El asesinato del profesor de matemáticas

El asesinato del profesor de matemáticas

A través del tiempo las matemáticas no han sido apreciadas ni vistas de la mejor manera por la mayoría de las personas. Esta ha sido siempre una de las asignaturas escolares que presenta mayor dificultad para los niños y los jóvenes. En la vida práctica nos han hablado de su importancia y de sus variados usos y aplicaciones. Sin embargo ahí precisamente radica uno de sus principales problemas, ya que en el aula de clase se dicta como una materia que maneja términos muy confusos que pocas veces se entienden, pero casi nunca los docentes mostramos su aplicación real y sobre todo como la podemos usar en nuestra vida cotidiana.

El libro de “El asesinato del profesor de matemáticas” del autor Jordi Sierra nos permite conocer otra forma de acercarnos a la matemática de manera práctica. A través de su lectura comprendí que hay otras formas de ver el mundo matemático y que es posible disfrutar de su aprendizaje. El tema central del libro, trata de como un profesor de matemáticas despierta el interés de sus estudiantes por esta asignatura a través de un juego que consiste en descifrar un enigma: el asesinato de él mismo. La lectura del libro se convierte así en una oportunidad de ir resolviendo los acertijos que el profesor dio a sus estudiantes para descubrir al culpable del asesinato. A medida que se avanza en la lectura estamos aprendiendo y aplicando fácilmente razonamientos matemáticos y de lógica. Lo que facilita el tema es que los protagonistas de la historia son tres estudiantes: Adela, Luc y Nico quienes eran muy buenos para todas las materias menos para matemáticas, al final del curso todo parecía indicar que reprobarían, así que el profesor Felipe les propone una segunda oportunidad para poder aprobarlas, un juego como examen.

Era viernes por la tarde, Adela, Luc y Nico estaban en un libre cuando, de repente, apareció herido, Felipe Romero. Los chicos corrieron en su ayuda pero ya no había nada que hacer, el Fepe murió delante de ellos, no se lo podían creer, el profesor de matemáticas había sido asesinado.

Antes de morir, el profesor comentó a sus alumnos que recogieran un sobre de su bolsillo que les conduciría hasta el asesino.

Los tres chicos se quedaron paralizados, pero pronto reaccionaron recordando lo que les había dicho Felipe que sólo tenían hasta las seis de la tarde, de lo contrario, el asesino escaparía. Adela, Luc y Nico tomaron el sobre, tenía escrito un uno, y dentro contenía un papel cuadriculado que ponía “No ir de pista en pista recogiendo los problemas, para resolverlos al final todos, porque entonces no les dará tiempo. Resuelvan cada problema y luego seguían la pista hasta el siguiente punto, donde habrá otro sobre como éste”, en total había ocho problemas de matemáticas y lógica, si los resolvían

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