LA EVOLUCIÓN DE DARWIN

LA EVOLUCIÓN DE DARWIN

Hacia principios de los años 1800, se creía, incluidos los científicos, que cada especie había sido creada fundamentalmente por Dios en una forma inalterable. Los viajes aventureros y las ideas de dos jóvenes científicos de la Gran Bretaña, Charles Darwin y Alfred Russel Wallace, destronaron esta idea. Cada uno era un extraordinario coleccionista aficionado de animales y plantas que desarrolló una valoración por la diversificación en las especies, la correlación entre diferentes especies y la importancia de sus patrones de distribución geográfica. Esta intuición, producto de un gran esfuerzo, llevó a cada uno a interrogarse por qué y cómo alcanzaron las criaturas a vivir en un lugar explícito.

Las principales ideas que Darwin plasmaría en El Origen de las Especies las inició en un librillo de notas abierto en 1837; en 1842 ya tenía un boceto de 13 páginas, y en 1844 había hecho un resumen de 232 páginas, que fueron presentadas a la Linnean Society para su publicación en coautoría (1858) con Alfred Russel Wallace, que había desarrollado la teoría de la selección natural trabajando independientemente. Aunque Darwin se refería siempre a "mi teoría", Wallace, con su modestia y generosidad habitual lo apoyaba.

Darwin era consciente  que la primera batalla que debía librar era demostrar que las especies eran cambiantes, que podían variar, que eran dinámicas en sus formas con el paso del tiempo y que no eran inalterables, lo que solventa sin duda que, no como si hubiese una veracidad propia de expertos estudiosos o mediante definiciones técnicas complicadas, extrañas a su naturaleza; no, al hacerlo acude a sus orígenes, al ambiente de su niñez, a la huerta, a la estancia, a los campesinos, que si de algo tenían conocimiento es precisamente eso: que las especies domésticas bajo su cuidado van variando constantemente, y que no obstante desconocer el origen de las razas domesticadas, saben –y así lo demuestran ampliamente– que la variación de los antecesores puede ser transmitida a su descendencia.

La selección natural es un proceso nativo que procede para salvaguardar y atesorar las variaciones favorables mínimos dentro de los sistemas vivos.

Darwin hizo una observación sagaz, pero consiguió una mala conclusión. Él pensó que, ya que la selección natural puede, y causa pequeñas variaciones en las poblaciones animales, incumbiría, consecuentemente, ser capaz de exponer toda la variedad que observamos en la biología. Concluyó que ya que la selección natural explica la variedad, toda la vida debe, de algun modo, estar conexa, habiendo todo evolucionado finalmente de alguna suerte de ancestro común. "Es un hecho verdaderamente maravilloso - maravilla que somos dados a pasar por alto debido a la familiaridad -.que todos los animales y todas las plantas de todos los tiempos y espacio estén emparentados entre sí..."  los defensores de esta teoría han llegado hasta sugerir que este ancestro común, de alguna manera evolucionó de la materia no viva. Bien, toda esta idea de los pájaros y las bananas, los peces y las flores, estando todos emparentados, y de la vida evolucionando de la no vida...puede haber parecido antiguamente creíble allá en los 1800. La biología moderna no obstante estaba en sus inicios, y todavía se pensaba que la célula viva no era más que una simple gota de protoplasma. Pero gracias a los fundamentos puestos por estos grandes hombres de ciencia (los cuales se opusieron a la evolución darwiniana) y a la luz de los tremendos avances que hemos hecho en la biología molecular, la bioquímica, y la genética, especialmente en los pasados cincuenta años, las fallas de la teoría de Darwin se destacan claramente. Por ejemplo, hemos establecido que existen barreras genéticas. Además, también queda claro que, si bien no llegó a modificar su teoría en respuesta a las críticas científicas, sí la retocó, acertando en aspectos como el tipo de variaciones importantes para la evolución.

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