El Temperamento

Controla el temperamento de tu hijo

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Controla el temperamento de tu hijo

Los padres podemos facilitarle el camino a nuestros hijos y aumentar sus posibilidades de éxito en la vida si simplemente nos adaptamos a ellos en lugar de combatir lo que son

Para enseñarles a controlar su temperamento, es necesario:

• Reconocer y aceptar su temperamento.

• Modificar la manera de enseñarles a moderar su carácter.

• Recompensarlos cuando demuestren que están controlándose. Manifestar, con consecuencias consistentes, cuando no se controlen.

TIPOS DE TEMPERAMENTO

Intenso/agresivo: Tienen un alto nivel de actividad. Pueden ser agresivos o muy extrovertidos. Se prestan a berrinches y normalmente no pueden soportar frustraciones. Les cuesta trabajo contenerse.

Intenso/sensible: Son extremadamente sensibles. Pueden sentirse heridos con mucha facilidad. Reaccionan a la más ligera desaprobación verbal de un adulto. Pueden retraerse ante lo que consideren una crítica.

Reservado/dependiente: Son frágiles, miedosos y quisquillosos. Lloran fácilmente y les cuesta trabajo hacer amigos. Les asusta la separación de alguien querido y tratan de evadir cualquier situación nueva.

Sencillo/balanceado: Son sociables, de temperamento y comportamiento moderado. Presentan características de los tres tipos anteriores.

ESTRATEGIAS

No gritar. Consecuencias de hacerlo:

• Intenso/agresivo. Sólo amplifica su necesidad de tener lo que quiere o está pidiendo en ese momento.

• Intenso/sensible. Se retrae ante los gritos. Todo lo que se le diga perderá significado.

• Reservado/dependiente. Se encierra ante el grito y no escucha nada. Se vuelve más dependiente cada vez.

• Sencillo/balanceado. Al grito responde asustándose, re-trayéndose o enterciándose.

• Distraer sin ignorar: Enséñale a distraerse para que aprenda a controlarse.

Reconoce sus sentimientos y ofrécele alternativas para manejarlos.

• Calma a tu hijo, no lo "arregles": Cuando está lastimado emocionalmente, no lo apresures con una solución. Cada niño tiene formas y tiempos individuales para calmarse y aliviarse.

• Deja que tu hijo resuelva el dilema: No lo apresures, en poco tiempo sacará lo que le está molestando.

• Recompensa, no sobornes: La mejor manera de reforzar un buen control de temperamento es con un pequeño premio.

• Pon el ejemplo: Enseña a tus hijos a controlar su temperamento haciéndolo tú en todas tus actividades.

• Ayúdales a aprender a generar actividades que los calmen: Ellos se encuentran con situaciones nuevas continuamente. Ayúdalos a practicar regularmente aquellas actividades que los calmen.

• Sé paciente: Las técnicas pueden fallar, pero sé consistente y lograrás los cambios esperados.

SIEMBRA RESPETO

Toma en cuenta las necesidades y sentimientos propios de la edad de tu hijo. Incúlcale tus valores. Hazle saber qué espe-ras de él.

Usa técnicas de disciplina que refuercen lo que apoyas. Debes adaptar la técnica al temperamento de tu hijo. Utiliza estrategias que involucren cariño y establecimiento de límites.

Aprende a disculparte. Acepta un error cuando lo come-tas y discúlpate.

Actúa, no hables. Lo que hagas enseña más que lo que digas.

CREA RUTINAS Y RITUALES

Normalmente, lo que más gusta a los niños son las rutinas que se han creado en su familia, como desayunar juntos todos los días o ir al parque los sábados. Cuando una familia tiene muchas rutinas y rituales se crea un lazo entre sus integrantes, una especie de armadura que los protege de tentaciones externas y amenazas internas.

Los

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