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La Domótica


Enviado por   •  4 de Noviembre de 2012  •  Ensayos  •  1.711 Palabras (7 Páginas)  •  373 Visitas

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La Domótica

1. Introducción

La domótica (del latín domus (hogar) es el conjunto de sistemas automatizados de una vivienda que aportan

Servicios de gestión energética, seguridad, bienestar y comunicación, y que pueden estar integrados por medio

de redes interiores y exteriores de comunicación. Se centra en los servicios de bienestar, seguridad y

Comunicaciones que pueden facilitarse en la vivienda a sus habitantes.

1.1 Historia del hombre y sus orígenes

Desde la era de la prehistoria. Cuando los hombres vivían en cuevas, se ha buscado una constante mejora del

medio en el que se establecen, y más concretamente en su hogar. El descubrimiento del fuego en aquellos

tiempos remotos supuso un adelanto diferencial en cuanto a seguridad y confort, ya que las llamas ofrecían por un lado protección frente los enemigos ajenos y a la vez luz y calor.

Posteriores a las cuevas fueron las cabañas (situémonos en el periodo neolítico) y poco a poco la vivienda se fue transformando con la aplicación de nuevas técnicas y materiales, con diferencia según la zona geográfica.

Más tarde en la Mesopotamia se inicia la construcción de lo que podríamos denominar primeras casas con

piezas de barro, que más adelante también usarían los egipcios con edificaciones que iban de lo más modesto

a verdaderas mansiones, con jardines, patios interiores, fuentes, dependencias, etc.

En el siglo V a.C. algunas habitaciones de la casa griega (oikós) empezaban a tener una función muy

específica como es el thalamós, lugar más íntimo en donde se guardaban los bienes más preciados. Estas casas

servirían en un futuro de modelo para la civilización romana, que incorporaron una diferenciación aún más

clara de las distintas salas; había el tablinum (recibidor), el triclinio (comedor) y los cubiculum (dormitorios),

todo alrededor de un patio central denominado atrium. Algunas de las aportaciones de los romanos a la

arquitectura doméstica fueron la introducción del agua corriente, que llegaba a las fuentes de las casas

mediante los acueductos y las cañerías de plomo, junto con la invención de un ingenioso sistema de

calefacción consistente en un sistema de cañerías subterráneas mediante las cuales circulaba agua que

previamente sé había hecho calentar mediante con fuego y leña.

Las casas europeas de la Edad Media no representaron un adelanto relevante en cuanto a confort y seguridad a

causa de la pobreza de la época, si bien los nobles vivían rodeados de comodidades en los castillos.

Ahora hagamos un salto cronológico hasta 1850, fecha de la 2ª Revolución Industrial. La evolución de las

viviendas, que hasta entonces sé había ido desarrollando de forma discreta, se dispara con la aparición de la

electricidad, el agua corriente, el gas, el correo, el teléfono y los electrodomésticos. Todas estas apariciones de

la ciencia y la tecnología se fueron asimilando paulatinamente. Con inventos como el teléfono, la radio y más

tarde la televisión, que favorecerá que la opinión pública se genere en el ambiente doméstico y no en el

exterior como sucedía hasta entonces (por ejemplo en el caso romano la opinión se intercambiaba en el

forum); en casa actúan los políticos, juegan los deportistas, cantan los artistas, debaten los intelectuales y

combaten los militares. De esta forma el terreno doméstico ya esta preparado para los inicios de la

automatización, que será la tecnología antecesora de la edificación inteligente.

La automatización, símbolo del progreso durante las ocho primeras décadas del siglo XX, iba extendiéndose a

todo aquello susceptible de ser automatizado en un edificio. En los años setenta, un edificio moderno debía

estar dotado como mínimo de escaleras, puertas, ascensores, climatización, sistema de detección de incendios

y de intrusos; todo automático.

El hecho que permitiría encaminar la tecnología hacia los edificios inteligentes fue, sin lugar a dudas, la

aparición del microprocesador y en definitiva de los ordenadores personales. No obstante, el concepto de

edificio inteligente todavía quedaba lejos y el paso más importante para alcanzarlo vino de la mano del control

climático: el ahorro y el confort eran y son factores prioritarios para un arquitecto, de modo que ingenieros e

informáticos acercaron sus relaciones como nunca y empezaron a diseñar para posteriormente instalar

sistemas de climatización controlados mediante la electrónica microprocesada, por autómatas y finalmente por

ordenadores personales.

Entrando en los noventa, el desarrollo paralelo de tres grandes ramas de la tecnología (telecomunicaciones,

electrónica e informática) hace que los edificios convencionales añadan múltiples mejoras y a su vez los

hogares inteligentes empiecen a ser una realidad más palpable, aunque eso sí más cerca de un interés

promocional que real (nos encontramos en un estado embrionario y aún no podemos hablar de casas

inteligentes). Cualquier edificio dotado de sistemas inteligentes de climatización de accesos, de iluminación,

etc. era considerado inteligente cuando en realidad las palabras más adecuadas habrían sido edificio

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