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La Ciencia De La Evolucion

songway9 de Abril de 2013

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Fuente: http://evolutionibus.eresmas.net/biomolecular.html

LA CIENCIA DE LA EVOLUCIÓN.

La teoría de la evolución se ocupa de tres materias diferentes. La primera es el hecho de la evolución, es decir, que las especies vivientes cambian a través del tiempo y están emparentadas entre sí debido a que descienden de antepasados comunes. La segunda materia es la historia de la evolución, es decir, las relaciones particulares de parentesco entre unos organismos y otros y cuándo se separaron unos de otros los linajes que llevan a las especies vivientes. La tercera materia se refiere a las causas de la evolución de los organismos.

El origen evolutivo de los organismos es hoy una conclusión científica establecida con un grado de certeza comparable a otros conceptos científicos ciertos, como la redondez de la tierra, la composición molecular de la materia o el movimiento de los planetas. Este grado de certeza que va más allá de toda duda razonable, es lo que señalan los biólogos cuando afirman que la evolución es un hecho.

La investigación histórica de la evolución incluye desentrañar la sucesión histórica de los organismos, precisar los ritmos de la evolución, la multiplicación y la extinción de especies, la colonización de islas y continentes, y otras muchas cuestiones.

En cuanto a los mecanismos o causas de la evolución, Darwin ya apuntó el de la selección natural, y hoy se conocen algunos más, que se verán más adelante.

La historia de la teoría de la evolución no es una simple enumeración de explicaciones científicas. Existe en primer lugar una lucha entre dos concepciones del mundo. Para algunos, admitir la transformación de las especies significaba la destrucción de todas sus creencias. Los partidarios de la lectura de la Biblia al pie de la letra se empeñan, aún hoy en día, en negar la evolución, y tienen todavía cierto poder para imponer sus ideas en ciertos países. En los EEUU, por ejemplo, la batalla contra la evolución cobró grandes proporciones en los años veinte (el llamado "juicio del mono"). En 1924, la cámara de representantes de Tenessee aprobaba, por unanimidad, una ley que proclama: "En la Universidad o escuela normal o cualquier escuela pública financiada entera o parcialmente con fondos del Estado, queda prohibido enseñar una teoría que niegue la historia de la creación divina del hombre, tal como la enseña la Biblia, y propagar en su lugar que el hombre desciende de un orden inferior de animales".

Actualmente, en Arkansas; Florida y Texas la doctrina creacionista ha sido incluida en los programas escolares. En California no se puede enseñar la teoría de la evolución a título de teoría científica, sino como mera teoría no probada. Ronald Reagan, en 1980, durante su campaña presidencial, decía: si se enseña evolución en las escuelas públicas, entonces habrá que enseñar también la historia bíblica de la creación.

PRECURSORES DEL EVOLUCIONISMO: SIGLOS XVIII Y XIX.

Hasta llegar a una teoría de la evolución de las especies perfectamente sistematizada, como lo haría Charles Darwin, hubieron de superar ciertos problemas. A saber:

1. El primer problema consistió en la edad de la Tierra, La evolución necesita tiempo, y este era más bien escaso: menos de 6.000 años.

2. El segundo problema era la imposibilidad de cambio de las formas vivas debido a que Dios las había creado tal y como eran.

3. El tercer problema eran las discrepancias surgidas entre lo que la Biblia decía y las observaciones científicas. Quién discutiera la Biblia se hallaba expuesto a un grave riesgo social.

4. El cuarto problema se solventó fácilmente, ya que consistía en catalogar y clasificar las diferentes especies existentes.

Probablemente, los personajes que más contribuyeron a solventar estos problemas son los que veremos a continuación: Linneo , Buffon , Hutton , Lyell, Lamarck , Malthus , y Cuvier .

Carlos Linneo (1707-1778). En 1686, J. Ray define el concepto de especie con precisión. Busca los caracteres específicos, e.d., los que son más constantes. Según él el criterio más fiable de identidad específica es la filiación: nunca una especie nace de la simiente de otra y viceversa. Ray llegó a escribir, a pesar de ser un seguidor de la Biblia, lo que sigue: "sea cual fuere la antigüedad de la Tierra y de los cuerpos que hay en ella, la estirpe humana es reciente".

Esta proposición será retomada y transformada en dogma por un botánico sueco llamado Linneo. Para llevar a cabo su empresa, primero construye una clasificación de los vegetales basada en los órganos sexuales. Luego crea el llamado sistema binomial de nomenclatura, en 1753, utilizado actualmente, para nombrar las diferentes especies. De los dos nombres, el primero constituye el género al que la especie pertenece, un grupo amplio en el que hay otras especies parecidas a ella, y el segundo nombre especifica la especie concreta de que se trata.

Linneo apareció en el escenario científico de esta manera cuando sólo contaba 28 años, con la publicación de su Sistema Naturae. La primera edición tuvo 142 páginas, y la décimosexta, 2.300 distribuidas en tres volúmenes porque Linneo recibía materiales de todo el mundo.

Contrariamente a las intenciones de su autor, el sistema linneano contiene los términos del transformismo. Obliga a los clasificadores a prestar atención a las similitudes y diferencias con otras especies cuando quieren denominar una nueva. Linneo comenzó su carrera firmemente convencido del fijismo, pero al avanzar su trabajo y viendo las variaciones de las especies, sus dudas se acrecentaron. De hecho en las posteriores ediciones de su libro omitió las declaraciones sobre el fijismo. Linneo se debió preguntar cuál era el origen de estas similitudes, y si estas denotaban un origen común de las especies, pero no quiso o no supo extraer ninguna conclusión al respecto, y será recordado como el primer gran clasificador serio de los seres vivos.

Georges-Louis Lecrec , conde de Buffon (1707-1788). La ambición de Linneo, siendo grande, no tuvo comparación con la de Buffon. Se dedicó a escribir el mundo entero, sus orígenes y cuanto encerraba, y acabó componiendo una enciclopedia sobre la naturaleza, en cuarenta y cuatro tomos (sólo treinta y seis de ellos fueron publicados en vida de él), la Histoire Naturelle, Généralle et Particulaire, traducida a otros idiomas tan pronto como aparecían. Fue la obra científica más importante y de más influyente de su siglo, y la más popular, ya que combinó descripciones redactadas con elegancia con historias sobre la vida de una cantidad apabullante de animales y plantas, además de introducir discursos sobre astronomía, edad de la tierra y procesos vitales.

Buffon, desde luego, hace suyas algunas frases sobre el poder de Dios, pero para él la naturaleza es activa, capaz de construir, de deducir, de encadenar los procesos. Llegó a escribir: toda familia, así animal como vegetal, tiene idéntico origen, e incluso todos los animales proceden de uno solo, que, en la sucesión de las eras (...) ha producido todas las razas de los que ahora existen.

Buffon observó, como la hará Malthus, que las especies se multiplican más rápidamente que los alimentos, lo que implica una lucha por la supervivencia. Y también que había diferencias entre los individuos de la misma especie. Darwin amalgamaría algo con estos datos, pero Buffon nunca lo hizo.

Fue el primero en proponer que los planetas se habían originado por colisión entre el Sol y un cometa. La historia de la Tierra se dividía en siete partes, correspondientes a los siete días del Génesis, siendo cada día equivalente a 35.000 años.

Así, calculó que la Tierra, caliente en un principio, se había enfriado lo suficiente como para acoger la vida hace unos 70.000 años; después propuso otros tantos años al cabo de los cuales la Tierra estaría tan gélida que la vida desaparecería. Las hipótesis sobre los cambios de temperatura le llevaron a proponer una solución al enigma de los fósiles: eran tipos extintos por enfriamientos de la Tierra.

Sin embargo, su clasificación de los animales fue ridícula: lo hizo en atención a su utilidad a los hombres. Esto refleja el ambiente antropocentrista de la época.

Buffon creía que el mundo era viejo y que las especies cambiaban; por eso fue acusado y se retractó de todo lo dicho, renunciando a todo lo que atañía a la formación de la Tierra y a todo lo que chocara con la narración de Moisés. Sin embargo, lo fundamental en sus tesis está ya flotando en los ambientes ilustrados de la época: la idea de una continuidad de la Naturaleza.

En el libro de James Burke, "El efecto carambola", aparece otra interesante afición de Buffon, que era criticar a los americanos e instigar a los demás científicos franceses que lo hicieran. Por ejemplo, en revista científicas francesas de la época, aparecían artículos indicando que el clima de América había producido animales "inferiores" (en medidas) a los europeos. Según ellos, había extensísimas áreas en América repletas de ranas torpes y pútridas, que el país estaba lleno de serpientes, lagartos e insectos monstruosos. En un tono no tan jocoso a nuestros ojos, afirmaban algo parecido acerca de los indios americanos.

Todo esto no deja de ser una prueba más de que los científicos no son ajenos al entorno social que les rodea, afectando ello, las más de las veces, a sus conclusiones, que carecen de la necesaria objetividad.

James Hutton (1728-1799). Fue el primer geólogo sistemático del mundo, y proporcionó a la ciencia un esquema, el primero,

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