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La célula


Enviado por   •  5 de Mayo de 2014  •  1.407 Palabras (6 Páginas)  •  172 Visitas

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SÍNTESIS

En 1998 fue publicado “El lápiz del carpintero”, por el escritor portugués Manuel Rivas. Esta novela, que nace en el año 1936, en medio de la guerra civil española. Trata de una historia de amor imposible, entre un hombre distinguido (Daniel Da Barca) y una hermosa mujer (Marisa Mallo) que está locamente enamorada de él.

La imposibilidad de este amor, es a causa de que Da Barca esta encerrado durante el franquismo en la cárcel de Santiago de Compostela. En esta cárcel, se sostendrá el hilo de la historia narrada por el propio opresor de Daniel. Herbal, un carcelero que por envidia y ambición se convierte en la sombra de Da Barca. Este hombre va a ser el narrador de la histórica que le relata las aventuras del Doctor Da Barca a Marisa de Visitaçao. Por ejemplo como evita la muerte en el paredón, la inteligencia para salvarse del juicio, la extraordinaria capacidad de liderazgo que tenía con los presos en la cárcel y un sin fin de situaciones que aparecen en la novela.

El narrador, a medida que transcurre la historia va cambiando su forma de ser, gracias a un lápiz de carpintero. Este lápiz tiene la magia y la sabiduría de muchos pintores que lo han tenido anteriormente como Antonio Vidal, Pepe Villaverde, Marcial Villamor, etc. Estos artistas se lo han pasado entre ellos por mucho tiempo y va a llegar finalmente a las manos de Herbal, gracias al pintor que dibujaba el pórtico de la gloria con este lápiz. El lápiz del carpintero. Este carcelero da muerte al pintor con tres tiros en la cabeza, al obedecer las ordenes de sus superiores. Al ocurrir esto el lápiz lo tendrá todo el tiempo en su oreja. Recogerá las enseñanzas que le emite la voz del pintor a través de un dialogo continuo. Que finalmente se convertirá en su conciencia.

Este libro no tendría ninguna gracia si no fuera por el toque romántico que le da Marisa Mallo. Es ella la que va a mantener el amor en esta historia. Que a pesar de la distancia, los altos muros de la cárcel y al poco apoyo de su familia. Marisa va a ser la que sigue a Daniel, cueste lo que cueste, al lugar que vaya. De Santiago a Coruña, de Coruña a Valencia. No importa, porque ella va a buscar cualquier momento para encontrarse con él. Como en el tren de tuberculosos, donde Marisa lo va a buscar y es ahí donde demuestran a Herbal, el inmenso amor que se tienen. Con ese abrazo apasionado, quebrado por uno de los guardias que estaba cerca de ellos.

Con ese amor, que se tenían uno al otro. Deciden casarse legalmente a través de cartas. Gracias a una monja que les hace todos los trámites, debido a que estaba enamorada del Doctor.

Cuando Da Barca parte de Valencia hacia Galicia, es cuando el lápiz del carpintero cumple su objetivo. Porque cuando todo se derrumba, cuando el mal se erige en sistema y la crueldad en norma, ¿puede un lápiz salvar el mundo?. Claro que sí. Debido a que Herbal tendrá su mayor acto de humanidad y de compasión, a pesar de que él estaba locamente enamorado de la esposa del doctor. Se dejará llevar por la voz del pintor. Inventará el mejor plan para que por fin Marisa y Daniel tengan su noche de bodas.

Con esa noble actitud de Herbal, el pintor ya sabía que hacer. Se despide de Herbal de una forma muy adecuada, regalándole el lápiz a María de Visitaçao. Porque el pintor tiene que seguir su camino y su camino ya había terminado con Herbal.

Marisa y Daniel salieron adelante, pudiendo tener una vida llena de amor y esperanza. Herbal y María siguieron trabajando en su club de alterne. Teniendo constantemente clientes que interrumpían sus vidas.

DESARROLLO:

Daniel Da Barca era perseverante, lo demostraba en varios aspectos. Siempre estuvo en pro del bien común. Tratando de subir el ánimo de todos los presos. Nunca se rindió, siempre daba muestras de fortaleza (excepto cuando mataron a dos de sus mejores amigos y Gengis lo veló en su depresión momentánea). Él trataba de persuadir a todos con su facilidad de palabra y de convencimiento, logrando apaciguar el dolor y dando esperanza a los que ya creían que no tenían salida.

Un hecho concreto ocurrió en la cárcel, mientras se contaba la historia de la vida y la muerte, Baldomir, uno de los presos, gritaba con una angustia desesperada: “¡Nos van a matar a todos! ¿No os dais cuenta? ¡Nos van a matar a todos!”. “Estáis ahí dale que dale con cuentos de viejas. Y no os dais cuenta de que nos van a matar a todos. ¡Nos van a matar a todos! ¡A todos!”.1

“Él

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