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La Psicología De La Mujer Embarazada

ajonas9326 de Noviembre de 2012

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PSICOLOGÍA DE LA MUJER EMBARAZADA

1. Aunque tal vez los cambios físicos son los más notorios, la mujer experimenta distintos sentimientos a lo largo de la espera del nacimiento de su hijo.

El bebé al nacer necesita cuidado de su madre en los aspectos físicos y psicológicos, la medre también debe experimentar los mismos tratos por su nueva condición de vida. La mujer pasa por diversos cambios durante y después del embarazo. Los que más notamos son los físicos, pero éstos no son los más importantes. En necesario que cada mujer se adapte en cuerpo y mente a las distintas etapas que surgen cada trimestre en el embarazo:

“Una madre tiene que nacer psicológicamente, tal como su bebé nace en forma física”, dice la psicóloga Inés Dibártolo.

Nace con ello una interrogante con respecto a la nueva identidad de la mujer, ¿cómo surge? “Surge gradualmente a través del trabajo acumulativo de los meses que preceden y siguen al nacimiento físico del bebé”, aclara la profesional.

Entonces, convertirse en madre es un proceso mediante el cual una mujer adopta una actitud mental diferente a la que había tenido hasta ese momento: se reorganizan sus intereses y prioridades y descubre nuevas inquietudes. En el embarazo se provocan muchos cambios emocionales en la mujer y al mismo tiempo la psicología particular de cada mujer afecta su embarazo. Muchas mujeres perciben el embarazo en forma inconsciente. Cierto desasosiego, unidos a síntomas físicos “raros” -cansancio, sueño, malestar en las mamas- le pueden advertir que algo está pasando. Después, la falta menstrual y el test que mide la hormona gonadotrofina coriónica humana (GCH) se lo confirman.

1.1. En el primer trimestre, el sueño es una manifestación física de que la futura mamá está intentando reacomodarse a su nueva realidad psíquica: se retrae sobre sí misma y busca descansar a solas, lo que le permite ir elaborando paulatinamente los cambios que sobrevendrán. El hijo en esta etapa es una mezcla entre realidad y fantasía, porque, lo cierto es que su presencia física todavía no se advierte en el volumen de la panza o en sus movimientos. “El sueño que se siente es como meterse hacia adentro e identificarse con el bebé que se está engendrando, y si bien los otros síntomas tienen su base fisiológica, también manifiestan el conflicto y la ambivalencia que siente toda embarazada: quiero este embarazo, pero también me asusta el cambio en mi vida”, explica Brígida Morgenroth, especialista en grupos de preparación para el parto.

La hipersensibilidad de la mujer, el humor cambiante y la irritabilidad -el nivel de hormonas también lo desencadena- es una de las características del embarazo y se expresa también en los sentimientos ambivalentes que experimenta: por un lado, se siente muy vulnerable y, por el otro, muy fuerte. “El embarazo es un cambio fenomenal y hay poca cosa firme de qué sostenerse”, dice la psicóloga Aixa Ezcurra, que coordina grupos de embarazadas.

1.2. “En el segundo trimestre, la embarazada se siente activa y con muchas ganas de encarar sus tareas; el embarazo es una realidad”, dice Morgenroth. “En el tercer trimestre en cambio, hay que dar mucho hacia adentro, alimentar y oxigenar a ese bebé que presiona contra otros órganos y las costillas, sintiéndose las molestias del final del embarazo”, agrega. La futura mamá tiene sentimientos ambivalentes: quiere que su hijo nazca pronto pero, a la vez, teme el parto o, ante la inminencia de grandes cambios en su vida, manifiesta deseos de que todo siga igual.

“El parto constituye una prueba no sólo física: tal vez la madre no se sienta segura de poder seguir dando al bebé todo lo que le ha dado hasta ese momento dentro de su panza, ni de poder reorganizar su vida, incluyéndolo”, explica Dibártolo.

2. Aspectos psicológicos del embarazo

Durante la gestación la mujer atraviesa por una serie de modificaciones en relación a su cuerpo, que van acompañadas por manifestaciones psíquicas. Se modifica la imagen que tiene de sí misma y se entrelaza con fantasías y representaciones.

Continente y expulsante. Se modifica la imagen que tiene de sí misma y se entrelaza con fantasías y representaciones. Al comienzo del embarazo aparece la "hipersomnia". La mujer siente que necesita dormir mucho más que lo habitual. Desde el punto de vista psicológico este síntoma corresponde a su identificación con el feto. Ella es de alguna manera su hijo y necesita mucho de su propia madre. Se movilizan afectos y recuerdos antiguos que la futura mamá necesita rever y recrear para adaptarse a su nueva situación e ir conectándose con el hijo que lleva dentro. La "Naturaleza" es sabia y le da tiempo para realizar este proceso. El embarazo es un tiempo de reflexión. La mujer revisará sus vínculos y se irá armando una imagen de sí misma y de sus modelos de cómo ser madre. Las madres de ahora son generalmente diferentes a las de antes. Los padres también. Ahora los hombres se permiten la ternura y la expresión de sus afectos. Pueden participar y es muy importante que lo hagan, tanto del embarazo como del parto y del placer de la paternidad. Para el padre el embarazo es un tiempo de pruebas. Tolerar que su mujer esté "ocupada" por un desconocido lo hace sentir muchas veces afuera, excluido. Los cambios corporales también movilizan los aspectos sexuales de la pareja. Amor, humor y flexibilidad son elementos que ayudan en tiempos de cambio. El ensimismamiento y algunos posibles síntomas físicos como náuseas, malestares o somnolencia durante los primeros meses indican que algo nuevo está pasando. No todos los hijos son deseados. No todas las mujeres quieren ser madres. Las situaciones no son todas iguales y muchas veces los cambios deseados o no son difíciles de manejar. Si la pareja tiene otros hijos el papá se verá más exigido a ocuparse de ellos. El nacimiento de un bebé es una crisis vital normal que afecta a toda la familia. La vida actual es complicada. Las mujeres deberán pensar cómo harán después del nacimiento, para armonizar maternidad, pareja, familia, trabajo y/o estudio sin olvidarse de sí mismas. El segundo trimestre coincide con la formación de la placenta. La mujer se conecta nuevamente con el mundo exterior. Ya está adaptada al embarazo y la panza se empieza a ver. El reconocimiento de los movimientos fetales hace que se intensifique la comunicación entre ambos y que el futuro bebé ocupe un lugar tangible en la familia. Con el tercer trimestre el parto se acerca inexorablemente. La buena preparación física y psicológica para la maternidad la ayudarán a tener el mejor parto posible, a prevenir la depresión post parto y a disfrutar plenamente de la relación con el bebé.

Se obtienen mejores resultados si:

• Los maridos concurren a la preparación con sus mujeres y participan del parto.

Las pacientes son capacitadas para sentirse seguras en el parto y el puerperio, saben qué hacer y dónde recurrir.

• Tienen conocimientos de puericultura y lactancia materna.

• Pueden planificar sus actividades fuera del hogar teniendo en cuenta el vínculo con su bebé.

Cuentan con un espacio en el que compartir sus preocupaciones, temores y ansiedades.

3. LOS 10 TEMORES MÁS FRECUENTES EN EL EMBARAZO

Como la mayoría de las madres saben, el embarazo puede convertirse en una etapa de mucho estrés. Las hormonas se revolucionan, nuestra vida cambia y revolotean de golpe un sinfín de preocupaciones sobre nuestras cabezas: temores por la salud del bebé, por el nuevo rol que nos tocará desempeñar, por el parto… Si te sirve de consuelo has de saber que no experimentas nada distinto a otras embarazadas. Estos sentimientos son comunes a la mayor parte de las gestantes. A continuación te mostramos cuáles son los miedos más habituales y cómo plantarles cara

1. ¿Puedo sufrir un aborto?

No es lo habitual. La mayoría de los embarazos transcurren con normalidad. El riesgo de padecer un aborto es menor del 20%. En cualquier caso recuerda que casi todos transcurren en las primeras semanas de gestación, cuando muchas mujeres no saben ni siquiera que están en estado y por lo tanto no son conscientes de que han abortado. A partir de la octava semana el riesgo disminuye. Las probabilidades de tener un segundo aborto son muy bajas, aproximadamente del 3%.

2. He comido alimentos prohibidos y he bebido alcohol ¿Perjudicará a la salud del bebé?

Actualmente las mujeres se ven sometidas a una gran presión sobre lo que deben y no deben hacer mientras están embarazadas. Evidentemente es aconsejable vigilar tu alimentación durante los nueve meses, pero obsesionarte con la idea hará que te vuelvas loca. Será tu médico el que te diga qué es lo que debes evitar y quien te recomiende ciertos alimentos o suplementos, pero ten en cuenta que es imposible seguir al pie de la letra los dictados de la perfecta nutrición. La posibilidad de que tu hijo contraiga una de las enfermedades asociadas a la alimentación es muy pequeña; si bien la probabilidad existe, por lo que es deber de los médicos informarte y procurar ser muy

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