Cultivos basicos de un cultivo de cilantro

EL CILANTRO.

¿Cuáles son las condiciones requeridas a la hora de cultivar cilantro?

1. Clima y temperatura: se obtiene un mejor crecimiento si se cultiva en climas con temperaturas bajas, debido a que en climas calurosos se afecta la calidad de las hojas producto de florecidas prematuras; dicha afectación se evidencia en un producto amargo.

1. Luz:  es un cultivo que no tolera la luz solar intensa, motivo por el que es recomendable que su recibo de luz solar sea indirecta o cuente con una sombra parcial.

1. Suelo:  prefiere suelos bien drenados y ricos en materia orgánica, el PH ideal esta entre 6.2 y 6.8.

1. Agua: debe mantenerse mojado, pero no empapado. Su riego debe hacerse constantemente y una vez la capa superior del suelo se encuentre seca al tacto.

1. Siembra: puede realizarse directamente en el suelo o en macetas, la semilla debe plantarse aproximadamente a 1 cm de profundidad y esta germinara entre los primeros 7 o 14 días.

1. Espaciado: es importante dejar suficiente  espacio entre plantas para evitar enfermedades y permitir un buen flujo de aire.

1. Cosecha: las hojas se pueden cosechar cuando las hojas tienen al menos 6 pulgadas de altura. Se pueden cortar las hojas exteriores y dejar las internas para que sigan creciendo.

1. Fertilización: se puede fertilizar el suelo con un abono equilibrado antes de plantar. Es importante evitar el exceso de fertilizante porque puede ocasionar un crecimiento excesivo de follaje y un sabor menos concentrado.

¿Cuáles son los riesgos a los que un cultivo de cilantro se puede ver expuesto?

¿En que consiste el crecimiento de follaje?

LAS BREVAS.

¿Cuáles son las condiciones requeridas a la hora de cultivar brevas?

Ubicación y suelo: se requiere de un lugar bien drenado y donde el cultivo pueda recibir sol. Se debe preparar el suelo con compost o materia orgánica antes de plantar.

Plantación: Debe dejarse espacio suficiente entre las plantas y el crecimiento se puede acompañar con el uso de esquejes o plantones.

Riego: es necesario regar constantemente, ya que la tierra debe mantenerse húmeda, esto quiere decir HUMEDA, MAS NO EMPAPADA.

Fertilización: se requiere de la aplicación de un fertilizante equilibrado al inicio de la temporada y se repite cada 4- 6 semanas del crecimiento.

Podas: el eliminar ramas viejas o enfermas permite que la planta se airee y mantenga su forma.

Protección:  es de suma importancia controlar plagas o enfermedades, ya sean empleando métodos orgánicos o pesticidas.

Soporte: usar mallas o tutores para sostener las ramas cargadas de frutas.

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