La economía no tiene porqué intervenir en absoluto en el devenir del mundo

Hay dos modos extremos a la derecha los que entienden que la economía no tiene porqué intervenir en absoluto en el devenir del mundo; las cosas se mueven por sus valores abstractos, a veces políticos, a veces culturales. A la izquierda; los oponentes de esta versión: la economía lo impregna todo; es imposible tocar realidad sin mancharse las manos de petróleo u otros intereses económicos.

John Maynard Keynes escribió en su obra magna:

Las ideas justas o falsas de los filósofos de la economía y de la política tienen más importancia de lo que en general se piensa.

En el terreno de la filosofía y política; raros son los hombres de más de 25 o 30 años que se mantienen abiertos a las nuevas teorías.

Tres metodologías que han intentado no sólo interpretar lo que sucede; sino arreglar los problemas que surgen de la realidad: el liberalismo, el marxismo y el keynesianismo. La economía ha utilizado permanentemente el método de la prueba y el error.

La idea de Popper, aplicada a la economía en el párrafo de Bruckner, de que la sociedad avanza mediante el procedimiento del ensayo y el error ha sido una de las ideas importantes del siglos XX. Los errores son siempre posibles; sobre la verdad nunca hay certeza.

El principio de falsabilidad de Popper afirma que una teoría científica no puede ser probada, pero puede demostrarse que no es verdadera

No significa que la economía no existía antes, ni que las doctrinas no tuviesen precedentes. El hombre contemporáneo es la suma de las luchas que lo han moldeado; la combinación detonante de un progresista y un reaccionario, un nacionalista y un cosmopolita.

Vicente Verdú explica que el hombre del siglo XXI será cada vez un modelo mestizo, rico en identidades y de pertenencias múltiples; en el supermercado mundial de la cultura escogerá los artículos diversos según su humor, sus valores y sus creencias, y lo hará no de una vez por todas sino que su vida, como en otros aspectos irá desplegándose como un exuberante bricolaje.

La disolución del comunismo como sistema político, económico y social ha dado lugar a otras tesis que no comparten el mestizaje, sino que entienden que ha habido una victoria definitiva del liberalismo. Susan George trababa en el artículo de comentar el papel de los think tanks conservadores en el desarrollo del actual estadio capitalismo.

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