La Estimulación

La Estimulación

Por la falta de conocimiento sobre la importancia de la estimulación temprana, se creía que un menor en condiciones fisiológicas y aparentemente psicológicamente normales no necesitaban tener que realizar ningún tipo de actividad que estimule la psicomotricidad y motricidad del menor. Mientras que los que nacían con alguna enfermedad como retraso mental o alguna deficiencia psicomotora, eran los únicos que necesitaban de terapias estimulantes.

Pero lo mas preocupante es que después de la edad de 4 años los padres y educadores no se percatan en seguir estimulando la psicomotricidad y motricidad del niño/ niña. La carencia en información lleva a que el niño no desarrolle actividades que lo estimule, por lo tanto, en el futuro tiene una gran probabilidad de tener problemas para relacionarse con el mundo que lo rodea. Este problema puede causar que el niño no desarrolle una personalidad saludable, su cognitividad fallará con frecuencia, tendrá un aprendizaje lento y su sistema motor no funcionará con total éxito.

Estudios realizados por especialistas en el área de desarrollo infantil, aseguran que a partir de la edad de los 3 años los niños quieren independizarse y hacer todo por sí mismos. Según la experta en terapia ocupacional del centro infantil Creciendo Juntos Luisa Fernanda Gutiérrez, afirma que es ideal que en esta edad se estimule la motricidad gruesa, para que interioricen las dimensiones de su cuerpo. Por estas razones es que es esencial permitirles hacer actividades ellos solos, tales como: vestirse, comer, sentarse, correr, dibujar, saltar, etc. Si no se les dan estas posibilidades, el menor no avanza en su desarrollo psicomotriz y motriz.

La teoría de Piaget, quien fue un importante psicólogo evolutivo suizo, trata del desarrollo del pensamiento y señala las cuatro etapas en el desarrollo del niño, que van desde la edad de 0 años hasta los 11 años aproximadamente.

La etapa en las edades de 2 a 7 años se llama “Preoperacional”, y en esta se desarrolla de manera gradual el uso del lenguaje y la habilidad para pensar en forma simbólica. El niño es capaz de pensar en operaciones psicomotrices y motrices en forma lógica y en una dirección. Tiene dificultades para considerar el punto de vista de la otra persona. Y es por esta razón que es muy importante estimularlos más allá de la edad de 2 años.

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