ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Etapas De La Sexualidad Infantil


Enviado por   •  14 de Octubre de 2012  •  1.901 Palabras (8 Páginas)  •  858 Visitas

Página 1 de 8

ETAPAS DE LA SEXUALIDAD INFANTIL.

La sexualidad o la sensación hedónica, existe en el organismo infantil desde el nacimiento, aunque no se manifieste en las zonas genitales. Pasa por un ciclo madurativo, con etapas precisas que se suceden con el correr de los años. De estas etapas se deducen importantes reglas de educación a aplicar conscientemente. Freud habla de cuatro etapas o faces: oral, anal, genital y de latencia. Solo hablaremos de las tres primeras, pues la última sobrepasa el límite de edad a la que se restringe este libro.

Fase oral

La boca es el primer lugar del organismo en que se manifiestan la sensación hedónica. A través de ella es que el bebé se pone en contacto con la madre, el alimento y el medio ambiente. Durante el primer año de vida, el niño se alimenta exclusiva o principalmente de leche, necesita y debe chupar. Los nuevos criterios de alimentación y nutrición que introducían otros alimentos, parecían haber eliminado o reducido el periodo de tiempo de lactancia. Pero la nueva pediatría y la educación sexual dan un sentido más amplio y profundo a la lactancia.

¿Qué es amamantar? Cuando la madre le ofrece el pecho al hijo, no solo le da la comida adecuada, sino que también el calor de su seno, el contacto con su piel, el regazo formado por su busto y sus brazos, y le dirige muchas veces, palabras de cariño y satisfacción. El niño que mama debe recibir comida, afecto y seguridad, es la razón de la necesidad del amamantamiento y se debe permitir que el bebé chupe el pecho materno con frecuencia.

Además del seno materno, el niño tiene para chupar el chupete, la mamadera e incluso el dedo. No se debe impedir que el niño chupe. Todo lo que impiden el cumplimiento de esa función está contrariando la maduración sexual.

La succión del dedo –en general del pulgar, por ser más cómodo anatómicamente para llevar a la boca- es un gesto habitual. Se observó en ecografías, que el niño ya lo hace antes de nacer. Muchos padres emprenden verdaderas campañas contra este hábito, que consiste en sacar el dedo sistemáticamente de la boca del bebé o untarlo con sustancias amargas, esto es un error porque el niño se lleva a la boca todo objeto que encuentra y se chupa el dedo porque lo necesita lo cual es un ejercicio vital. Es preciso facilitarles esta tarea a través de objetos adecuados e higiénicos.

Esta etapa termina alrededor del primer año de vida, cuando el chupete, la mamadera, etc. deben ser eliminados. Pocos padres sospechan que al prolongar esta etapa hasta los tres o cuatro años, están contribuyendo al retardo evolutivo del niño. Esto repercutirá negativamente en su futuro. Si es errado impedir que chupe, también es errado que chupe demasiado.

Si el hábito perdurara más allá del primer año, se puede suponer que el niño no este recibiendo suficientes gratificaciones afectivas, esto quiere decir que no pose suficiente contacto físico con la madre. Muchos niños mantienen la costumbre de chuparse el dedo solamente cuando van a dormir, lo que los hace sentirse tranquilos y seguros. También hay niños de seis o siete años que por cualquier motivo necesitan chuparse el dedo, siendo frecuentemente avergonzados por los adultos; se ocultan y transforman este hábito en un ritual secreto. Se dice que el niño regresó a la etapa de lactancia.

Lo normal en el proceso de la evolución madurativa sería que le niño no se chupase más el dedo u otros objetos después de cumplir un año.

Fase anal

Usamos el término de Freud como una subdivisión. No implica que aceptemos pura Y simplemente su teoría. Al llegar a la edad de un año, la sensación hedónica se va a localizar el en otro extremo del aparato digestivo, el ano. En este periodo, el niño obtiene la mayor parte del placer de sus funciones excretoras. No se trata de una sensación de bienestar experimentada después de la defecación, sino de la excitación producida por el pasaje de los excrementos.

El ano es un sistema muscular del que el niño va tomando conocimiento paulatinamente y que debe saber gobernar cuando tenga 2 años, es un “orificio social” y el de los esfínteres es un acto social.

Es una etapa que debe cumplirse a su tiempo. Mucho se hace (por defectos culturales) para alterar esta etapa. La educación de los esfínteres no debe ser realizada precozmente, de modo general es contraproducente cuando se hace antes del año de vida. Toda madre que se vanaglorie de que su hijo en edad precoz, ya no se hace sus necesidades encima, merece reservas como educadora. En la educación de los esfínteres están contraindicados el castigo, la humillación y los métodos rígidos y severos. El amor compresivo debe ser usado como estímulo para que el niño pase a la etapa siguiente sin fijaciones.

Una serie de prácticas erróneas determina que se produzcan sobre el ano estímulos agresivos insistentes. En primer lugar, el uso de purgantes y laxantes que concentran urgencias no controladas en el esfuerzo anal, en segundo lugar agresiones anales por la introducción de supositorios y lavativas que muchas madres hacen por consejo de sus vecinas.

Ante estas prácticas el niño reacciona de dos maneras: o resiste y sufre a causa de la introducción, lo que violente y vuelve anti-natural su experiencia anal; o encuentra satisfacción en la maniobra y concentra en esta región más carga hedónica que la normal, lo que podría tener consecuencias en su evolución sexual futura.

Muchos padres se admiran, después, que el niño juegue con sus compañeros a introducirse lápices u otros objetos en el ano, o de que se transforme en homosexual.

Si esta práctica de introducción de supositorios fuera frecuente y prolongada, el muchacho excitara su ano y a menudo la niña se quedara con la zona genital indefinida y extenderá los estímulos más allá de la región vaginal.

Transcurridas

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (11.5 Kb)  
Leer 7 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com