ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Ebola.


Enviado por   •  27 de Enero de 2015  •  Tesis  •  3.209 Palabras (13 Páginas)  •  141 Visitas

Página 1 de 13

TEMA: El Ebola

Introducción: En esta mesa redonda se tratara el tema que en la actualidad es uno de los problemas mas graves en el mundo, principalmente se dice que broto en africa, a continuación cada uno de nostros dara su punto de vista sobre dicho tema.

Desarrollo:

El ébola es una enfermedad infecciosa viral aguda que produce fiebre hemorrágica en humanos y primates (monos, gorilas y chimpancé), causada por el virus del Ébola, que se describió por primera vez en el año 1976 por el Dr. David Finkes, cuando se presentaron varios casos de fiebre hemorrágica en Zaire y Sudán. El nombre del virus se debe al río Ébola, geográficamente ubicado en Zaire.

El virus del Ébola está considerado como sumamente infectivo, debido a su alta tasa de mortalidad, la rapidez con la que provoca la muerte y las zonas remotas donde se producen las infecciones. Se transmite a los humanos a través del contacto con un animal huésped infectado vivo o muerto (monos, murciélagos, antílopes…) y se disemina de persona a persona por el contacto con la sangre, tejidos, secrecciones y los fluidos corporales del sujeto infectado, y por el contacto con equipo médico contaminado, tales como agujas.

Las infecciones por virus del Ébola son agudas y no existe el estado de ‘portador’. Debido a que el reservorio natural del virus es desconocido, la manera en que el virus aparece por primera vez en un ser humano en el inicio de un brote no se ha determinado aún.

La transmisión nosocomial se refiere a la propagación de una enfermedad dentro de un centro hospitalario, este tipo de transmisión ocurre con frecuencia durante los brotes de virus del Ébola. En la mayoría de los centros de salud de África los pacientes son atendidos sin mascarilla, batas o guantes. Además, cuando las agujas o jeringas que se utilizan pueden no ser del tipo desechable, si se contaminan con el virus y luego se vuelven a utilizar, muchas personas pueden ser infectadas.

De hecho, si se produce la muerte del afectado por el virus, el protocolo indica que no se le puede realizar la autopsia por el alto riesgo de contagio por los fluidos de la víctima, por lo que deberá ser incinerado.

Síntomas de la infección por virus Ébola

El período de incubación de esta enfermedad oscila entre dos y 21 días, después de los cuales ocurre el inicio de los síntomas del ébola, aunque lo más habitual es que aparezcan entre el octavo y el décimo día:

Fiebre alta y repentina.

Dolor de cabeza.

Molestias en las articulaciones y fuertes dolores musculares.

Dolor de garganta y debilidad generalizada.

Diarrea, vómitos y dolor de estómago.

Aparición de una erupción rojiza en la piel.

Congestión conjuntival (ojos rojos).

Alteración de la función renal y hepática.

En algunos afectados pueden observarse hemorragias internas y externas.

La razón por la cual algunas personas son capaces de recuperarse de ébola y otros no sigue siendo un misterio para los científicos. Sin embargo, se sabe que los pacientes que fallecen, por lo general no han desarrollado una respuesta inmunológica significativa para el virus en el momento de la muerte.

Así como a mediados del siglo IX se hablaba de que un fantasma recorría Europa –en alusión al comunismo–, ahora podríamos afirmar que la sombra de una enfermedad mortal y aún sin cura amenaza al planeta.

Se trata de un padecimiento altamente contagioso y de consecuencias funestas, pues su tasa de mortalidad es del 90%. Me refiero, por supuesto, al ébola, enfermedad infecciosa viral aguda que produce fiebre hemorrágica en humanos y primates, y que ha tenido un repunte en las últimas semanas en varios países de África Occidental, lo que ha despertado una enorme y justificada preocupación en todo el mundo.

El problema empieza por el difícil control de este mal, pues no existe todavía un tratamiento o vacuna para la enfermedad hemorrágica del Ébola, como se le llamó en un principio. Se sabe, sí, que se deriva de diferentes cepas, que se han detectado lo mismo en macacos que en gorilas y otros primates, aunque la versión más recurrente apunta a un tipo de murciélago como huésped natural del virus en África.

El nombre de esta enfermedad proviene del río Ébola, en la República Democrática del Congo (antes Zaire), debido a que fue en una aldea cercana a ese río donde se dio, en 1976, uno de los primeros brotes epidémicos provocados por el virus.

Sus principales manifestaciones son, de acuerdo con información de la Organización Mundial de la salud: aparición súbita de fiebre, debilidad intensa y dolores musculares, de cabeza y de garganta, lo cual va seguido de vómitos, diarrea, erupciones cutáneas, disfunción renal y hepática y, en algunos casos, hemorragias internas y externas. La transmisión del virus de persona a persona ocurre por el contacto directo o indirecto con sangre y otros líquidos corporales.

Como decía antes, los primeros casos de la enfermedad se remontan a los años setenta del siglo pasado. A mediados de la década de los noventa hubo nuevos brotes y desde entonces se ha presentado cada uno o dos años, sobre todo –pero no solamente– en el Congo y Uganda. El brote actual, que comenzó en marzo pasado en Guinea, y se ha extendido a Liberia y Sierra Leona, ya ha dado lugar a cerca de 2800 casos y cobrado la vida de más de 1300 personas.

Hasta ahora el mal no ha rebasado las fronteras del continente africano, pero es tan contagioso que nada asegura que permanezca circunscrito a esa región, y menos aún se prevé su erradicación al corto plazo. Ya diversos organismos internacionales vinculados a la salud pública han establecido un estricto cerco para evitar una epidemia que tendría gravísimas consecuencias en el orbe.

Por lo que toca a México, se nos ha dicho que afortunadamente aquí no hay vestigio alguno de tal enfermedad, lo cual no quiere decir que dejemos de actuar con toda conciencia y un gran sentido preventivo en aeropuertos o terminales portuarias, donde pudieran darse contactos con viajeros provenientes de los países donde se ha manifestado el brote reciente.

Y muy importante será que confiemos en la ciencia, por lo que esperaríamos que los centros de investigación más importantes del mundo sostengan una comunicación e intercambios eficaces y permanentes, sin egoísmos –y ya no digamos afanes comerciales en aras de conseguir

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (21.4 Kb)  
Leer 12 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com