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Enviado por   •  11 de Junio de 2014  •  975 Palabras (4 Páginas)  •  181 Visitas

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BIODIVERSIDAD Y LA BIOMASA DE LA REGIÒN COSTA

BIODIVERSIDAD

Las Islas Galápagos (Ecuador) son consideradas por los científicos más importantes del mundo, como el más maravilloso ecosistema del planeta, el archipiélago de Galápagos sirvió de base científica para el desarrollo de la Teoría de la Evolución de las Especies de Charles Darwin. Este paraíso de biodiversidad aglutina a 19 islas: 13 mayores y 6 menores y 42 islotes. La tierra es de origen volcánico y las especies que allí habitan no sufrieron la depredación del hombre. Para orgullo del Ecuador y buscando preservar su integridad, la Unesco declaró a Galápagos Patrimonio Natural de la Humanidad

FLORA

La flora de las islas es tan interesante como diversa. En las islas Galápagos se pueden identificar tres zonas principales: una zona litoral, una zona árida y una zona de transición. También se puede señalar zonas de miconia y de helechos en las islas. Los manglares son el principal tipo de plantas de la zona litoral, en la que las plantas son capaces de tolerar niveles altos de sal.

Se han identificado en el Archipiélago de Galápagos 220 especies de plantas endémicas, 399 nativas y 119 introducidas; esta flora fue transportada por los vientos, el mar, el hombre o bien por las propias aves que emigraron desde el continente llevando en sus plumas, patas y picos algunas semillas y esporas que pudieron germinar en el suelo insular, modificando, con el transcurrir del tiempo, su propia estructura y fisiología como resultado de su aclimatación al nuevo medio de vida.

Debido a estas adaptaciones algunas especies de las islas son únicas en el mundo, y muchas son similares a las del continente americano.

FAUNA

Los animales de Galápagos son únicos en el mundo, esto se debe al medio ambiente que los rodea. Esta exótica vida salvaje solo puede ser admirada en este grupo particular de Islas encantadas ubicadas en el océano Pacifico.

Las Galápagos ofrecen la oportunidad única de disfrutar de una variedad increíble y específica de fauna endémica. Animales como las tortugas gigantes de Galápagos, iguanas marinas y terrestres, lagartijas de lava (7 especies), cormorán no volador, dos especies de gaviotas, los famosos pinzones de Darwin y la única especie de pingüinos que viven en aguas tropicales. Animales como los albatros solamente se reproducen en la isla Española, mientras que las colonias de piqueros patas azules, piqueros patas rojos, piqueros enmascarados se encuentran junto a las fragatas. Los lobos marinos y lobos peleteros se encuentran en las costas de las islas, también se pueden apreciar los delfines, ballenas, tiburones martillo, tortugas de mar y muchas especies más que habitan la Reserva Marina de Galápagos.

El valor de las islas como espacio natural que alberga ecosistemas y especies únicas, así como su importante fuente de bienes y servicios para la población local, el Ecuador y el mundo, es incuestionable BIOTAS

BIOMASA

El hecho insular lo define el aislamiento. Las islas sensu stricto(3) son ecosistemas con mayor o menor clausura en función de los vectores de dispersión y la distancia que medie con otras tierras, pues el mar constituye una barrera infranqueable para muchas especies terrestres. Lógicamente, esto tiene menor trascendencia en las islas que al desgajarse de la masa continental, parten con una dotación biológica más o menos completa, pero es un hecho conocido que las biotas de las islas surgidas del fondo oceánico son disarmónicas (Carlquist, 1974), faltando especies o grupos enteros que fueron incapaces de superar el brazo de mar para colonizar el suelo insular.

Como consecuencia de este filtro selectivo, las comunidades biológicas de islas oceánicas se estructuran con pocos elementos; suelen ser pobres en especies, tanto más, cuanto mayor es la distancia al continente, y menor el tamaño de la isla. Además, el tamaño de la isla, si es reducido, coarta la estructura trófica de las biocenosis terrestres, faltando los niveles superiores (p.ej. grandes herbívoros o carnívoros). Y de estas peculiaridades ecológicas surge la permeabilidad de las comunidades naturales insulares ante la irrupción de especies introducidas por parte del hombre (v. Whittaker et al. 2007).

Por otro lado, el factor aislamiento, conjugado con el tiempo, la historia geológica, y la compartimentación ambiental de la isla, propician la formación de endemismos locales (neoendemismos), siendo este hecho, quizás, el más distintivo del fenómeno insular, sobre todo, en islas de origen oceánico. Y de nuevo, aquí la distancia y el tamaño, además de la edad, juegan a favor de una biodiversidad de corte exclusivo, aunque frágil. Tampoco hay que olvidar que muchas islas continentales, debido a que las grandes fluctuaciones climáticas les afectan de modo amortiguado, han actuado de refugio para muchas especies continentales que, en caso de extinguirse en el Continente, devienen en paleoendemismos insulares. En ambos casos, el resultado final es que las islas suelen estar preñadas de endemismos.

Las biotas insulares, por su fragilidad ecológica, han sufrido un impacto muy severo con la presencia de nuestra especie. Una buena parte del daño causado se justifica en las necesidades del bienestar humano, otra parte es resultado de nuestra torpeza o avaricia, y una tercera parte, la que suele pasar inadvertida, la provocan las especies invasoras introducidas involuntariamente. Es prácticamente imposible revertir la situación, y a lo sumo podemos aspirar a reparar algo del daño causado. Lo que, en principio, sí está en nuestras manos, es no sacrificar más biodiversidad y evitar los impactos innecesarios de cara al futuro. Este es el reto del desarrollo sostenible en cualquier sociedad moderna, sólo que en las islas adquiere un matiz especial. En cierta ocasión, y refiriéndome a mi tierra, escribía: "Canarias no puede ser homologada a un territorio cualquiera. Desarrollar en Canarias es como jugar a la pelota en una tienda de porcelana. Es una cuestión de ciencias naturales, no de chauvinismo" (Machado, 1992).

La metáfora es aplicable a cualquier isla oceánica y su mensaje algo que los isleños deberían tener siempre presente, y los políticos no olvidar jamás.

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