El Desarrollo de la Visión

EL DESARROLLO DE LA VISIÓN

INTRODUCCIÓN

Desde hace siglos, se ha creído que los bebés nacían prácticamente ciegos y tardaban un tiempo en poder reconocer e identificar objetos. Actualmente, se conoce que la visión es el sentido que más tarda en desarrollarse completamente, sin embargo, los recién nacidos detectan algunos patrones visuales y en unos pocos días, comienzan a orientarse más a unos estímulos que a otros.

Nos basaremos en McShane (1991), principalmente, para entender cómo se desarrolla la visión y veremos algunos datos sobre procesos visuales básicos en la percepción visual y de la profundidad.

PROCESOS VISUALES BÁSICOS

1. ACOMODACIÓN VISUAL

Gracias al ojo, podemos enfocar objetos a diferentes distancias.

La metodología: Un experimento es la retinoscopia, consiste en prestar un objeto a un bebé a varias distancias para ver la respuesta visual.

Otra técnica es la fotorrefracción, al igual que en la anterior técnica, se prestan objetos a distintas distancias desde el primer día de nacer los bebés. En esta técnica no sólo detecta la acomodación visual, sino la respuesta ocular ante los estímulos.

Resultados: Se encontró que antes de un mes la acomodación visual es muy baja pero a partir del segundo mes mejora sensiblemente, y alcanza un nivel próximo al adulto a los 4 meses.

Hasta el último día, parece que los bebés enfocan mejor de carca, pero a partir de esa edad, su acomodación visual mejora sensiblemente en objetos más lejanos.

1. AGUDEZA VISUAL

Es la medida del detalle con que se perciben los rasgos de un objeto o estímulo visual.

Se ha estudiado mediante rayas verticales blancas y negras más o menos finas para su visualización. Se basa en el fenómeno del nistagma optocinético.

Los resultados: a las dos semanas la agudeza visual es 1/30 la del adulto, y a los seis meses, 1/10 de la del adulto.

Otra técnica es la actividad eléctrica cerebral, con esta técnica se observa que a partir de las seis semanas vida, la mejora de agudeza visual es mucho más rápida de lo que señalan las técnicas anteriores.

1. SENSIBILIDAD DEL CONTRASTE

Los resultados de las medidas en función a la sensibilidad del contraste en bebés muestran que son más sensibles que los adultos. Sin embargo, los bebés el que los bebés sean más sensibles a frecuencias espaciales bajas significa que percibirán mejor los objetos cercanos que lejanos.

1. PROFUNDIDAD VISUAL

Para poder ver la profundidad visual el adulto, se guía por distintos tipos de indicios: binoculares, monoculares y cinéticos.

•             Indicios binoculares:

• Experimento: fijemos la vista en un punto lejano acercando o alejando un lápiz de nuestro rostro: el lápiz parece doble. Al contrario, si miramos un paisaje a través de un cristal sudo, hacemos converger nuestros en la mota de polvo del se desdobla el paisaje del fondo. Así podemos visualizar la profundidad.

• Resultado: en las primeras semanas de vida, la convergencia de los ojos del bebé es muy pobre por lo que, probablemente, la visión del recién nacido es doble. No es hasta los 5-6 meses cuando se consigue una convergencia bastante precisa de ambos ojos.

•             Indicios monoculares:

• Experimento: la ventana trapezoidal. Consiste en utilizar una ventana trapezoidal deformada, en la que uno de los lados es más largo que el otro para ver si los bebés visualizan la profundidad al intentar coger el triángulo.
• Resultado: sólo a partir de los 7 meses intentaban coger la parte que parece más cercana, como hacen los adultos.

•          Indicios cinéticos:

• Experimento 1: la percepción del “abismo visual”. estudia la respuesta de distintos animales recién nacidos (cabras, monos rhesus, polluelos, gatos) cuando se les colocaba encima de la parte que simula visualmente un desnivel marcado.

Gibson y Walk estudiaron a bebés de edades entre 6 y 7 meses, y observaron que prácticamente ninguno se atrevió a atravesar el lado del «abismo». Sin embargo, teniendo en cuenta que a esa edad los bebés han tenido una gran cantidad de experiencia visual, no podían determinar si la percepción de la profundidad y del miedo al abismo son resultado de esta experiencia o están presentes desde mucho antes.

Para conocer si en los bebés, la percepción de la profundidad y del medio al abismo, desde cuando están presentes, varios autores, han realizado distintos experimentos usando el aparato del abismo visual con bebés mucho más pequeños. En uno de ellos, se colocaba al bebé en un carrito que era empujado desde la zona visual «sólida» hasta la zona profunda o abismo visual, tomando medidas de su mirada y ritmo cardiaco.

...