Desde el desarrollo sostenible hasta la química verde.

Desde el desarrollo sostenible hasta la química verde.

Durante el siglo XX, varias ciencias han desarrollado un gran avance en el aspecto tecnológico, lo cual ha ayudado a las personas a volver su diario vivir mucho más confortable. Una de estas soluciones es la industria química, ya que ha ayudado al ser humano con medicamentos, fibras para vestimentas, accesorios para el aseo entre otros. Pero no todo este avance es bueno, el medio ambiente ha sido el principal perjudicado de la industrialización, por este motivo, se ha propagado la contaminación en la biosfera y la atmosfera, de este modo la sociedad moderna se está enfrentado a una problemática mucho más grande de lo que se especulaba, se ha sentido grandes consecuencias como catástrofes naturales y la disminución de especies animales y vegetales. Con este panorama empiezan a surgir todo tipo de advertencias del cuidado medioambiental en la que destaca la de Van Rensselaer, el cual propone que la humanidad debe adquirir una calidad de vida para no ser objeto de lamentables consecuencias en el futuro. Esta preocupación se ha visto reflejada en varias cumbres mundiales que tratan sobre el impacto del ser humano en la naturaleza, por ende se han establecidos modelos de desarrollo que no perjudique al medio ambiente, esto se conoce como desarrollo sustentable o Química Verde, la cual cuenta con 12 principios. Esto constituye un marco de acuerdos entre científicos y políticos para hacer frente a este problema. El desarrollo sustentable se basa en tres aspectos: Bienestar humano, ecológico y sus interrelaciones; esto se refiere a que el desarrollo económico de los pueblos debe ser equitativo para resolver los problemas ambientales y de igual manera concientizar a nuestra generación  que nuestras decisiones pueden afectar el futuro de nuestros herederos. La Química Verde busca minimizar o eliminar la contaminación ambiental mediante la fabricación de productos que no atenten contra la salud, sus objetivos son: Minimizar la elaboración de subproductos en las transformaciones químicas, reducir el uso de solventes, diseñar procesos químicos basados en el uso de materias primas renovables, utilizar tecnologías que ayuden a disminuir la contaminación del aire, suelo y aguas, adelantarnos a una inminente contaminación. Con todo la anterior se orienta al uso de disolventes menos agresivos como el dióxido de carbono en estado líquido ayudado por sustancias tensoactivos, las cuales facilitaran la disolución de otras materias primas. Con esto se persigue utilizar al máximo las materias primas evitando desechos tóxicos y sustancias químicas auxiliares, también la masificación de catalizadores que ayudan a aumentar la eficiencia de una reacción química, generando menos desperdicios. Es primordial el uso de productos químicos que no causen riesgos a la salud ni al medio ambiente o reemplazar dichos recursos por energías alternativas. También se busca promover algunas materias primas renovables, los cuales pueden provenir del suelo, aire o el agua. Ahora bien, en varias partes del mundo ya se están preparando propuestas para una mejor utilización de los doce principios de la química verde como la catálisis bifásica, la cual utiliza el agua como disolvente en el mejoramiento de combustibles. Queda por aclarar que también se están realizando estudios que analizan la calidad del agua y aire e incluso se están adelantando investigaciones sobre celdas de combustible, lo cual sería una alternativa de energía limpia; aunque para todo esto se necesitan más años de estudios y la colaboración mundial para preservar sano el medio ambiente.

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