ENSAYO HIPERTENSIÓN ARTERIAL
Elizabeth Quiñónez CarvajalEnsayo1 de Julio de 2018
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OBJETIVOS:
OBJETIVO GENERAL:
- Comprender y analizar el problema de salud pública que representa la Hipertensión Arterial.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
- Enunciar las características principales de la Hipertensión Arterial, sus factores etiológicos y epidemiológicos.
- Describir las distintas clasificaciones de la hipertensión arterial y los mecanismos fisiopatológicos que intervienen.
- Identificar los efectos que produce la hipertensión arterial en el organismo, así como sus complicaciones y el manejo de la misma.
INTRODUCCIÓN
La hipertensión arterial (HTA) es una patología y un síndrome caracterizado por una elevación sostenida y continua de la presión arterial, es decir un aumento crónico de la fuerza ejercida por la sangre contra cualquier área de la pared arterial, bien sea a través de su expresión como presión sistólica, presión diastólica o de ambas, presión arterial media.
La HTA es una enfermedad de distribución mundial y está asociada al modo y estilo de vida de la civilización moderna que incluye patrones de alimentación inadecuados, el sedentarismo, aspectos conductuales relacionados con hábitos tóxicos y la compleja situación económico social generada por ella. Representa entonces, un importante problema de salud pública y su prevalencia se incrementa sostenidamente con la edad, además de presentar mayor riesgo en el sexo masculino y en las personas de raza negra.
Su importancia reside en el hecho de que representa por sí misma una enfermedad, con elevadas cifras de morbilidad y mortalidad, así como también un factor de riesgo importante para otras enfermedades, fundamentalmente para la Cardiopatía Isquémica, Insuficiencia Cardíaca, Enfermedad Cerebro Vascular, Insuficiencia Renal y contribuye significativamente a la Retinopatía. Tal es así que la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que una disminución de 2 mg de la Presión Arterial (PA) media de la población produce una reducción de 6 % en la mortalidad anual por accidentes cerebro vascular, 4 % cardiovasculares y el 3 % de todas las causas asociadas.
La situación es aún más alarmante debido a que en la mayoría de los casos no presenta síntomas por lo que se la conoce como “el asesino silencioso”, y conlleva a desarrollar complicaciones severas sin ser conscientes de padecer hipertensión.
DESARROLLO
La OMS define la Hipertensión Arterial como la elevación persistente de la presión arterial sistólica (PAS) y/o presión arterial diastólica (PAD) por encima de los valores establecidos como normales de manera consensuada.1 El umbral elegido es aquel a partir del cual los beneficios obtenidos con la intervención, sobrepasan a los de la no actuación.
La HTA es una enfermedad letal, silenciosa e invisible, que a pesar de su elevada morbimortalidad, normalmente no presenta síntomas y pasa inadvertida hasta que se produce la afectación de alguno de los órganos denominados diana, en cuyo caso la sintomatología depende del órgano afectado.2
Este síndrome crónico es muy extendido a nivel mundial ya que afecta a más de mil millones de individuos en todo el mundo, de acuerdo al último informe estadístico de la Organización Mundial de la Salud (OPS-OMS). Estimándose que en el año 2025 habrá aumentado un 24% en los países desarrollados y hasta un 80% en los países en vías de desarrollo. Casi ocho millones de personas mueren cada año en el mundo por causa de la hipertensión arterial.3 El 80% de los casos ocurren en países en vías de desarrollo, según la Sociedad Internacional de Hipertensión (SIH).4
La incidencia de la hipertensión se ha duplicado en los últimos 5 años en todos los estratos sociales. Se estima que entre el 20% y 40% de la población adulta en la Región de las Américas padece hipertensión. A nivel mundial, se estima que de las personas que padecen hipertensión, solo el 57% conoce su condición, el 40,6% recibe tratamiento farmacológico antihipertensivo, pero solo el 13,2% logra cifras de presión arterial controladas. 5
En América Latina, el país con la mayor prevalencia de hipertensión es el Ecuador y la primera causa de muerte es la enfermedad cardiovascular secundaria. Un 46% de la población ecuatoriana tiene hipertensión arterial y, lo triste del asunto es que solamente un 15% de esa población que se sabe hipertensa, tiene un control adecuado de sus cifras de presión arterial.6
De acuerdo al Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) en el 2014 se registraron 1.254 defunciones por hipertensión esencial primaria.3
Los factores de riesgo de la HTA de una manera general se pueden dividir en dos grupos: Los no modificables como la herencia genética ya que existe una mayor tendencia o predisposición a desarrollar HTA en los casos en que uno a ambos progenitores son hipertensos; el sexo, puesto que los hombres tienen más predisposición a la HTA que las mujeres hasta que éstas alcanzan la menopausia, momento a partir del cual, como consecuencia de la pérdida de estrógenos, la frecuencia de HTA en ambos sexos se iguala; la edad, debido a que endurece las arterias y como consecuencia de ello se dificulta el paso de la sangre y aumenta la PA; la raza, por ejemplo la raza negra tiene el doble de posibilidades de desarrollar HTA que la raza blanca.2
Los modificables como la obesidad/sobrepeso, ya que existe una relación directa entre la obesidad y el síndrome metabólico y el desarrollo de HTA; el sedentarismo (horas sentado)/la actividad física, la dieta, en general las dietas ricas en sal y en grasas saturadas producen HTA a largo plazo; el consumo de alcohol y tabaco; los estimulantes, y particularmente la cafeína; el estrés.2
La HTA se puede clasificar de tres maneras distintas:
Por el nivel de la lectura de la PA: La American Heart Association (AHA) y el American College of Cardiology (ACC) el 13 de noviembre de 2017 determinaron que ahora se define a la presión arterial alta como lecturas de 130 mm Hg y superiores para la medición de la presión arterial sistólica, o lecturas de 80 y superiores para la medición diastólica. Esto es un cambio de la antigua definición de 140/90 y superior, que refleja las complicaciones que pueden producirse en esos números más bajos. Las categorías de presión arterial en la nueva guía son: Normal: Menos de 120/80 mm Hg; Elevada: Máxima (sistólica) entre 120-129 y mínima (diastólica) inferior a 80; Etapa 1: sistólica entre 130-139 o diastólica entre 80-89; Etapa 2: Sistólica como mínimo de 140 o diastólica como mínimo de 90 mm Hg; Crisis hipertensiva: Una máxima por encima de 180 y/o una mínima por encima de 120, con pacientes que necesitan cambios rápidos en la medicación si no hay otras indicaciones de problemas, u hospitalización inmediata si hay signos de daño a los órganos.7
Por la importancia de las lesiones orgánicas:
Fase I: No se aprecian signos objetivos de alteración orgánica.
Fase II: Aparecen por lo menos uno de los siguientes signos de afección orgánica: Hipertrofia ventricular izquierda (HVI) es detectada por rayos X, electrocardiograma (EKG) y ecocardiografía. Estrechez focal y generalizada de las arterias retinianas, proteinuria y ligero aumento de la concentración de creatinina en el plasma o uno de ellos.
Fase III: Aparecen síntomas y signos de lesión de algunos órganos a causa de la HT en particular: En el corazón: Insuficiencia ventricular izquierda (IVI), en el encéfalo: Hemorragia cerebral, cerebelar o del tallo encefálico: Encefalopatía hipertensiva, en el fondo de ojo: Hemorragia y exudados retineanos con o sin edema papilar. Estos son signos patognomónicos de la fase maligna (acelerada).1
Hay otros cuadros frecuentes en la fase III pero no tan claramente derivados de manera directa de la HT, estos son: en el corazón: Angina pectoris; infarto agudo del miocardio (IMA), en el encéfalo: Trombosis arterial intracraneana, en vasos sanguíneos: Aneurisma disecante, arteriopatía oclusiva, en el riñón: Insuficiencia renal.1
Por la etiología:
Hipertensión primaria: también llamada idiopática o esencial, se dice que aproximadamente del 90 al 95% de todas las personas que presentan HTA tienen HTA primaria. Este término significa simplemente que no se conoce causa orgánica evidente.1 Los componentes hemodinámicos y fisiológicos (p. ej., volumen plasmático, actividad del sistema renina-angiotensina) varían, lo que implica que la hipertensión primaria tiene pocas probabilidades de deberse a una sola causa. Incluso aunque un solo factor sea responsable al comienzo de la enfermedad, numerosos factores pueden estar comprometidos en el mantenimiento de la hipertensión (teoría del mosaico). En las arteriolas sistémicas aferentes, el funcionamiento anormal de las bombas iónicas o de las membranas del sarcolema de las células del músculo liso puede aumentar el tono vascular en forma crónica. La herencia constituye un factor predisponente, pero el mecanismo exacto es incierto. Los factores ambientales (p. ej., sodio de la dieta, obesidad, estrés) sólo parecen afectar a las personas con susceptibilidad genética subyacente a edades más jóvenes; sin embargo, en pacientes > 65 años es más probable que la alta ingesta de sodio precipite la hipertensión.8
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