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Erupciones Vilcánicas


Enviado por   •  18 de Septiembre de 2014  •  2.786 Palabras (12 Páginas)  •  134 Visitas

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Capítulo 1

Erupciones Volcánicas

No todas las erupciones volcánicas son iguales. Algunas son tranquilas; la lava rebosa por la chimenea, fluyendo lentamente. Otras son muy violentas; la lava junto con otros materiales, es lanzada a varios metros de altura. Los gases del interior de la tierra se mezclan con polvo volcánico y con cenizas, formando enormes nubes de humo negro que se pueden ver a muchos kilómetros de distancia. Una erupción volcánica violenta es todo un espectáculo.

Aunque parece una tarea peligrosa, muchos científicos se pasan la vida estudiando los volcanes. Los volcanes son las “ventanas” del interior de la Tierra. Analizando el mineral del que está formada la lava, los geólogos pueden determinar la composición química del magma que forma la lava y obtienen información de la parte de la Tierra que no se ve. Existen cuatro tipos de lava.

Si hubieras podido ver el interior del volcán Pinatubo durante su erupción en julio de 1991, habrías podido ver el magma avanzar por las chimeneas hacia la superficie de la Tierra.

Aunque quizás no quieras tocar la lava con un “palo de 10 pies,” esta peligrosa actividad está a la orden del día en el trabajo de un vulcanólogo. (Científico que estudia los volcanes.) El palo contiene una sonda especial para medir la temperatura de la lava.

Las Tormentas Tropicales

Los ciclones tropicales son las tormentas más destructivas y espectaculares de la naturaleza. Se generan como depresiones tropicales sobre los océanos entre las latitudes de 5 y 20 grados al norte y al sur del Ecuador. La temperatura de la superficie del mar debe ser superior a los 27 grados centígrados para que se dé una fuerte convección. Las tormentas deben generarse también a cierta distancia del Ecuador para que, así, el Efecto Coriolis les proporcione el giro necesario. Por ello, los ciclones tropicales o tifones se dan normalmente en el verano y en el otoño cuando el Sol puede calentar el mar en las latitudes medias al sur y al norte de Ecuador.

Sólo una de cada diez depresiones tropicales llega a convertirse en ciclón, teniendo un periodo de vida característico de siete a diez días.

Una vez que se forma un ciclón, la tormenta es conducida por los vientos alisios, encaminándose normalmente hacia el Oeste, lo que hace que las costas occidentales de los continentes posean el mayor riesgo de sufrir estos fenómenos. El Océano Pacífico Occidental posee la frecuencia más alta de ciclones tropicales con los mayores índices de mortalidad y siniestralidad del mundo. Japón y las Islas Filipinas se ven afectados con una especial intensidad debido a que estos países se extienden a través de los itinerarios que siguen muchos tifones.

Los ciclones giran contra el sentido de las agujas del reloj en el hemisferio Norte y en el sentido de las agujas del reloj en el Hemisferio Sur. Estos giros siguen la rotación de la Tierra cuando son vistos desde cada polo respectivo. Los vientos circulantes siguen espirales hacia el centro, al que se conoce como ojo del ciclón a velocidades superiores a 160 kilómetros por hora. El ojo abarca desde 8 a 40 kilómetros de diámetro. Dentro del ojo los vientos son relativamente tranquilos y los cielos casi despejados. La presión, muy baja, del ojo, absorbe el agua del mar formando un montículo de varios metros de altura. Vientos de velocidad superior a los 160 kilómetros por hora empujan el agua con el avance del ciclón, produciendo una ola ciclónica u onda de marea que puede dañar gravemente las playas y destruir las propiedades de la costa.

Cuando un ciclón tropical alcanza la superficie terrestre pierde su fuente primaria de energía, que es el aire cálido y húmedo del mar. En su lugar debe obtener la energía del calor latente que se despende de las densas descargas de la lluvia. Los ciclones tropicales son una fuente importante de lluvia que se produce en todo el planeta.

Un estudio publicado en Nature Communications atribuye a la creciente contaminación en China efectos sobre los patrones de tormentas del Pacífico noroccidental. El modelo elaborado por Renyi Zhang y su equipo analiza los niveles de aerosoles y otros contaminantes lanzados a la atmósfera en esta región del mundo y llega a la conclusión de que ha podido aumentar la fuerza de los ciclones que tienen lugar cada año sobre el Pacífico.

Para su análisis, los científicos han elaborado un modelo de alta resolución de la evolución atmosférica para conocer si la acumulación de partículas puede afectar a la formación de estas megatormentas. El modelo produjo dos escenarios, uno sin polución y otro con los niveles actuales de contaminación y compararon los resultados teniendo en cuenta las tres últimas décadas. Su análisis indica que la contaminación ha aumentado las precipitaciones en un 7% y ha aumentado la fuerza de los ciclones asiáticos de latitud media.

T o r n a d o s

Si el mecanismo de los tornados es conocido, en cambio existen pocos documentos fotográficos de estas trombas terrestres, al revés de lo que ocurre con las marinas.

De las escasas fotografías que de tornados existen, es notabilísima la del que se desencadenó de Minnesota el 7 de julio de 1928. El Tornado se percibe en su última fase. Negro nubarrones obscurecían el cielo. De pronto vióse salir de entre ellos, muy lentamente, una especie de serpiente gigantesca, que desenrollaba sus anillos en dirección a la tierra. Cuando estuvo a unas cuantas decenas de metros se advirtió que presentaba en su extremidad un orificio en forma de embudo, que, pintorescamente, fue comparado con un aspirador por el vacío.

En realidad, aquella boca monstruosa aspiraba del suelo con inaudita potencia cuanto encontraba a su paso, mientras se desplazaba de izquierda a derecha del grabado a la velocidad de 12 kilómetros por hora.

El Tornado es un fenómeno meteorológico que se produce a raíz de una rotación de aire de gran intensidad y de poca extensión horizontal, que se prolonga desde la base de una nube madre, conocida como Cumulunimbus.

La base de esta nube se encuentra a altitudes por debajo de los 2 Km y se caracteriza por su gran desarrollo vertical, en donde su tope alcanza aproximadamente los 10 Km de altura hasta la superficie de la tierra o cerca de ella.

Estos torbellinos llamados también chimeneas o mangas, generalmente rotan en sentido contrario a las manecillas del reloj, en el hemisferio Norte.

Los

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