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El Cerebro


Enviado por   •  11 de Abril de 2015  •  5.302 Palabras (22 Páginas)  •  225 Visitas

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Del latín cerebrum, el cerebro es uno de los centros nerviosos que constituyen el encéfalo. Se encuentra ubicado en la parte superior y anterior de la cavidad craneal y aparece en todos los seres vertebrados.

En tan solo un kilo y medio de materia se albergan cerca de un billón de conexiones gracias a las cuales somos capaces de recordar, imaginar, crear... Voraz consumidor de energía, el cerebro tan solo representa el 2% del peso de nuestro cuerpo, pero de él parten todas las órdenes que terminan regulando nuestro organismo. De lo simple a lo complejo. Ha sido objeto de estudio desde tiempos inmemoriales, aunque con acierto apenas hace ciento cincuenta años.

En los seres humanos, el cerebro pesa entre 1,3 y 1,6 kilos. La corteza cerebral (es decir, la superficie del cerebro) alberga unos 22.000 millones de neuronas, de acuerdo a lo expresado en los estudios médicos más reconocidos.

El cerebro es el órgano encargado de controlar y coordinar todos los movimientos que realizamos y de procesar la información sensorial. Por otra parte, se dedica a regular las funciones homeostáticas, como la presión sanguínea, la temperatura corporal y los latidos del corazón.

En definitiva, el cerebro es el responsable del aprendizaje, la cognición, la memoria y las emociones. Su funcionamiento se realiza a través de la interacción entre sus distintas áreas.

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El cerebro está dividido por una fisura longitudinal que permite distinguir entre dos hemisferios cerebrales: el derecho y el izquierdo. A su vez, cada hemisferio presenta otras fisuras, pero no tan profundas, que dividen la corteza cerebral en distintos lóbulos.

El hemisferio izquierdo se encarga del reconocimiento de la escritura y la coherencia entre los distintos vocablos que forman una oración, así como de la comprensión del habla, de los números y las operaciones matemáticas y lógicas, e incluso de la abstracción necesaria para expresar ideas de forma oral o gestual.

Si bien la ciencia no ha logrado descifrar los mecanismos que utiliza el cerebro para partir de un determinado grupo de ideas, que hayan sido convertidas en palabras, relacionarlas entre sí y finalmente construir una oración o idea más compleja, se cree que antes de asignar un vocablo a un concepto, la mente intenta comprenderlo de manera independiente; por eso somos capaces de aprender diferentes idiomas, y de mirar el conocimiento desde varias perspectivas culturales. Cabe mencionar que los tests de inteligencia se centran principalmente en el rendimiento del hemisferio izquierdo, dado que la mayoría de sus funciones están relacionadas con la consciencia, con el análisis y la medición, con la exactitud y la expresividad.

El hemisferio derecho, de manera complementaria, tiene en su poder la integración de información visual y sonora, para colaborar con la orientación en el espacio y entender el mundo a través de los sentimientos y de las sensaciones; trabaja de una forma casi opuesta al izquierdo, intentando aunar los conceptos en un todo, en lugar de dividirlos en pequeñas porciones. Este hemisferio se considera el más activo en personas con habilidades para el arte en general. Un ejemplo muy interesante explica que si nos encontramos inesperadamente con alguien conocido, es precisamente esta región la que realiza el pertinente reconocimiento facial, aunque necesita del posterior trabajo del hemisferio izquierdo para hallar en nuestra memoria su nombre y otros datos personales.

Historia

inteligencia Natural, Biológica, Evolutiva... Desde tiempos de Platón, que se sepa, se viene debatiendo cuál es el papel jugado por la educación en nuestra inteligencia. Para el filósofo, de poco servía la enseñanza a personas que demostraban una capacidad mental limitada. Porque, ya lo intuían en la Antigüedad, en el cerebro, en ese armazón de poco más de un kilo de peso, se encuentra la esencia del intelecto.

Mientras los egipcios sacaban el cerebro a sus muertos porque estaban en la creencia de que no les serviría de nada en el otro mundo, otras culturas creían que el líquido cefalorraquídeo que baña el cerebro era donde se albergaba el alma.

Así lo pensaba el médico griego Galeno en el siglo II después de Cristo. Los mismos griegos en la Antigüedad no tenían claro si la mente estaba en el cerebro o en el corazón.

Franz Joseph Gall elaboró la Teoría de la Frenología

Sea como fuere, y siguiendo el recorrido histórico, el estudio del cerebro y de la inteligencia parte de tiempos bastante recientes. Fue realmente Charles Darwin quien hizo que la cuestión que tratamos cobrara pujanza, como con otros asuntos de trascendental importancia. A raíz de “El Origen de las Especies” se puso sobre la mesa el debate de la evolución y de la selección natural íntimamente ligados.

Y, como si todo quedara en casa, un primo de Darwin, Francis Galton, publicó en 1869, diez años después que aquél, la obra“Hereditary Genius” (Genio Heredado), donde traza un estudio analítico de distintas famiCerebrolías destacadas en distintas áreas de la vida, llegando a la conclusión de que la capacidad intelectual se heredaba.

Aunque no tenía en cuenta el hecho de que las familias más pudientes podían ofrecer más oportunidades a sus hijos, de sus estudios se desprendía que la reproducción selectiva podía conducir a crear seres humanos con mejores capacidades.

Y fue en esos años, como ahora veremos, a finales del siglo XIX cuando se comienza a estudiar con más o menos acierto el cerebro humano.

La Práctica Conduce al Conocimiento. Phineas Cage, Tan-Tan, Kevin...

Corre el año 1860, un hombre conocido con el nombre de Kevin y que padece epilepsia es tratado por el neurólogo Guillaume Duchenne. Tiempo atrás, intentando tratar su dolencia, fue intervenido, le seccionaron la corteza callosa, el haz de tejidos nerviosos que une los hemisferios del cerebro.

Kevin no solo no mejoró su estado sino que empeoró notablemente. Solo escuchaba por el oído izquierdo, y aunque el oído derecho parecía estar en perfecto estado, no era receptivo en absoluto. Por si fuera poco, la visión, también en el lado derecho, la había perdido.

Gracias a los estudios practicados sobre Kevin, Duchenne comenzó a entender cómo se comportan los hemisferios de nuestro cerebro que, como es ampliamente conocido, tienen una forma opuesta de actuar. Nuestros músculos, a uno y otro lado del cuerpo, se mueven cuando siguiendo órdenes enviadas por la parte contraria del cerebro.

Así, si movemos la mano izquierda es como consecuencia

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