ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Derecho Penal

pris33320 de Febrero de 2015

744 Palabras (3 Páginas)181 Visitas

Página 1 de 3

JUSTICIA

La contingencia de la política, expresada, por una parte, en la historicidad inherente de los lenguajes políticos y, por otra parte, en la ausencia de fundamentos de lo social, nos ha permitido mostrar ciertos aspectos de la construcción moderna de la política desde la noción de forma. La cuestión central es que la política al convertirse en forma niega la posibilidad de pensar la buena vida. Esta negación supone, a su vez, la eliminación de la contingencia. Existe una nueva paradoja de la política moderna que organizada como contrato social reconoce, por un lado, la artificialidad del pacto que instituye el orden pero, por otro lado, esa misma institución para ser válida debe negar toda institución futura.

La institución de la forma debe negar la institución, la forma debe ser neutral y negar toda decisión política.8 La construcción moderna del poder surge de la institución artificial de una forma, pero en tanto construcción artificial surgida de un estado de igualdad, y a través de la legitimidad, debe negar esa artificialidad. La legitimación del poder es su fundamentación racional, lo cual implica darle un sentido racional a una institución que, en primera instancia, se muestra como arbitraria. La forma instituida, el Estado, la ley, niega su carácter contingente desde el momento en que encuentra un fundamento racional. Por eso mismo, en tanto negación, requiere la exclusión de aquellos aspectos que muestran la contingencia de la institución. La racionalidad en la modernidad fundamenta lo social, le otorga legitimidad, desde la pura forma. Esta fundamentación debe, por consiguiente, negar su carácter contingente.

La institución artificial del Estado como forma de ley y el consiguiente proceso de despolitización no se presentan como procesos antagónicos, sino como la continuidad de una misma lógica: "En realidad, lo que parece una alternativa bloqueada en hipótesis opuestas abre históricamente otra dirección, que es la tomada de hecho por la forma–Estado contemporánea: a la vez 'teologizada' y despolitizada" (Esposito, 2006: 33).

La política identificada con lo estatal como forma jurídica implica desplazar todo contenido, reducirlo al ámbito privado. Lo que se elimina de la política moderna constituía el elemento fundamental de la filosofía política clásica: el problema del buen gobierno como construcción del buen vivir en comunidad. Por esto mismo en el momento de la crisis de la modernidad resurge el problema de la buena vida. Indicio de ello son las diferentes recuperaciones en el siglo XX de la tradición clásica: "Con el pensamiento filosófico de Voegelin, Strauss y Arendt, en todo caso irreductible a la dimensión propia de la construcción teórica moderna, se asiste a un intento de poner profundamente en discusión los presupuestos de la ciencia moderna y volver a plantear el problema de lo justo y el bien"9 (Duso, 2005: 317). Se produce un retorno a los griegos que tiene como objetivo principal cuestionar las categorías políticas modernas. Los griegos sirven para volver a pensar el carácter originario de la política como acción común entre los hombres. Esto significa, a su vez, cuestionar la modernidad en tanto relega a los individuos a un ámbito privado de acción. De todos modos esta recuperación de los griegos a mediados del siglo XX no busca rehabilitar la polis frente al Estado, ni tampoco una simple reformulación del pensamiento griego en la actualidad. Los griegos les sirven a estos autores para volver a una interrogación originaria sobre la política.

La cuestión es, entonces, la imposibilidad de eludir este problema. O mejor, pensar cómo la forma política moderna se funda en la eliminación del problema de la buena vida en común, es decir, de aquello que le da un origen a la decisión de vivir en comunidad. Pero si los

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (5 Kb)
Leer 2 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com