Ejemplo de evolución: Evolución del pez ciego

Ejemplo de evolución: Evolución del pez ciego

En las cuevas de la Sierra del Abra, en el noreste de México, se puede encontrar varios afluentes de agua provenientes de varios arroyos y ríos de la zona, así pues existe gran variedad de animales que lo habitan, sin embargo en las aguas que transitan dentro de las cuevas se pueden observar dos poblaciones de peces morfológicamente diferentes; uno de superficie y otro que habita en las profundidades de las cavernas, pero que pertenecen a la misma especie: Astyanax mexicanus. Los peces de las profundidades presentan degeneración ocular, aumento del tamaño corporal y despigmentación, dichas características son principalmente dirigidas a la supervivencia de la especie y  son resultado de la evolución y adaptación; ya que al vivir en cavernas en donde la luz prácticamente no existe, el sentido de la visión se vuelve inútil e innecesario, por lo que durante el transcurso del tiempo y la evolución este sentido se ha ido perdiendo, además de ir adquiriendo nuevas peculiaridades que le ayudaran para adecuarse a su hábitat. Varios científicos han demostrado que la disminución del tamaño ocular incide en el ahorro de energía del pez; así pues se inició un experimento en el cual se calculó el consumo de oxígeno en los ojos y de las regiones cerebrales que se invierten en la visión, tanto en peces con vista y en los que carecen de ella, obteniendo como resultado que los peces ciegos gastan un 15% menos de energía y oxígeno a diferencia de los que sí pueden ver. Teniendo en cuenta  el resultado del experimento y las características de la cueva, en la que tanto el oxígeno como la comida no abundan, se puede asegurar que es el ambiente idóneo para el espécimen, ya que al disminuir su capacidad visual también ha disminuido su consumo de oxigeno permitiéndole vivir sin problema en la cueva; este es un gran ejemplo de evolución y de selección natural, la cual ha favorecido a los peces con capacidad visual disminuida. Sin embargo la evolución no es un proceso simple, más bien es un conjunto de cambios que ocurren simultáneamente, en el caso del pez, la perdida de la visión también puede estar acompañada de otros cambios en su morfología, como por ejemplo la disminución de las células de la vista por el aumento de las células gustativas, que lo ayudaran a encontrar comida sin valerse de su visión en un ambiente de oscuridad; también el aumento del tacto que le permite detectar el más mínimo movimiento en el agua, teniendo un gran sentido de supervivencia en el cual no es necesario su visión para huir de los depredadores, otro cambio favorable es la  despigmentación epidérmica que sufren ya que al vivir en la oscuridad no necesitan ningún pigmento que proteja su piel de los rayos solares. En conclusión los peces ciegos han ido desprendiéndose de los sentidos que les resultan innecesarios pero desarrollando y perfeccionando cualidades que se volverán propias para la supervivencia, marcando la diferencia con sus “primos” de la superficie. (Camila, 2015; Lado B, 2014; Nuez, 2014)

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