El caso: El suelo

El caso: El suelo

Toda la vida terrestre, depende de la frágil y friable corteza de suelo que recubre los continentes. Sin ella, los seres vivos nunca habrían salido de los océanos. Es un manto que se forma con lentitud y se puede destruir con rapidez.

Uno de los problemas más importantes de suelo es la desertización. Proceso evolutivo natural que se da en una determinada región, dándole condiciones de tipo morfológica, climática y ambiental para que dicha región, se convierta en desierto. La causa natural primera es la prolongación de los períodos de sequía debido al calentamiento global.

Suele ser confundida con la desertificación (acción directa o indirecta del hombre), y en algunas ocasiones con la sequía. Pero en realidad, lo único que tienen en común es que el suelo juega un papel en todos ellos. No obstante, es mucho más correcto usar el término desertización, ya que el ser humano está presente en todos los ecosistemas, y es muy difícil delimitar qué es natural y qué inducido.

A continuación, en este proyecto nos quisimos profundizar en el estudio de esta problemática en Argentina.

Síntesis explicativa

La República Argentina ocupa más del 80% de su territorio con actividades agrícolas, ganaderas y forestales, generando un impacto importante en la base de sus recursos naturales, que se expresa en la actualidad con más de 60.000.000 de hectáreas sujetas a procesos erosivos de moderados a graves. Cada año se agregan 650.000 ha, con distintos grados de erosión.

Los pobladores de las zonas áridas enfrentan problemas de tenencia de la tierra, sumado al bajo valor de la producción primaria y a las dificultades de comercialización, generan pobreza y migración.

El 75% de la superficie argentina muestra signos de degradación o desertificación, problema que podría acelerarse en los próximos años a causa del cambio climático y de la alteración de los ecosistemas, y que ya provocó que el 12 % del territorio patagónico sea considerado “irrecuperable”. Y según un informe del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), en ese 75% de territorio, se asienta el 30 % de la población.

El territorio patagónico aparece como el más afectado, siendo que el 85 % de su superficie total tiene algún grado de desertificación, en tanto el 12 % presenta condiciones irreversibles. La evolución de la desertificación es “particularmente grave” en la Patagonia, el Chaco y el Noroeste del país, porque las zonas secas son las más pobres del territorio nacional. Otra de las provincias afectadas, es Mendoza, que debe afrontar la administración local, dado que el 72 % de su territorio presenta un alto o muy alto riesgo.

A estos factores, se le suman los impactos por la actividad

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