ENFERMEDAD CORONARIA

Enfermedad Arterial Coronaria, Ejercicio Físico y Estrés Oxidativo

Las enfermedades cardiovasculares (ECV) lideran los índices de morbilidad y mortalidad en el mundo siendo la enfermedad arterial coronaria (EAC) la causa de un gran número de muertes y de gastos en asistencia médica. La EAC se caracteriza por la insuficiente irrigación sanguínea del corazón por las arterias coronarias. Está directamente relacionada al grado de obstrucción del flujo sanguíneo por las placas ateroscleróticas, resultando en un estrechamiento de las arterias coronarias que, debido a la reducción del flujo sanguíneo coronario, disminuye la llegada del oxígeno al corazón.

Hay varios factores de riesgo para la EAC que están directamente relacionados a la disfunción endotelial. La presencia de esos factores de riesgo causa un gran número de cambios perjudiciales para la biología vascular, incluyendo la disminución de la biodisponibilidad de óxido nítrico (NO), aumento de la formación de radicales libres (RL) y aumento de la actividad endotelial. Estos cambios pueden conducir a un deterioro de la capacidad vasodilatadora. Diversas enfermedades, como las dislipidemias, la aterosclerosis y la hipertensión arterial sistémica (HAS) presentan, en su génesis y/o en sus mecanismos fisiopatológicos, alteraciones en la función endotelial. La aterosclerosis es el prototipo de la enfermedad caracterizada, en todas sus fases, por una disfunción endotelial, que se define como una oferta insuficiente de NO, causante de estrés oxidativo, inflamación, erosión y vasoconstricción. La pérdida de NO perjudica a los mecanismos protectores como la inhibición de la oxidación de las moléculas de LDL colesterol y del impedimento de la agregación plaquetaria que por medio de su acción antioxidante impiden la formación de aniones superóxidos, que promueven la oxidación de la molécula de LDL colesterol , contribuyendo al desarrollo de la aterosclerosis.

El estrés oxidativo ha sido asociado a la disminución de la performance, fatiga, daño muscular y exceso de entrenamiento. El ejercicio físico leve a moderado, realizado regularmente reduce la producción de oxidantes y la aparición de daños oxidativos, mejorando el sistema de defensa antioxidante y aumentando la resistencia de los órganos y tejidos contra la acción deletérea de los RL. Por esa razón, se establece que reducir el estrés oxidativo puede mejorar la tolerancia al ejercicio, así como la performance física.

El entrenamiento físico moderado también aumenta la relajación de la musculatura lisa vascular y no vascular, y que esa mayor relajación se debe a la mayor producción de NO por las células endoteliales, en respuesta al ejercicio físico. Los efectos benéficos de la práctica de ejercicio regular sobre las ECV se asocian, principalmente, a la mayor producción

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