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Integracion Sensorial

luzkyu8 de Septiembre de 2013

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¿CÓMO AFECTAN LAS DIFICULTADES DE INTEGRACIÓN SENSORIAL EN EL DESARROLLO INFANTIL?

(Este escrito intenta dar respuesta al por qué las dificultades de Integración Sensorial pueden conllevar problemas de aprendizaje, conductas hiperactivas, déficit de atención, retraso motriz o de lenguaje, problemas de comportamiento, etc. Y como causa directa un impacto negativo en el desarrollo infantil).

Las dificultades en la integración sensorial suceden cuando alguno de nuestros sistemas sensoriales no es interpretado (procesado) de forma correcta. Un niño que presenta un procesamiento incorrecto acerca de la información que recibe del tacto, de su ubicación corporal en el espacio, del movimiento o de la gravedad, se encuentra perdido y amenazado. Es algo similar a imaginarse a uno mismo en un entorno donde algo tan sencillo como el contacto con otra persona o el movimiento, es percibido de forma desagradable, como una agresión. Ninguno de nosotros se sentiría seguro y tranquilo en un mundo así. De esta forma podemos comprender mejor que las dificultades en el procesamiento de la información sensorial pueden tener consecuencias negativas en el desarrollo del niño. Cuando existe un desorden en la integración sensorial, una gran variedad de problemas en el aprendizaje, en el desarrollo motriz, en el lenguaje o en la conducta, pueden observarse: hiperactividad, dificultades en la lecto-escritura, descoordinación motriz, alteraciones conductuales, problemas emocionales, dificultades de aprendizaje académico, etc.

Nuestra mente y nuestro cuerpo están constantemente en acción para dar respuesta a las demandas del mundo actual. Las sensaciones, pensamientos y acciones que experimentamos, son procesadas e interpretadas gracias a la complejidad de acciones que nuestro sistema nervioso central lleva a cabo, y estas acciones reciben el nombre de integración sensorial. La integración sensorial no es más que la capacidad de procesar correctamente los estímulos sensoriales de nuestro entorno, y generar las repuestas adaptadas que se nos exigen (ejem: actualmente el sistema escolar exige que un niño de 5-6 años aprenda a leer, con lo cual, cuando un niño no ha aprendido a leer a esta edad, se considera que no está respondiendo a las demandas de su entorno).

La forma de procesar los estímulos sensoriales del entorno, tiene un gran impacto en nuestras habilidades, sentimientos, pensamientos y acciones. El menor cambio en nuestra forma de procesar las sensaciones, puede tener un gran impacto en nuestras habilidades académicas, laborales, sociales... Es decir, cuando un niño no procesa correctamente los estímulos sensoriales de su entorno, sus habilidades de desarrollo pueden verse afectadas. Cualquier niño puede presentar estas dificultades de integración sensorial, aunque existen situaciones que favorecen esta alteración: alteraciones genéticas (X-fragil o Sd. Down), niños que han vivido en orfanatos, niños prematuros, niños con problemas neurológicos... Vamos a hablar sobre estas dificultades de procesamiento sensorial (o disfunción en la integración sensorial), muy frecuentes entre los niños (afectan de forma severa a un 10-15% de la población infantil). Son niños que tienen dificultades para alcanzar los niveles de desarrollo esperados a su edad cronológica en la mayoría de las áreas, además de presentar reacciones átipicas a ciertos estímulos y situaciones cotidianas. Vamos a tratar de comprender cómo se sienten estos niños, qué les sucede a nivel de funcionamiento neurológico, por qué presentan niveles de desarrollo atrasados o comportamientos distintos, y también intentaremos buscar respuesta a estas dificultades de aprendizaje, de motricidad, de conducta, emocionales, etc.

Los problemas de procesamiento sensorial o interpretación de los estímulos sensoriales están relacionados con un mal funcionamiento neurológico, que no es lo mismo que una lesión neurológica. Simplemente el cerebro no sabe trabajar de forma funcional, porque no tiene las habilidades necesarias para integrar la información sensorial. Constantemente estamos recibiendo estímulos de nuestro entorno, y debemos aprender a interpretarlos de forma correcta, para integrarlos a nivel neurológico y alcanzar unos niveles de desarrollo óptimos.

La Teoría de la Integración Sensorial:

Teoría elaborada durante los años 1960-70 por una terapeuta ocupacional estadounidense, Jean Ayres, que describió la integración sensorial como el proceso neurológico de organizar correctamente las informaciones sensoriales de nuestros sentidos (internos y externos). Cuando el sistema nervioso central procesa la información sensorial adecuadamente, respondemos de forma adaptada a las demandas de nuestro entorno, y logramos niveles de desarrollo adecuados.

Los sentidos:

Para comprender correctamente la Integración Sensorial, es fundamental tener una información básica acerca de los sistemas sensoriales, y cómo éstos influyen directamente en las distintas etapas del desarrollo. De esta forma será mucho más sencillo comprender qué sucede en el desarrollo del niño cuando la integración sensorial no es correcta.

Todos nosotros estamos muy familiarizados con los cinco sentidos básicos (vista, audición, gusto, olfato y tacto). Estos cinco sistemas sensoriales, son nombrados como los sistemas externos, porque dan respuesta a sensaciones que provienen directamente del exterior de nuestro cuerpo. Nosotros tenemos cierto control sobre estos estímulos, puesto que podemos taparnos las orejas si un sonido nos molesta, podemos modificar el tipo de ropa que usamos para evitar las texturas que nos son desagradables, podemos suavizar la luz si nos molesta su intensidad, etc. A medida que vamos madurando, nuestro cerebro perfecciona nuestros sentidos más básicos, para que podamos responder a nuestro entorno.

Pero también existen otros sistemas sensoriales llamados internos, que son los principales responsables del desarrollo infantil. Estos sistemas sensoriales son inconscientes y no los podemos observar directamente ni tampoco controlarlos. Nos referimos a las sensaciones de nuestro propio cuerpo, y son cuatro: interocepción, tacto, sistema vestibular y propiocepción.

La Interocepción es el sistema sensorial de los órganos internos (latido del corazón, sensación de hambre, la digestión, nivel de alerta...). Los bebés cuando tienen hambre, lloran. A medida que vamos creciendo, debemos aceptar la sensación de hambre, y dar una respuesta adaptada a esta sensación; ya no sirve ponerse a llorar, ni de mal humor, ahora toca pedir comida o prepararla, y esto sería una respuesta adaptada.

Pero Jean Ayres destacó la importancia de los otros tres sistemas sensoriales internos, que facilitan información acerca de nuestro cuerpo en relación al entorno, y son los principales responsables del correcto desarrollo infantil.

- Sistema táctil: son los estímulos que recibimos a través de la piel, relacionados con la parte más emocional y social (ya no es la sensación de temperatura o presión, que se percibe a nivel superficial).

- Sistema vestibular: toda la información relacionada con el movimiento, la gravedad y el equilibrio, principalmente procesados en el oído interno.

- Propiocepción: información acerca de la posición que ocupa nuestro cuerpo en el espacio, percibida a través de las articulaciones, músculos y ligamentos.

El tacto, la propiocepción y el sistema vestibular son fundamentales para el desarrollo correcto del niño. Cuando estos tres sistemas sensoriales funcionan de forma eficiente y correcta, el niño puede dar las respuestas adaptadas a las demandas del entorno.

¿Qué es la Integración Sensorial?

Es el proceso neurológico de organizar la información que percibimos de nuestro cuerpo y del entorno que nos rodea. Ocurre en el Sistema Nervioso Central, cuya función principal es la de integrar esta información que recibe: es el proceso de la Integración Sensorial. Cuando nuestro cerebro procesa de forma correcta la información sensorial, respondemos adecuadamente y de forma automática. Y somos capaces de realizarlo gracias a la capacidad del cerebro de modular los mensajes sensoriales. El cerebro es capaz de regular su propia actividad, influyendo directamente en nuestra actividad a nivel mental, físico y emocional. El Sistema Nervioso Central está continuamente modulando su nivel de actividad, para dar la respuesta adecuada en cada momento. A lo largo del día recibimos millones de estímulos sensoriales, muchos de ellos son irrelevantes para nosotros, y nuestro cerebro debe inhibir la información que no necesitamos. La inhibición es necesaria puesto que sin la inhibición sería agotador vivir en un entorno repleto de estímulos sensoriales. Si el cerebro no sabe inhibir correctamente la información sensorial irrelevante, estamos constantemente prestando la máxima atención a todos los estímulos que recibimos. Es necesario aprender a ignorar gran parte de los estímulos, para poder dar respuestas adaptadas y prestar atención a lo que realmente es importante para nosotros en cada momento.

Como un policía de tráfico:

El Sistema Nervioso Central percibe todas las sensaciones, y se encarga de dirigirlas hacia el lugar adecuado y generar las respuestas correctas. Es algo parecido al trabajo de un policía de tráfico, ubicado en el tronco encefálico, que debe dirigir el tráfico de sensaciones hacia el lugar adecuado, para poder dar respuesta a las demandas del entorno. El policía debe realizar dos funciones importantes:

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