INTRODUCCIÓN EPIDEMIOLOGÍA
pquito789Informe10 de Noviembre de 2015
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INTRODUCCIÓN
EPIDEMIOLOGÍA
Los adenomas hipofisarios son lesiones frecuentes, que representan aproximadamente el 10% de todas las neoplasias intracraneales primarias.
Constituyen la tercera neoplasia por orden de frecuencia de todas las neoplasias intracraneales primarias, detrás de gliomas y meningeomas.
La incidencia por edad y sexo varía según el tipo de tumor. En general, los adenomas de la hipófisis son tumores de adultos; menos del 10% se presenta en niños.
Los prolactinomas tienen un predominio femenino de 4-5: 1, y se ven generalmente en adultos jóvenes.
Los adenomas corticotropos también se presentan principalmente en mujeres; el 22% de los casos se da en niñas o adolescentes.
Los tumores de secreción de hormona del crecimiento tienen un predominio masculino de 2:1.
Los microadenomas son definidos como adenomas hipofisiarios con un diámetro, de 10 Mm. o inferior; los macroadenomas son mayores de 10 mm.
En el presente trabajo el lector podrá encontrar información detallada sobre el proceso de enfermería que se realizó en el Hospital universitario del valle y a la señora Blanca Omaira Mejia, paciente a quien va encaminada nuestra intervención como futuros profesionales de enfermería.
Este trabajo se realizo durante las 5 semanas de practica clínica , con el fin de contribuir en el proceso de manera simultánea en la formación profesional y en el mejoramiento del estado de salud de un individuo hospitalizado en el servicio neurocirugía cuarto piso de la Institución y posteriormente en su lugar de residencia ; proporcionándole información clara acerca de la importancia de una buena calidad de vida y educación sobre cómo llevar su postoperatorio y los pertinentes
cuidados, esto se podrá realizar tras la identificación de factores de riesgo y necesidades con el fin de disminuirlos y factores protectores que sean conservados; diseñando un plan educativo que sea claro y sencillo de aplicar por ella y su familia.Las actividades planteadas en este trabajo estarán encaminadas a establecer un plan de intervención propicio un cuidado como recurso indispensable para el mejoramiento de la salud del individuo .
3. OBJETIVOS
1. OBJETIVOS GENERAL
Aplicar durante la práctica clínica la teoría adquirida en el aula de clase en cuanto al cuidado enfermero al paciente con alteraciones del área medico quirúrgica, con el fin de disminuir sus complicaciones y evaluarlo durante el proceso de salud- enfermedad, recuperación, rehabilitación y readaptación.
2. OBJETIVOS ESPECÍFICOS
▪ Considerar el individuo como unidad básica de la sociedad, fomentando el cuidado e intervenciones específicas.
▪ Aplicar el proceso de enfermería.
▪ Realizar un seguimiento constante en la evolución de la recuperación del individuo.
▪ Realizar visitas domiciliarías bajo distintos propósitos.
▪ Identificar los recursos familiares.
▪ Aplicar instrumentos de valoración familiar (familiograma, ecomapa, ciclo vital familiar).
▪ Orientar al individuo y la familia sobre los hábitos adecuados para mejorar y conservar la salud.
▪ Promover acciones de autocuidado individual y familiar
La Hipófisis: Anatomía y Fisiología
La hipófisis es una estructura neuroendocrina compuesta
por dos lóbulos, cada uno de ellos de origen embriológico, estructura, función y procesos patológicos diferentes. El lóbulo anterior más grande o adenohipófisis, es el lugar donde se produce una síntesis y secreción hormonal meticulosamente regulada y también es la localización fundamental de la afección hipofisaria más importante clínicamente. Está formado por una disposición topológica reglada de cinco tipos de células, cada una de las cuales produce una hormona distinta.
Estos cinco tipos de células son las soma-totropas, las lactotropas, las corticotropas, las tirotropas y las gona-dotropas y se distinguen funcionalmente por su capacidad para secretar hormona de crecimiento (GH), prolactina (PRL), corticotropina (ACTH), hormona estimulante del tiroides (TSH) y gonadotropinas (hormona lutenizante [LH] y hormona foliculoestimulante [FSH] respectivamente. Las capacidades secretoras y proliferativas de estas células están controladas por un equilibrio preciso entre las influencias tróficas hipotalámicas y los efectos de la retroalimentación negativa impuestos por las hormonas de los órganos afectados. Aunque la susceptibilidad es distinta, la transformación neoplásica puede afectar a cualquiera de estos tipos celulares de una forma multicausal y a través de varios pasos. El adenoma resultante conserva la capacidad secretora, las características morfológicas y la nomenclatura de las células donde se originó.
Además de las cinco poblaciones celulares hormonalmente activas antes mencionadas, se especula con la posibilidad de que exista un sexto tipo de células dispersadas aleatoriamente en el interior de la hipófisis normal. Estas células, conocidas como nulas, son hormonalmenteinactivas y su contribución funcional a la hipófisis sigue siendo oscura. También podrían ser susceptibles de transformación neoplásica y darían origen a tumores hipofisarios frecuentes conocidos como adenomas de células nulas. Como estas células no producen cantidades mensurables de producto hormonal alguno, tanto ellas como sus respectivos tumores se conocen como no funcionantes.
El lóbulo posterior de la hipófisis o neurohipófisis, es una extensión del sistema nervioso central (SNC) y está formado por fibras nerviosas entrelazadas y elementos gliales especializados conocidos como pituicitos. Las principales hormonas liberadas por la hipófisis posterior son la vasopresina y la oxitocina. La primera es el regulador esencial de la homeostasis del agua y del equilibrio osmolar y la segunda es importante durante el parto y la lactancia. Aunque la hipófisis posterior puede ser a veces asiento de tumores metastásicos, rara vez es origen de tumores hipofisarios clínicamente significativos.
La Hipófisis está profundamente alojada en la base del cerebro, ubicada dentro de los confines óseos de la silla turca, revestida por la duramadre. Está unida al hipotálamo a través del tallo hipofisario y se encuentra rodeada por varias estructuras nerviosas delicadas y críticas. Sus relaciones superiores incluyen los nervios y el quiasma ópticos, el hipotálamo, la corteza del lóbulo frontal y la pared anterior del tercer ventrículo. Lateralmente se relaciona con el seno cavernoso y la arteria carótida interna
PRESENTACIÓN CLÍNICA
Los tumores hipofisarios se reconocen clínicamente por uno o más de tres patrones de presentación muy constantes:
- Síntomas de hipersecreción hipofisiariaSíntomas de hiposecreción hipofisaria
- Síntomas neurológicos
Se ha observado que alrededor del 70% de los casos, el cuadro clínico está dominado por los rasgos de la hipersecreción de la hipófisis anterior, que dan lugar a un síndrome hipersecretor característico, así como:
- Hipersecreción de GH: Acromegalia
- Hipersecreción de ACTH: Enfermedad de Cushing
- Hipersecreción de PRL: Amenorrea-Galactorrea
- Hipersecreción de TSH: Hipertiroidismo secundario
Por otra parte, los tumores hipofisiarios pueden manifestarse con síntomas de hipopituitarismo parcial o total (fatiga, debilidad, hipogonadismo, regresión de los caracteres sexuales secundarios, hipotiroidismo). Este cuadro suele ser insidioso y se asocia con macroadenomas hipofisarios que han alcanzado un tamaño suficiente y comprimen el tejido no tumoral adyacente. En casos de compresión crónica y progresiva, los distintos elementos secretores de la hipófisis tienen una reserva funcional diferente: las células gonadotrópicas son las más vulnerables y suelen ser las que se afectan en primer lugar, seguidas sucesivamente por las tirotropas y las somatotropas, siendo las corticotropas las que demuestran poseer mayor resistencia funcional. En la insuficiencia hipofisaria, una brusca hemorragia intratumoral o un infarto provocan en ocasiones una combinación potencialmente mortal de hipopituitarismo agudo y masa craneal en expansión.
El tercer patrón de presentación es el dominado por los síntomas neurológicos, aislados o coexistentes con una o varias de las alteraciones endocrinológicas antes descritas. Como se ha dicho, una masa hipofisaria progresivamente creciente generará una constelación de signos y síntomas neurológicos
que dependerán de la trayectoria del crecimiento y de las estructuras nerviosas vecinas que resulten alteradas. Los síntomas y signos a encontrar son:
a. Cefaleas: Pueden ser un signo precoz y se atribuyen al estiramiento de la duramadre que recubre la hipófisis o del diafragma de la silla turca. Está presente en el 75% de los casos y se localiza más frecuentemente en la región frontal y orbital.
b. Pérdida de visión: Debido a la compresión de los nervios ópticos o del quiasma óptico. El patrón clásico de pérdida visual es una hemianopsia bitemporal a menudo asociada con disminución de la agudeza visual. Posteriormente puede haber una ceguera completa de uno o ambos ojos.
c. Manifestaciones hipotalámicas: Debido a la compresión del hipotálamo por grandes adenomas hipofisarios que provocan:
- Alteraciones del sueño
- Alteraciones de la atención
- Alteraciones de la conducta
- Alteración de la alimentación
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