DE ENFERMEDADES A EPIDEMIAS

Hay mucha diferencia entre viajar para

ver países que para ver el mundo.

Jean-Jacques Rousseau

Cuando arribaron los europeos a las Américas, traían más que mercancía y equipaje en sus barcos. Con ellos desembarcaron la viruela, el sarampión, el tifo, la fiebre tifoidea y el paludismo, entre otros padecimientos. Y no solo fueron los humanos portadores de enfermedades, al igual que sus amos, los animales trajeron consigo rabia canina, toxoplasmosis por Barcosgatos, teniasis y neurocisticercosis por cerdos y bovinos; brucelosis por cabras; muermo por caballos, ornitosis por pericos; salmonelosis no tíficas por aves de corral y cerdos y el ántrax por pieles de ganado. Aunado a esto, el tráfico de esclavos africanos introdujo la oncocercosis desde el siglo XVI y una segunda aportación en el XIX; el dengue y su vector urbano Aedes aegypti en el siglo XVII; al igual que la fiebre amarilla urbana.

El confinamiento de embarcaciones procedentes de países o regiones afectadas por patología infectocontagiosa como la peste, dio origen a las cuarentenas, éstas continúan en el siglo XXI como una medida efectiva: el aislamiento social sigue teniendo vigencia en la actualidad.

letrero de viajeA más de cinco siglos de la conquista, los medios de transporte actuales, son extraordinariamente rápidos y diversos. La globalización también se manifiesta en el intercambio de bienes, servicios, y migración de personas. Ejemplo de ello es el que hoy las comunicaciones aéreas transportan a más de un millón de personas a velocidades supersónicas, ventaja adicional para las enfermedades, que igualmente viajan a velocidades inauditas. Ésta por sí misma es razón suficiente para que los epidemiólogos sigan buscando estrategias efectivas para enfrentar viejos y nuevos padecimientos.

Niña con cubre bocaDe ahí la importancia de hacer caso a las recomendaciones que en materia de salud pública se generan cuando es detectado un posible brote o epidemia, que ahora más que nunca viaja con pasaporte universal.

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