua. Niveles bajos de patógenos son igualmente indispensables para el cultivo. Es importante que el suelo esté bien drenado de forma que no se formen charcos persistentes en la zona de cultivo La granulometría óptima de un suelo para el cultivo del fresón aproximadamente es : – 50% de arena silícea – 20% de arcilla – 15% de calizas – 5% de materia orgánica

En definitiva, un suelo catalogado como arenoso o franco-arenoso y homogéneamente profundo se acercaría al ideal para nuestro cultivo.

Es conveniente un pH ligeramente ácido mejor que uno ligeramente básico, el óptimo se haya en torno a 6,5 e incluso menor. Conviene que en el terreno exista cierta cantidad de materia orgánica en distintos grados de descomposición, por lo que debe incluirse, compost o vermiculita en el abonado de fondo. El equilibrio químico de los elementos nutritivos se considera más favorable que una riqueza elevada de los mismos.

Una relación C/N: 10 se considera un valor adecuado, con ello se asegura una buena evolución de la materia orgánica aplicada al suelo.

El fresón es muy sensible a la sal, aunque hay variedades más resistentes, por ello deberemos evitar suelos salinos y regar con aguas de alto contenido en sales, cuanto más puras sean las aguas mejor. También es sensible a la caliza activa, pues v bloquean el hierro originando clorosis en la planta (perdida de color).

Todos estos condicionantes hacen de los pies de montañas graníticas los lugares más adecuados para el cultivo de fresón, como puede ser la parte baja de sierra madrileña o las hondonadas del valle de Aran. No obstante otros climas menos adecuados son también suficientemente buenos, aunque las plantas exijan más cuidados, como lo demuestra que las zonas mas afamadas de la fresa en España sean Aranjuez y Huelva, ninguna de las cuales tiene aguas de extrema pureza o suelos silíceos.

Riego

Como indico más arriba, la fresa es sensible a las aguas con salinidad, por ello si el agua contiene muchas sales habrá que regar mas con el fin de que el agua sobrante arrastre la salinidad del terreno, en estas condiciones un cultivo con manguera exudarte o gota a gota concentraría en exceso las sales alrededor de la planta. En cambio si las aguas son de buena calidad si es muy adecuado estos métodos de riego pues garantizan a las raíces una dosis constante de humedad. El cultivo se resiente, disminuyendo su rendimiento, con concentraciones de sales en el agua superiores a 0,8 mmhos.cm

Necesita riegos muy repartidas a lo largo del cultivo, no siendo conveniente mantener fases de sequía entre riegos. En un año de climatología normal, en suelos esponjosos, es necesario aplicar unos 35 litros por m2 de agua repartido en unos cien riego desde Noviembre hasta Junio, repartidos en un centenar de riegos, lo que supone mas o menos un riego cada dos días de un vaso de agua grade por cada metro cuadrado, repito, dado con aguas de buena calidad, si no regar más abundantemente para que la escorrentía se lleve las sales.

Luminosidad

El fresón aguanta la media sombra aun que necesita mucha luz, es decir no es planta de interior, pero crece perfectamente a la sombra de un árbol y soportará, aunque no le favorezca, que se le plante, por ejemplo, en el lado norte de un muro. El pleno sol directo de forma continuada no le favorece, plantarlo en las zonas frescas del huerto.

Desinfección de suelos. Los fresones son blanco del ataque de muchos elementos patógenos presentes naturalmente en el suelo hongos patógenos, nematodos parásitos, ácaros, insectos y malas hierbas. Por ello conviene aplicar técnicas de desinfección del suelo antes de la plantación del fresal, ésta consiste en la aplicación directa al suelo de un agente biocida de naturaleza física o química, con el que se eliminan total o parcialmente los agentes negativos antes mencionados.

Hay muchos los productos en el mercado diseñados para este uso, los más comunes son dos tipos de tratamientos, el de Bromuro de Metilo y el de Metham Sodio. Como saben que sigue este blog, sin propugnar una huerto ecológico

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