Discurso ecológico.

Honorables miembros del Jurado Calificador

Distinguidas autoridades que nos honran con su presencia.

Maestros forjadores de conciencias

Amigos navegantes de las turbulentas o suaves corrientes subterráneas de los caudalosos ríos de la oratoria

Agradezco la oportunidad de poner en esta tribuna de la elocuencia, libertadora de espíritu, acción y convicción las plantas de mis pies, al participar en este certamen de oratoria motivada por los valores que me han infundido mis maestros y mi familia para expresar mi actuar, mi pensar y mí sentir en torno al tema

LA CULTURA DE RESPETO  ECOLOGICO

La cultura es una especie de andamio compartamental que abarca las distintas formas y expresiones de nuestra sociedad que día a día el desarrollo social traza una meta sobre nuestro entorno natural, así como un control al uso racional de los recursos naturales, las costumbres y los hábitos serán los elementos que influyan en el actuar humano.

Desde 1992 en Río de Janeiro Brasil a nosotros los jóvenes en nuestro estudio diario se nos ha inculcado que debemos entender el respeto hacia nuestra ecología mediante una serie de aspectos que deben marcar nuestras acciones durante el resto de nuestro andar por este mundo, cualesquiera que sean las profesiones  que Tú y yo adoptemos estos valores habrán de ser parte de nuestro ser y sentir.

Hay que construir juntos una conducta de compromiso entre los individuos y grupos sociales que permitan relacionarse con el medio, por el mundo que queremos brindar a las futuras generaciones, con la firme intención de reintegrar el capital ambiental que hemos utilizado.

Que esa conducta que ha de forjar las generaciones futuras deberán ser de compromiso y amor por los seres vivos entre si y su entorno, desde respirar un aire sin contaminantes, ver y sentir el agua cristalina de los ríos para fundirse en las aguas profundas de los océanos.

Un sabio jefe indio de Seatle recalcó  “La tierra no pertenece al hombre, el hombre pertenece a la tierra”

Por ello los jóvenes de hoy debemos de darnos a la tarea de encontrar individual y colectivamente otro estilo de vida en la que utilicemos productos ecológicos y los consumamos de forma racional, ser parte de campañas o sociedades que contribuyan al saneamiento ambiental, aportando tiempo, fuerzas y deseos de conservar un mundo mejor con la limpieza de calles, áreas urbanas y naturales, reutilizando, reduciendo y reciclando artículos para nuestro vivir.

Esta tierra no es una reserva natural, porque una reserva natural tiene límites y restricciones, esta tierra no tiene límites en brindarte la frescura del viento, de contemplar el ligero movimiento de la hoja de un árbol,  el sereno reflejado en el pasto verde y tierno, el brillo del sol que ilumina tu andar día tras día que es una oportunidad para ver crecer y valorar cuanto existe en este espacio del sistema solar llamado Tierra.

Ante la inquietud de conservar nuestro hogar la carta de la tierra afirma  

...