EL SISTEMA SOLAR INTRODUCCION

INTRODUCCION

Abordar el tema del “Sistema Solar” no es una tarea sencilla, ya que, así como está sumergido en un universo entero, así también lo son los avances y nuevos descubrimientos dados a lo largo del tiempo. Para comprender un poco mejor el tema, desde un principio se tratará de sumergir al lector en un vocabulario coloquial, que permita simplificar conceptos y definiciones apoyado de ejemplos contextualizados y comprensibles para un mayor entendimiento.

Primeramente, se redactarán los orígenes que dieron paso a la exploración espacial. Dentro de esto podremos encontrar una serie de preguntas a las que se les dará respuesta, por ejemplo ¿Qué separa al Sistema Solar del resto del Universo?, ¿qué motivó la necesidad de investigar algo que se encuentra tan lejos de nuestros pies?, como surgió el primer concepto de “Sistema Solar”? y ¿quiénes fueron los principales personajes implicados en tal hecho?

Para entrar más a fondo en el tema se tomará en cuenta todo elemento que conforme nuestro Sistema Solar, que lo compone, como está distribuido y que características presenta que nos permite las condiciones de vida; que funciones y beneficios nos ofrecen otros cuerpos celestes y como es que se han llevado a cabo las exploraciones más significativas para el conocimiento de lo que a simple vista podemos llamar externo.

Como la mayoría de los fenómenos, sabemos que siempre tienen algo nuevo que ofrecer, cada que un secreto es revelado, dos más aparecen. Así es nuestro Sistema Solar. Así es como se encontrará implícita, en este texto, la motivación por investigar y complementar lo que aquí se podrá leer a base de sustentos que más tarde pueden ser tomados como referencias.

El Sistema Solar apenas es una pequeña parte de todo lo que existe en el exterior del mismo, es una mínima parte de la magnitud que le da sentido a la duda del origen de muchos fenómenos y no solo cósmicos, sino también existenciales, que si bien, no pueden responderse en este texto, pueden sin duda dar respuesta a preguntas que creíamos no la tenían.

DESARROLLO

La teoría más conocida sobre el origen del universo se centra en un cataclismo cósmico sin igual en la historia: el Big Bang. Esta teoría surgió de la observación del alejamiento a gran velocidad de otras galaxias respecto a la nuestra en todas direcciones, como si hubieran sido expedidas por una antigua fuerza explosiva.

Antes del Big Bang, según los científicos, la inmensidad del universo observable, incluida su materia y radiación, estaba comprimida en una masa densa y caliente a tan solo unos pocos milímetros de distancia. Este estado casi incomprensible se especula que existió tan sólo una fracción del primer segundo de tiempo.

Los científicos no pueden saber con exactitud el modo en que el universo evolucionó tras el Big Bang. Muchos creen que, a medida que transcurría el tiempo y la materia se enfriaba, comenzaron a formarse tipos de átomos diversos, y que estos finalmente se condensaron en las estrellas y galaxias de nuestro universo presente.

Una vez que se tiene el sustento teórico de la existencia de una gran cantidad de galaxias contenidas en el universo, se pasará a hacer mayor énfasis en el Sistema Solar y los cuerpos que lo componen. Así como el origen de los nuevos hallazgos y las investigaciones que han dado lugar a tan interesantes y nuevos descubrimientos.

Los hombres de las antiguas civilizaciones no tenían conocimiento acerca de la existencia del Sistema Solar y no comprendían muchas cosas más allá de la tierra donde estaban parados. Con el transcurso de los años se vieron dotados de más experiencia y de una curiosidad engrandecida, por lo que empezaron a construir suposiciones, primero mitológicas, acerca de lo que veían en el cielo.

Así fue como poco a poco nació la necesidad de saber que era lo que originaba aquellos fenómenos de los que podían solo disfrutar con la vista, pero a los que no podían tener acceso ni contacto directo. Para estos hombres no era difícil advertir fenómenos como los eclipses y la visión de otros planetas cercanos a la Tierra. Es aquí cunado podemos retomar de conocimientos previo que los hombres primigenios tenían una muy asertiva predicción sobre los hechos que ellos suponían eran enviados por sus deidades.

Tiempo después, fue que el filósofo griego Aristarco de Samos sentó un precedente sobre la idea de un sistema basado en el Sol, pero fue Nicolás Copérnico quien desarrolló un sistema heliocéntrico, lo que quiere decir, un modelo de cosmos con el Sol como estrella central y los planetas a su alrededor. De tal manera, creció la curiosidad por conocer ahora no solo la composición del Sistema Solar, sino también de lo que estaban compuestos sus cuerpos celestes y sus elementos, como lo son los planetas.

La Vía Láctea es la galaxia en la que se encuentra en el Sistema Solar, el cual está compuesto por una estrella central llamada “Sol” y ocho planetas girando alrededor de él. El plano eclíptico está conformado por orbitas en las que cada planeta gira alrededor del sol. Además, hay miles de pequeños cuerpos, como lo son los asteroides y los cometas. La mayoría de los asteroides orbitan en una región entre la órbita de Marte y Júpiter, denominada el cinturón de Orión. Mientras que el hogar de los cometas lo encontramos más allá de la órbita de Plutón, en la Nube Oort.  

Los avances astrológicos y tecnológicos han permitido llegar a escalas que se creía podía ser imposible o de las que ni quiera se tenía idea de su existencia, un claro ejemplo puede ser el telescopio, ya que desde su invención se han descubierto tres planetas más en nuestro Sistema Solar: Urano (1781), Neptuno (1846), y ahora descendido de la categoría de planeta enano, Plutón (1930).

Los cuatro planetas más cercanos al Sol, Mercurio, Venus, la Tierra y Marte, se llaman los planetas terrestres porque tienen superficies sólidas y rocosas. Los cuatro planetas más allá de la órbita de Marte; Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno, se llaman los gigantes gaseosos y están conformados en principalmente por agua congelada, helio y amoniaco.

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