ETAPA MADUREZ. ETAPA VEJEZ

ETAPA MADUREZ

Desarrollo biológico.

La madurez se caracteriza por la declinación de las capacidades físicas.  Estos cambios comienzan a aparecer a partir de los 40/ 50 años de manera gradual. Algunos signos son:

-La piel se arruga, se vuelve flácida debido a la pérdida del depósito graso y de colágeno. Pueden aparecer manchas en la piel. El pelo se vuelve más fino, canoso,  una disminución en la sustitución de la pérdida de cabello y una disminución en la producción de melanina. Las uñas se vuelven más frágiles, y más gruesas.

-Aumenta el peso y disminuye la altura.  

-Pérdida de la masa muscular (sarcopenia), pérdida de fuerza en las piernas y espalda, riguiez en las articulaciones o dificultad en el movimiento. Comienza la pérdida paulatina de la masa ósea acelerándose a partir de los 50 años.

-Disminución para enfocar y mantener la imagen en la retina, fijarse en objetos cercanos lo que anuncia el uso de lentes bifocales. Disminución de suministro sanguíneo al globo ocular, produciendo un aumento del tamaño del punto ciego.

-Reducción de la capacidad auditiva. Disminuye de la sensibilidad a frecuencias elevadas.

-Cambios en el funcionamiento del sistema cardiovascular que provoca enfermedades repentinas como la hipertensión,  niveles elevados de colesterol. Aumento de la presión arterial.

-Disminución paulatina de las horas de sueño, aumenta las horas de vigilia y disminuye las horas de sueño profundo.  

Algunos problemas de salud que presentan los adultos son el sobrepeso, hipertensión, estrés, artritis. En algunos casos comienza las llamadas enfermedad crónicas. Son trastornos que aparecen de manea lenta y suelen extenderse a lo largo del tiempo.  

-En las mujeres disminuye la fertilidad, proceso denominado climaterio o menopausia. Se estima que aproximadamente se finaliza el periodo de fertilidad hacia los 51 años. Existe una disminución de la producción de estrógenos en los ovarios, manifestándose en sofocos, nauseas, fatiga, ritmo cardiaco acelerado, irritabilidad.

-En los hombres disminuye el nivel de hormonas (testosterona) y la actividad sexual pero no pierde su capacidad para engendrar. Se observa una disminución en la producción de espermatozoides. Las erecciones se vuelven menos firmes y frecuentes y se precisa mayor estimulación para alcanzarla debido a la disminución de las hormonas.

Desarrollo cognitivo.

-Aumento de la inteligencia cristalizada y disminución de la inteligencia fluida.

-Disminución del proceso de la información de manera paulatina.

-Disminución en la  memoria de trabajo que está relacionada con la memoria a corto plazo.

-Aumento del conocimiento experto: compresión de un campo de saber concreto.

-Adecuado uso de estrategias para resolver problemas prácticos.

-Evaluación de su ocupación actual y planes futuros. Adaptación a los desafíos que producen la actualización de conocimientos y el avance de la tecnología.

-Aprender a disfrutar del trabajo y los momentos de ocio para regular la actividad física.

-Evaluación del sentido de la vida, relacionado en ocasiones con la religión.

Desarrollo socioemocional del adulto intermedio.

La adultez intermedia es una etapa del ciclo vital que abarca la edad de los 35/ 40 años a los 60 años aproximadamente. Se caracteriza por la madurez de su estado físico y orgánico, mayor responsabilidad en sus acciones y mayor tiempo dedicado a su trabajo, profesión.

Desde la teoría psicosocial de Erickson se encuentra atravesando una crisis entre dos polaridades, Productividad frente Estancamiento. La productividad es el deseo de legar a la humanidad, algo de sí mismo, algo que sea útil para las generaciones venideras. Por ejemplo, desde el aspecto biológico podría ser un hijo, desde su rol parental un estilo de educación y crianza, desde lo laboral el conocimiento, habilidades sobre una tarea específica, transmitiendo a otros este aprendizaje, o bien desde lo cultural conservar o renovar ideologías, creencias, tradiciones o espacios culturales. Las tareas de productividad son aquellas que se caracterizan por beneficiar a la comunidad. El adulto es consciente que no vivirá para siempre, entonces intenta trascender a través de sus pensamientos y acciones. En esta crisis, interviene la creatividad y el compromiso para preservar y optimizar los procesos sociales. El adulto se siente capaz de colaborar con las nuevas generaciones. Si el adulto, está centrado en sí mismo, con conductas narcisistas o negativas, queda estacando en este ciclo vital. Nos referimos con estancamiento al hecho de que las personas que nada más alcanzar la edad madura, los cuarenta años, se consideran ya viejos. Es un adelantamiento de la etapa de la vejez, es decir, una asunción prematura de este período. En consecuencia se produce una pérdida del entusiasmo por la vida, se deprimen y muestran una actitud derrotista. Esta actitud conlleva a la autocompasión y a pensar que no tienen nada que ofrecer a los demás, que son inútiles. Se vuelven pasivos y ensimismados. Fruto de este temple depresivo solo ven los fallos en el género humano. Puede aparecer crueldad con los hijos y crítica constante hacia ellos, abuso de poder y uso autoritario del mismo, y todo ello debido a un sentimiento general de tener una vida insatisfecha. Estas personas se preguntan '¿qué estoy haciendo yo aquí?'. 

• Si la crisis se supera con éxito hablamos de personas generativas y productivas. La productividad es una extensión del amor hacia el futuro, tiene que ver con una preocupación auténtica sobre la siguiente generación y todas las demás futuras. Estas personas se implican en hacer del mundo un lugar mejor y cuando hacen un recorrido visual a lo largo de su ciclo vital se sienten más satisfechos, se describen como menos egocéntricos e inmaduros de lo que lo han sido de jóvenes. Prevalece una actitud de funciones auténticas. Son capaces de equilibrar el trabajo y la diversión. Conocen la importancia de desarrollar una filosofía de vida y un código ético. Tienen una visión muy positiva de la vida, se valoran como personas y se dirigen hacia sí mismas. Estas personas no temen a la siguiente etapa, como he mencionado anteriormente. Son, en general, personas procreativas que ofrecen cosas a la generación venidera.
• Si la crisis no se supera con éxito tendremos personas estancadas que adelantan su etapa de vejez. No son capaces de ver las aportaciones que pudieran ofrecer a las siguientes generaciones, por tanto se trata de personas pasivas de actitud enormemente derrotista.

Es un tiempo para pensarse a sí mismo, pensar en los objetivos cumplidos, en su relación con los demás. En la adultez temprana, la persona establece objetivos acerca de la familia que quiere formar, de su trayectoria profesional que en la década de los ´30 intentará desarrollar. Una vez que cumpla dichos objetivos es hora de reflexionar sobre lo vivido y preguntarse ¿Y ahora? El adulto entre los 40 años y los 50 años se enfrenta a cuatro conflictos ¿soy joven o soy viejo? ¿soy destructivo o soy constructivo? ¿Soy masculino o soy femenina? ¿Estoy unido a otro o separado de los demás? Comienza un cuestionamiento acerca de varios aspectos de su vida que llevan a un periodo de crisis. Sin embargo su resuelve estas polaridades aceptando su nueva condición como parte de su ser, la etapa es resuelta con éxito.  La magnitud de la crisis se relaciona con los acontecimientos vivenciados en la infancia, en la adolescencia y juventud y la crianza de sus padres. Evalúa y se identifica con las fallas que tuvieron sus padres, y descubre la verdad de su infancia. Es un momento de reflexión que a veces lleva a hacer las paces con los padres. El adulto debe hacer frente a un vacío entre lo que generó en el pasado y lo que se suspende en el futuro incierto. Es necesario aclarar que no es una crisis omnipresente, es decir, que puede o no ser experimentada.

Los acontecimientos vitales de esta etapa están relacionados con el matrimonio, la viudez, un nuevo empleo, accidentes, nacimiento de hijos, el cuidado de los padres. Estas situaciones pueden afrontarse a partir de la resiliencia o bien llevarlo a vivir con estrés. Generalmente en la mujer el estrés está vinculado con las relaciones interpersonales, ya sean de tipo laborales o familiares como por ejemplo la muerte de un ser querido, una enfermedad crónica, la falta de apoyo emocional de parte de la familia o en el trabajo. En el hombre, el estrés aparece con aspectos vinculados a su yo, es decir, por los logros personales alcanzados. En la madurez la persona muestra una mayor estabilidad en la personalidad, que le beneficia al momento de resolver situaciones traumáticas, cambios.

En esta etapa, se busca una pareja para vivir un amor afectuoso o de compañía, donde se prioriza más la lealtad, la seguridad y la estabilidad emocional. Existe una base sólida y profunda en la relación, comparten más actividades en forma conjunta.

El nido vacío es un proceso de duelo que elaboran los padres en el momento en que parte de la casa paterna, el último hijo. Existe un desajuste y desequilibrio que enfrenta a los cónyuges a un nuevo modo de vida. La ausencia de los hijos deja un vacío existencial. Los padres deben reorganizar su vida en función de ellos mismos y no de sus hijos.  Si existen los dos cónyuges, es un momento de enfrentar la relación que quizás descuidaron por atender a sus hijos y al trabajo. Pueden existir divorcios en esta etapa ya que consideran que nada más los une. Así también, pueden reorganizar sus vidas en función a lo que cada uno le apasiona, compartir momentos juntos, dedicarse al otro o a sí mismo. A veces, el nido vacío no es experimentado por las parejas ya que los hijos no abandonan el hogar, o bien, hacen de la familia nuclear una familia extensa. También, el nido vacío es interrumpido por el divorcio de un hijo que vuelve al hogar.

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