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La Producción Estratégica Como Sustento De La Hegemonía Mundial. Aproximación Metodológica.


Enviado por   •  5 de Junio de 2014  •  1.426 Palabras (6 Páginas)  •  1.101 Visitas

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El capitalismo ha vuelto a sorprender al mundo con su extraordinaria capacidad re organizativa. Lo mismo que la crisis de inicio de siglo, la actual escondía sus virtudes depuradoras tras una cortina de desastres, quiebras, depauperación, desempleo y exclusión, provocando previsiones derrumbistas. Enseguida, ni bien empezaron a evidenciarse las nuevas bases tecnológicas que se abrían paso destruyendo los obstáculos del proceso de valorización, sea prestaron alegres los apologetas augurando el fin de la historia y vida eterna al capital. Ni una ni otra imagen escapaba a la pseudoconcreción. Ni una ni otra rescataba la esencia contradictoria del cambio que estaba en proceso.

A. La delimitación general

El profundo proceso de reestructuración que ha convulsionado al mundo en los años recientes, ha modificado las modalidades técnicas y sociales de la producción de riqueza, su contenido concreto y su estructura jerárquica interna, La producción estratégica como sustento... técnica, económica y política. Simultáneamente, este proceso ha puesto en marcha hondas transformaciones culturales que han ido paulatinamente generando una nueva, aunque no homogénea, concepción del mundo; alteraciones en el modo y contenido de la reproducción social y en el de la reproducción de la fuerza de trabajo. El propio concepto de fuerza de trabajo, de proletariado, se ha tornado más complejo, al tiempo que se modifican los campos de la subsunción y con ellos el contenido material de los procesos de generación de valor y de enlace y posibilitación de la reproducción global. La explotación misma se ha revestido de diversas formas, se ha vuelto más flagrante y a la vez más disimulada, nos golpea y se nos escabulle.

El perfeccionamiento técnico y el dinamismo creativo de las innovaciones tecnológicas han permitido la mayor integración de los recursos y procesos productivos mundiales, han fortalecido los grandes liderazgos, han cancelado espacios para formas de producción anacrónicas, han iniciado una re funcionalización del trabajo domiciliario o subalterno pero, principalmente, han propiciado una redefinición o reafirmación de la hegemonía en todos los terrenos y en todos los niveles. Las relaciones de dominación o determinación se han visto reforzadas mediante la extensión y ahondamiento de las redes de subsunción real capitalista; la supremacía tecnológica y económica de algunas grandes naciones y de algunos grandes capitales se ejerce, con este nuevo vigor, de una manera más definitiva, más impositiva y arrasadora y con ello destruye no solamente los sueños del desarrollismo sino las bases mismas de la soberanía de las naciones y pueblos más débiles

B. La delimitación del objeto de estudio.

Aquí ya hay una primera delimitación. Desde el momento en que planteamos el problema en términos de fuerzas productivas estamos dejando fuera concientemente el estudio de algunos espacios importantes de definición de límites y alternativas no directamente relacionados con lo económico. Desde nuestra perspectiva, y con las desventajas derivadas de la especialización o parcelación del conocimiento científico de la realidad, el desarrollo y carácter de las fuerzas productivas es el núcleo fundamental para abordar el análisis de la estructura, límites y contradicciones del capitalismo contemporáneo. El estudio de las fuerzas productivas del sistema nos ubica simultáneamente en los terrenos material y social del proceso de trabajo y del proceso de valorización, es decir, nos obliga a afrontar el problema desde el punto de vista del valor de uso y del valor sin perder de vista la relación de clases que subyace y las modalidades que ésta reviste, Otra perspectiva de análisis, común entre intérpretes contemporáneos de Marx en torno a lo estratégico para el desarrollo del capitalismo, consiste en la priorización de la esfera de la circulación como momento fundamental de la reproducción; este enfoque teórico procede, desde nuestro punto de vista, de una captación apresurada de la enorme importancia que efectivamente adquieren en el siglo XX las formas financieras del capital, con mayor razón en la medida en que la subsunción capitalista amplía la autonomización del valor y el espacio de cada una de sus esferas particulares, haciendo aparecer a la intermediación como la substancia. Ello supone al momento fundamental de la reproducción social como algo que varía conforme el desarrollo capitalista atraviesa por diferentes fases históricas, dependiendo de la voluntad o el momentáneo poder administrativo o monetario de los agentes capitalistas que se encargan de organizar la producción, la circulación o el consumo. No obstante, con ello se revoca el fundamento básico del materialismo histórico que postula como una determinación transhistórica el carácter trascendente del proceso de producción.

C. Elementos estratégicos de la reproducción.

El modo de producción capitalista se asienta sobre la premisa de la desposesión de los trabajadores directos de sus medios de reproducción y subsistencia y obliga a la reunión de los elementos de la producción mediante un acto de intermediación mercantil. La producción es una posibilidad hasta el momento en que el propietario de los medios de producción y de subsistencia se convierte en propietario, aunque sea sólo temporalmente, de la fuerza de trabajo. La reproducción del capital sólo es posible en la medida en que éste se mantenga como tal, es decir, en la medida en que logre articular con fines productivos a las condiciones objetiva y subjetiva de la producción. Son estas dos condiciones las que hacen posible el acto mismo de la producción y el capital sólo puede reproducirse a través de ellas. Por esta razón, la primera delimitación de esencialidad dentro de la reproducción está marcada por estos dos elementos: los medios de producción o elementos materiales del proceso productivo y la fuerza de trabajo, sujeto activo de la producción. Nuevamente nos vemos obligados a privilegiar los que consideramos los aspectos esenciales de esta reproducción, desde el punto de vista del proceso global de reproducción. Así, hemos elegido los dos aspectos fundamentales que determinan la calidad de la fuerza de trabajo y el control del ejército industrial de reserva, con todo lo que ello implica dentro del horizonte marxista. Los alimentos básicos y la producción y distribución de la población mundial, particularmente atendiendo a su movilidad internacional.

D. Lo estratégico dentro de la producción.

No se trata por lo demás de una serie de prioridades estratégicas fijas sino cíclicas, en parte determinadas por la lucha de clases, con puntos de partida y de llegada históricos, las cuales alternan sus innovaciones técnicas expandiéndose a través de todas las ramas o sectores del proceso de trabajo. Por ello la rama I de hecho puede alternar históricamente su prioridad estratégica con la II; o la producción de medios de trabajo con la de materias primas; etc. No obstante, el ciclo de esta renovación técnica retorna obligadamente a los sectores fundamentales, volviendo a reformular desde ahí la creación de nuevos patrones tecnológicos de producción y reproducción. Tal es la función estratégica que desempeñan las grandes crisis capitalistas, las cuales tienen la tarea de reponer con nueva tecnología los principales sustratos materiales desgastados en la rotación del capital.

E. Lo estratégico como sustento de la hegemonía en el concierto mundial.

La persecución del liderazgo o hegemonía económica deviene de la necesidad impuesta por el proceso de valorización de propugnar permanentemente por la obtención de plusvalor extraordinario. Son las condiciones de vanguardia, los espacios de la revolución técnica capitalista, los que dirigen el desarrollo de las fuerzas productivas con base en su facultad de aventajar al conjunto, pero también la de arrastrarlo, determinando las bases fundamentales del patrón tecnológico general. El problema de la hegemonía debe ser abordado en dos niveles diferentes que corresponden a sus agentes individual y colectivo. Por agente individual estaremos refiriendo directamente a las empresas y por agente colectivo al estado nación, a pesar de asumir con plena conciencia la necesidad de someter este punto a una profunda reflexión, como lo indicaremos más adelante. La capacidad individual de liderazgo se rige, fundamentalmente, por la organización productiva de la empresa, que implica su supremacía tecnológica, es decir, la capacidad para generar plusvalor extraordinario, y la racionalización al máximo del proceso de trabajo, buscando igualar la jornada horario con la jornada efectiva, mediante la eliminación de su porosidad. Los dos elementos nos remiten a la lucha de clases. En el primer caso a la competencia intercapitalista y, en el segundo, a la relación capitalista como tal.

F. Los Cuestionamientos que Subyacen.

Como fue anunciado en un inicio, los descubrimientos o precisiones logradas en el curso de nuestra investigación nos obligan a formular una serie de dudas o cuestionamientos al conocimiento teórico acumulado. Estas discusiones han sido parcialmente incorporadas en las secciones correspondientes pero no tuvieron un espacio propio para ser desplegadas y sistematizadas. Por esta razón, consideramos conveniente, a reserva de tratarlas con especial cuidado y detenimiento más adelante, dejar apuntadas en este capítulo introductorio las más

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