La Complejidad En La Educación Ambiental

La complejidad en la educación ambiental

“la crisis ambiental es la primera crisis global generada por el desconocimiento del conocimiento”

Cuando se habla de problemas ambientales, por lo general muchos lo entienden como aquellos derivados en la contaminación del aire, agua y suelo, la deforestación, entre otros; es decir, solo se toman en cuenta elementos físicos y biológicos. Sin embargo, los problemas ambientales tienen raíces diversas y de mayor profundidad, los cuales a su vez impactan en distintas situaciones a las que tal vez no se les ha dado mayor importancia pero que sin embargo intervienen dentro de la red de procesos que intervienen en los problemas ambientales.

Estos procesos ya no se limitan a ser de dos categorías, sino que son además relativos a la producción, a la tecnología, a la organización social y la economía. La degradación ambiental es el resultado de las formas de conocimiento a través de las cuales la humanidad ha construido el mundo y lo ha destruido por su pretensión de universalidad, generalidad y totalidad; su objetivación y cosificación.

Ahora bien, como lo mencione en un principio, la crisis ambiental no se deriva de nadie sino del ser humano y sus carencias de conocimiento. Seguramente podemos pensar, ¿Cómo? Si el ser humano tiene muchos conocimientos, ya que ha sido capaz de desarrollar tecnología, crear inventos, desafiar condiciones adversas. Sin embargo, también esto ha sido con la finalidad de tener una supremacía, de destacar, de avanzar a toda costa, ¿el costo? Nuestro planeta y la crisis ambiental que prevalece.

El hombre ha destruido el ambiente por las distintas formas de pensar de nuestra especie. Cuando se reflexiona sobre esto, nos lleva a repensar muchas de nuestras condiciones, a reinventar nuestra identidad a través de los procesos socio-educativos y de participación ciudadana. Es ante todo una crisis del conocimiento.

Es aquí en donde nos percatamos que existe una necesidad de desarrollar nuevas formas de pensar, diversos autores han planteado la necesidad de una reforma del pensamiento que incorpore los procesos de construcción del pensamiento en una dimensión de complejidad, a través de una visión multidimensional; no todo es lineal, existe una red de diversos conocimientos en distintas ciencias que se relacionan entre si para poder entender mejor lo que es una crisis ambiental. Implica relacionar, relativizar, historiar el conocimiento, aceptar la incertidumbre y el caos como parte del mismo.

La complejidad ambiental genera una visión sobre las relaciones entre los procesos que no pretenden separar al sujeto del objeto del conocimiento (todo se encuentra interrelacionado). Ahora bien, no se trata únicamente de analizar procesos desde el punto de vista objetiva, se trata además de una modificación a nivel conductual para establecer una relación ética entre el ser y el saber. “¿De qué me sirve saber sino aplico mis conocimientos para beneficio del ambiente que me rodea?”

La complejidad ambiental también reconoce la importancia de abrir un dialogo entre modernidad y postmodernidad; entre logros científicos, raciopnalidad económica y saberes populares, entre ética y conocimiento. Implica una disposición hacia la escucha “del otro”, las ideas no surgen de forma individual, se construyen de forma colectiva, compartiendo la información que obtenemos del mundo.

Esta complejidad que caracteriza al “saber ambiental” se relaciona además con la multidisciplina y las relaciones que se suscitan entre las distintas que podemos encontrar, ya no debe haber una desfragmentación de la ciencia, sino que de alguna u otra manera distintas nociones de diferentes disciplinas nos ayudan a entender los mismos procesos ambientales.

La complejidad ambiental lleva a cuestionar el pensamiento

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