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La Revolución Industrial, la Paz Británica y el Imperialismo.


Enviado por   •  18 de Febrero de 2016  •  Resúmenes  •  4.563 Palabras (19 Páginas)  •  247 Visitas

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Global Political Economy: Evolution and Dynamics
Robert O’Brien and Marc Williams
Chapter 3

La Revolución Industrial, la Paz Británica y el Imperialismo

Existen tres eventos que sobresaltan en el proceso que forjó la economía política internacional de hoy en día:

  1. La Conquista de América y la integración de este hemisferio a la economía global.
  2. La Revolución Industrial
  3. La Revolución de las Informaciones

Dentro del siglo XIX hay muchas cosas que rescatar. Primero, el poder y las riquezas se concentraron en quienes fueron capaces de acercarse a la innovación dentro de la producción de tecnologías. La Revolución Industrial incrementó el poder británico al punto de hablar de una hegemonía a mediados de los 1800s –Pax Britannica. Mas los alemanes y los estadounidenses fueron los que dominaron durante la segunda revolución industrial al final del siglo.

Segundo, el mercado liberal del siglo XIX fue creado a cambio de un costo humano. Los niños y las mujeres más vulnerables fueron la fuerza laboral predominante hasta que el ‘Free’ labour market arrastraron a los hombres al trabajo. La industria textil de Reino Unido dependía del trabajo de los esclavos estadounidenses para obtener su algodón.

Tercero, a pesar de que los beneficios del libre mercado eran muy conocidos y proclamados, en la práctica eran más bien limitados. Reino Unido condujo un libre mercado unilateral. Al momento en que otros países se sentían en directa competencia con UK, pronto levantaban barreras proteccionistas. Ejemplo: Estados Unidos y Alemania.

Cuarto, el orden internacional requería ciertos arreglos domésticos para funcionar. Primero, el Gold Standard necesitaba automáticamente ajustes económicos y sociales para  que el comercio fluyera. El Balance de Poder requería decisiones estratégicas basadas en intereses que excluyeran ideologías o afinidades políticas. Ambas prácticas fueron posibles solo porque las masas fueron excluidas de toda participación política. Sin embargo, conforme se fortalecían las democracias, fue mucho más complejo manejar las políticas públicas.

El desarrollo europeo en la innovación industrial produjo un balance de poder entre los europeos y los NO-Europeos, produciendo una chispa de expansionismo y competencia hacia grandes partes de África y Asia.

La Revolución Industrial

La primera revolución industrial empezó en Reino Unido y duró alrededor de un año desde mediados del siglo XVIII hasta los 1870s. Los cambios comenzaron en la industria textil con el algodón y fue seguido por la industria acerera con los ferrocarriles. La segunda revolución industrial inició en los 1870s y fue liderada por Alemania y Estados Unidos, países que se concentraron en nuevos productos y tecnologías.

En los 1700s, Reino Unido competía con Holanda e India en la industria textil. Holanda era un país al que era fácil de competir, pero India tenía productos más baratos debido a su barata mano de obra e incluso de mejor calidad. La solución: proteccionismo. Sin embargo, después de la invención de la máquina de hilar y el uso de la fuerza a vapor, por los 1790s la capacidad de algodón que podía ser procesada en un mismo lapso se incrementó fundamentalmente[1] y dio paso a la creación del sistema de fábrica. En este sistema un gran número de trabajadores realizaba diferentes operaciones técnicas en un mismo lugar.

Desde 1805 las jornadas laborales fueron alargadas debido a la entrada de la iluminación artificial a gas. El trabajo en las fábricas fue extremadamente impopular en la población británica. Los hombres trabajadores fueron inicialmente contrarios a entrar a las fábricas debido a la pérdida de independencia. Como resultado, mujeres y niños fueron explotados.[2]

El crecimiento del algodón y otro tipo de fábricas tuve un sinnúmero de efectos en la población británica. Se crearon grandes áreas metropolitanas[3], hubo una nueva relación económica entre las personas, un nuevo ritmo de vida, una nueva sociedad y una nueva era histórica. Primero, la población industrial fue divida entre los empleadores capitalistas que eran dueños de los materiales y las fábricas, y por otro lado, trabajadores que solo tenían su fuerza laboral que vendían por un salario. Segundo, la producción estaba organizada en fábricas con máquinas especializadas y trabajo especializado. Tercero, la economía entera llegó a ser dominada por capitalistas buscando ganancias.[4]

Había una dimensión internacional crucial para la revolución industrial en términos de demanda y abastecimiento. El algodón venía desde afuera de Europa –en los 1700s desde el Caribe, en 1807 más del 60% desde EE.UU.- y fue relevante para el éxito económico estadounidense, quienes basaron su fuerza en el trabajo de esclavos y la remoción de los indígenas de sus territorios. Por otro lado, la industria India fue destruida y solo exportaba algodón.

Una segunda fase de la revolución industrial fue marcada por el desarrollo del hierro y el poder a carbón. Visible en el auge de los ferrocarriles, que primero fue en Reino Unido y después se desplazó a EE.UU.

Una revolución en transporte se produjo en el último cuarto del siglo XIX debido a los ferrocarriles y el desarrollo de barcos a vapor de mayor tonelaje y velocidad. También la construcción de canales, como los de Egipto y Panamá.

También se descubrió una nueva forma de negocios: las corporaciones. Durante la fase inicial de la revolución industrial el mercado era guiado por familias. Sin embargo, más tarde fue necesario la participación de más entidades en una misma organización, ya que las sumas de dinero necesarias para invertir eran mayores y, al mismo tiempo, las ganancias eran a más largo plazo –como los trenes.

¿Por qué Reino Unido?

Tres factores: el crecimiento europeo del conocimiento y las tecnologías, el levantamiento del concepto de Estado liberal y el rol único de Gran Bretaña en la economía internacional.

David Landes indica sobre el desarrollo del conocimiento que la revolución científica europea y la ilustración produjeron traspasar las interpretaciones religiosas y Europa desarrolló tres características: hubo una creciente autonomía en la investigación; el lenguaje de las pruebas o demostraciones fue desarrollado en el método científico; se creó una rutina en la investigación que llevó la búsqueda de la innovación en una práctica cotidiana.

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