Revolucion Industrial

EL LADO OSCURO DE LA HISTORIA

No todo puede ser color de rosa, en la revolución industrial se evidencian dos extremos opuestos, su lado positivo y su lado oscuro, el que la mayoría desconoce; muchos creen que esta revolución aporto gran parte al desarrollo de la economía gracias a sus grandes inventos y descubrimientos, pero no se percataban de los trasfondos que sucedían con este desarrollo.

Primero, se mostrará el lado positivo de la revolución industrial que fue la gran transformación que se produjo gracias al El invento de la máquina de vapor y el desarrollo de los procesos industriales que contribuyeron para tener una sociedad más modernizada, y de igual manera ayudaba a afrontar retos naturales contra los que la Humanidad había luchado históricamente.

También y a consecuencia de los cambios y adelantos tecnológicos se dieron nuevas formas de organización del trabajo como lo eran los talleres de manufactura, lo que conllevo a la expansión del mercado internacional.

Pero como se había mencionado, no todo era color de rosa, ya que se produjo un rotundo cambio tanto para los artesanos como para los obreros, en vista de que muchos de ellos estaban acostumbrados a trabajar en su casa, con unas condiciones laborales mejores, disponiendo de su tiempo, sin rendir cuentas a nadie, podían descansar cuando quisieran, distribuían el trabajo a su antojo, podían salir de su casa sin que nadie les dijera nada, todas estas condiciones eran dadas para aquellos que trabajaban como “independientes”, vemos que no es muy lejano a como se trabaja en estos tiempos, aquellas personas que son independientes pueden manejar el tiempo a su modo y acomodo.

Por otro lado estaban también aquellos subordinados que tenían algún tipo de libertad, tenían buena relación con sus patrones, dado que no se percibía el abismo que los separaba gracias a las clases sociales y a la jerarquía organizacional y todo esto por que el obrero pretendía o deseaba algún día ser como su patrón, ser dueño de su propio negocio. Pero con el tiempo y dando que las maquinas utilizadas brindaban mayor producción en un tiempo menor al que podía brindar un obrero, muchos de los “independientes” y obreros ingresaban a trabajar a las fabricas, pero para ellos estos lugares eran algún tipo de cárcel, solo lo veían como un trabajo para subsistir; tenia pésimas condiciones laborales, tales como jornadas de 14 a 16 horas diarias, ya que los grandes dueños de las fabricas procuraban rentabilidad máxima causando el exceso de labores y como se dice coloquialmente “sacarles el jugo” obteniendo un mayor beneficio.

No solo las jornadas laborales salían a relucir, también las condiciones poco higiénicas e insalubres, sin algún tipo de seguridad social ni industrial que conllevaba a que se produjeran accidentes de trabajo y enfermedades.

Pero lo peor no es solo eso, ya que gracias a que había mayor demanda los capitalistas se vieron obligados a recurrir la ,mano de obra infantil y de mujeres y ellas principalmente en el sector textil.

En cuanto a los niños, los capitalistas se veían en la “penosa obligación” de explotar a los niños huérfanos, ya que ellos no tenían quien los defendiera y no dependían de nadie, y por esto se adueñaban de ellos; las condiciones eran pésimas, vivian en locales sucios, estrechos y su comida no era la que a su edad debían comer para su desarrollo, su alimento consistía en un pedazo de pan negro, sopa de avena, tocino pasado, en algunos sitios se podía ver como estos pobres niños se peleaban hasta con los cerdos por esa comida que al parecer era mejor que la que a ellos les brindaban.

Aquellos niños que no cumplieran con su “cuota” o se durmieran eran castigados con fuertes latigazos a tal punto de quedar inconscientes. Habían quienes inventaban las torturas, una de ellas era que colgaban a los niños de

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