LA FATALIDAD DE LA CERCANÍA

El Callejón del Beso

LA FATALIDAD DE LA CERCANÍA

En la ciudad de Guanajuato, doña Carmen conoció a don Luis en un templo cercano a su casa y después de un tiempo se enamoraron. Todas las tardes salía acompañada de su ama de llaves, quien se encargaba de vigilar que nadie interrumpiera a la pareja mientras estaban juntos, pues don Luis era un minero y doña Carmen hija de un rico hacendado, quien pretendía casarla con algún miembro de la nobleza española.

Desafortunadamente, un día fueron descubiertos y el padre obligó a Carmen a permanecer encerrada en casa, con el objetivo de arreglar todo para enviarla a un convento del cuál sólo podría salir cuando fuera momento de casarse con un noble, como él deseaba.

Ella rogó e incluso prometió a su padre nunca volver a ver a don Luis, pero las súplicas no tuvieron ningún efecto; debía permanecer en su habitación. Carmen logró, con ayuda de su ama de llaves, enviar una carta a Luis contándole la situación.

El minero, buscando cómo eliminar la distancia, recordó que la habitación de su amada tenía un balcón que daba a un callejón tan estrecho que era posible tocar la pared de la casa de enfrente con sólo estirar la mano… Habló con el dueño y éste aceptó vender su hogar a precio de oro.

Después de mucho llorar, Carmen salió al balcón, para descubrir a don Luis esperándola. Tocaron sus manos y pudieron sentirse cerca de nuevo. Sin embargo, sólo habían pasado unos minutos cuando en el interior de la recámara se escuchó al padre de la joven gritar iracundo a la ama de llaves, quien no le dejaba pasar. Furioso, irrumpió en la habitación y clavó una daga en la espalda de su hija… sus dedos aún estaban tocando los de don Luis, el cual sólo pudo besar su mano antes de verla morir a causa de la herida.

Por esta historia este lugar es ahora conocido como “El Callejón del Beso” y la creencia popular indica que todos los enamorados que pasen por aquí deberán besarse o enfrentar siete años de mala suerte…

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