La Odontopediatria

LA ODONTOPEDIATRIA

“La curación es asunto de tiempo, pero es también, a veces, cuestión de oportunidad.” (Hipócrates)

La Odontopediatría es una rama de la odontología encargada de explorar y tratar al paciente infantil. (Wikipedia libre).Es muy importante para conservar la salud dental de los niños; impidiendo el dolor, evitando enfermedades y asegurando una buena masticación inculcando a los niños el hábito de visitar periódicamente a un odontólogo.

“Los niños merecen un cuidado especial en su salud bucal y al igual que el pediatra hay un especialista indicado para mantener a los pequeños alejados de las caries y los problemas dentales.” (Diente.com.mex)

Ésta es una especialidad que ha permitido fusionar dos grandes pasiones que son la pediatría y la odontología abriéndo las puertas a estudiar con mayor pasión y gusto, pero, para un desempeño excelente es muy conveniente algún conocimiento de la psicología que será útil en la vida profesional.

Muy pocas veces los especialistas escogen ésta carrera por vocación, sino, que lo hacen porque les toca o porque el dinero es dinero sin importar de donde venga. Y peor aún toman en cuenta que estos pequeños pacientes son persuasivos y aunque no parezcan se fijan en varios aspectos que marcan su vida y hasta la del especialista.

La manera de tratar al paciente infantil es uno de los temas del cual deriva todo el trabajo profesional ya que: “El Odontólogo que quisiera intentar el tratamiento de los niños ha de prepararse para esta labor” (M. Evangeline, 1934, pág. 56). Con los niños debemos ser lo que ellos esperan y saber el modo como tratar a cada uno de ellos; ya que ninguno es igual.

Uno de esos aspectos es la comunicación entre el Odontólogo y el paciente tratando de vencer barreras psicológicas que se han omitido; como por ejemplo el especialista debe estar preparado para tratar a niños: asustados, temerosos; e incluso aquellos pequeños que expresan lo que siente mediante el llanto; es por esto que el dentista tiene que comportarse de diversas maneras según el paciente que atienda. (Olivera, 2007, pág. 13-16)

El dentista tendrá que tomar ciertas ocasiones aptitudes firmes controlando la voz y dando instrucciones claras, otras ocasiones tendrán que tomar una aptitud comprensiva para disminuir el temor del niño y así con cada clase de paciente.

Las técnicas que apliquen dependerá de la empatía, porque “Mucha importancia tiene la aptitud del Odontólogo tanto al niño como a su familia, y su manera de proceder a de ser la de un amigo bondadoso, alegre y avisado.” (M. Evangeline, 1934, pág.24 26)

Es muy importante tomar en cuenta que: las primeras sesiones no deben durar más de quince minutos y, cuanto menos, las dos o tres primeras, han de ser indoloras; porque en cuanto se grabe bien en la imaginación del niño que las revisiones odontológicas no hacen daño, se tropezará con muchas menos dificultades; su actitud la determinarán estas primeras sesiones, después una sesión dolorosa será un accidente; mientras si esto sucediera en la primera sesión el paciente tendrá miedo a todas las intervenciones odontológicas. (M. Evangeline, 1934, pág. 37-39)

Los niños muchas veces se dejan llevar por lo que los demás niños o amigos dicen de sus visitas al odontólogo sembrando la duda. Incluso de lo que los padres mencionan como por ejemplo: y otros tantos comentarios que al perecer afectan en gran manera a estos pacientes.

Cuando un doctor se encuentra frente a un paciente infantil no debe perder la muestra de cortesía como saludarlo con la mano consiguiendo que el niño tome una aptitud conforme a la que le brinden en el lugar donde se encuentra. Para el niño todas las observaciones crean en su cabeza fantasías, es allí donde el especialista aprovecha para darle en fantasía lo que no puede dárselo en realidad logrando el objetivo de convencer al paciente que todo va estar bien y que no tiene por qué tener temor.

Es importante también que los niños conozcan por qué visitan al odontólogo; y vayan perdiendo ese temor y empiecen a pensar en todas las cosas positivas y beneficios que trae acudir donde el especialista. Pero para que aprendan y sepan es imprescindible la presencia y orientación de los padres.

Los niños deben ver a un dentista cuando tienen su primer diente y no después de un año de edad; pues la primera visita al dentista debe tomarse como un regalo de cumpleaños. (M. Evangeline, 1934, pag.5-10) Así es como los padres conforman un papel muy importante en este tema, contribuyendo para que esta primera visita sea satisfactoria y de total agrado para el paciente.

El niño no puede considerarse simplemente como un adulto de tamaño reducido

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