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El problema de la Inducción - Perspectivas de Karl Popper y Nelson Goodman


Enviado por   •  18 de Febrero de 2016  •  Monografías  •  2.133 Palabras (9 Páginas)  •  567 Visitas

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El problema de la Inducción
Perspectivas de
Karl Popper y Nelson Goodman

UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

FACULTAD DE CIENCIAS SOCIALES

CARRERA DE SOCIOLOGÍA

EPISTEMOLOGÍA DE LAS CIENCIAS SOCIALES

CATEDRA: Martini

Profesora Asociada Dra. Maria Martini

Este trabajo está orientado a entender la evolución y las posturas del problema de la inducción que ha tenido como iniciador a David Hume. Se trata de comprender el valor de la inducción en el proceso de construir conocimiento tanto científico como de la vida diaria.

Se plantea el abordaje de los distintos problemas de la inducción y sus respectivas soluciones desde las perspectivas de Karl Popper(Viena28 de julio de 1902 - Londres17 de septiembre de 1994) por un lado, y de Nelson Goodman (Maryland, Estados Unidos 7 de agosto de 1906 – Estados Unidos, 25 de noviembre de 1998) por el otro.

Uno de los principales debates en la historia del conocimiento científico fueron los planteos sobre la capacidad del razonamiento inductivo para producir conocimiento. Uno de los principales pensadores en llevar adelante estos tipos de planteos fue David Hume en el Siglo XVIII.

Este ensayo plantea el abordaje de los distintos problemas de la inducción y sus respectivas soluciones desde las perspectivas de Karl Popper por un lado, y de Nelson Goodman por el otro.

En lo respectivo a la posición de Popper, este continúa con los problemas iniciados por Hume, que planteaba que no existe una justificación lógica de la inducción,  no entiende cómo es posible que a partir de experiencias vividas formulemos conclusiones de hechos que aún no hemos experimentado. Hume postula que esto se debe al hecho de poseer costumbre o hábitos de creer en leyes que se afirman en regularidades. El hecho de que en la vida nos encontramos con repeticiones, él da el ejemplo de “todos los días sale el sol”, generan una expectativa con el futuro, que por más que no tengamos un modo de predecir lo que sucederá, confiamos en lo experimentado para inducir casos siguientes, confiando en las similitudes de los casos anteriores. Este modo de persuadir casos nos lleva a justificar nuestra inducción con experiencias anteriores, y así terminamos, como determina Hume, en un regreso infinito, de explicar los casos con experiencias pasadas, que a su vez estas tienen su explicación en otras experiencias previas. De esta manera no existe posibilidad de inferir las teorías por medio de enunciados observacionales ni ser justificados racionalmente por estos.
Popper además esclarece que las palabras “costumbre” y “habito”, relacionado al hecho de creer en leyes, de Hume se originan en la repetición frecuente.

La lectura de Popper sobre esta cuestión es que Hume elabora una teoría psicológica, pues tratar de dar una explicación a un hecho psicológico, como es el de creer en leyes que manifiestan regularidades debido a costumbre o hábitos. Por más que comparte con Hume el argumento de que no es posible justificar lógicamente la inducción, el ve en su planteo 3 errores principales relacionados a los hechos empíricos:

1. El resultado típico de la repetición es que inicialmente las repeticiones son ejecutadas conscientemente, en el transcurso del tiempo, cuando estas repeticiones ya son interiorizadas dejan de ser conscientes, y ya perdemos expectativas frente a al resultado de estas.

2. Los hábitos y costumbres, generalmente, no se originan en la repetición, hay hábitos que se originan antes de ser repeticiones, el ejemplifica con caminar, hablar o comer a determinadas horas.

3. El hecho de creer en una ley, o esperar una sucesión de eventos, no es exactamente igual a la conducta que manifiesta la expectativa de una sucesión de hechos.

Otro aspecto referido a la teoría de Hume son los problemas de carácter lógico, ya que el modelo de repetición nunca puede ser perfecto, los casos no son de perfecta igualdad, son casos de similitud. Frente a este problema Popper propone reemplazar la concepción de sucesos que son similares, por la idea de sucesos a los cuales reaccionamos interpretándolos como similares.

Otra cuestión establecida por Hume es la de entender cómo se obtiene realmente el conocimiento si la inducción es un procedimiento que carece de validez lógica y es racionalmente injustificable.  Frente a esta cuestión Popper opina que Hume abandona la teoría lógica de la inducción, negando que exista una justificación racional, y propone un conocimiento basado en ideas pre-concebidas, asociando causas con efectos esperados, y los fundamentos para esperar que se produzca  esta relación causal son las experiencias y las costumbres. En palabras de Hume: “la costumbre es, pues, la gran guía de la vida humana. Tan solo este principio hace que nuestra experiencia nos sea útil y nos obliga a esperar en el futuro una serie de acontecimientos similares a los que han aparecido en el pasado. Sin el influjo de la experiencia estaríamos en total ignorancia de toda cuestión de hecho, más allá de lo inmediatamente presente a la memoria y a los sentidos” (Hume, 1980-1,68).

        En oposición a lo planteado por Hume, Popper propone invertir el pensamiento de Hume, explicando la repetición como resultado de nuestra inclinación a esperar y buscar regularidades. Ir directamente a las conclusiones, generar hipótesis, descubrir similitudes desde nuestras leyendas inventadas por nosotros. Plantea una teoría de ensayo y error, pensar conjeturas que seguramente serán descartadas al ponerlas a prueba. Lo que Popper buscar es refutar el pensamiento que manifiesta que la observación es anterior a la teoría. No existen las observaciones puras, el científico no procede a conocer simplemente observando sin planteos, siempre existe una hipótesis primitiva, como él llama, utiliza la metáfora del huevo y la gallina para hacer referencia a este dilema, ¿que vino primero? Una huevo primitivo, por ende, una hipótesis primitiva. Aclara que esta también está apoyada en observaciones anteriores, pero estas observaciones están fundadas en marcos de referencia, de expectativa. Al remontarnos a observaciones y teorías más primitivas siempre llegaremos a expectativas inconscientes, innatas. Todo organismo tiene reacciones innatas, como puede ser el querer comer por parte de un recién nacido. De este modo no caemos en un regreso infinito. Relacionado a las expectativas primitivas Popper habla de un conocimiento innato, detalla que no es un conocimiento válido a priori, es psicológicamente a priori. Estas expectativas innatas están vinculadas a una propensión innata de buscar regularidades. Buscamos regularidades en todos lados, incluso donde no existen. Popper desarrolla que esta postura de buscar regularidades en todos los ámbitos está relacionada al pensamiento dogmático, ya que negamos, o no prestamos interés a los sucesos que van en contra de esas regularidades, y realzamos los que las fortifican.

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