Emmanuel Félix

Autobiografía

Yo soy Emmanuel Félix Valenzuela. Nací en Culiacán, Sinaloa, el día 20 de agosto de 1996. Mi madre es Elda Valenzuela López y mi padre es Benito Félix Pérez, ellos tuvieron 3 hijos: Benito Kaleb, Karina Guadalupe y yo Emmanuel, cada uno con 4 años de diferencia respectivamente, siendo yo el más joven de los 3.

Mi infancia fue como la de cualquier niño, viví con mis padres y hermanos. Cuando tenía 4 años comencé con mi vida académica en el kínder Estefanía Castañeda. Aunque solo estuve dos años, fue una experiencia bastante mala, tenía problemas para integrarme y faltaba con regularidad, hasta donde recuerdo, solo hice un amigo en el kínder, pero en la primaria no volví a saber de él.

Yo gozaba de estar en casa viendo televisión o jugando videojuegos en la consola de mi hermano y, ocasionalmente, me ponía a contar los dulces que compraban mis padres para el negocio familiar, un abarrote en casa.

Entre a la primaria Ricardo Flores Magón, esta vez tuve más tiempo para conocer a mis compañeros, puesto que no se me permitía faltar como antes, esta vez tuve bastantes amigos, pero los que más recuerdo eran Jesús Enrique, Juan Sebastián y Luis Enrique.

En tercer grado separaron a mi grupo en dos: los aplicados y el resto, de alguna forma me alegró haber estado dentro de los aplicados pero la mayoría de mis amigos quedo en el otro grupo, otra vez tenía que hacer amigos, si había tardado 3 años en conocerlos a estos, dejar de verlos así como así no era algo que me agradara mucho, se sentía como empezar de nuevo. A pesar de ser un cambio desagradable, me ayudo a darme cuenta que era bastante bueno para las matemáticas. En sexto grado mi maestra se daba cuenta de lo bueno que era en esa materia y me daba elogios constantemente, lo cual me hiso querer seguir esforzándome en mis estudios.

Me gustaba participar en los bailables de mi escuela, estaba en todos los que podía cuando la maestra los proponía, eso era algo que disfrutaban tanto yo, como mis padres.

Además de eso recuerdo que no me gustaba leer ni escribir, y tenía sobrepeso lo cual me genero bastantes problemas como la burla y la baja autoestima, pero esto era poca cosa, mi mama me llevo a hacer análisis médicos, solo sería un estudio básico, pero, no sé porque, le pedí que también me analizaran para esas enfermedades que poca gente tiene.

El análisis avanzado costaba el doble, aun así acepto sin dudarlo; una muestra de azúcar y dos ampolletas de sangre ayudaron a detectar que mis niveles de azúcar en la sangre no eran normales. ¡Era pre diabético!

Si a mí no me gusto la noticia imaginen a mi madre cuando la doctora le dijo que solo se podría controlar con dieta y medicamentos. Ella estaba molesta. Molesta con ella misma por consentirme con tantos dulces; con mi padre, por esas cenas tan grasosas que traía a casa; conmigo, por pedirle cualquier cosa que viera en los comerciales (dulces, sabritas y panes eran antojos diarios);

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