La familia de los manatíes

I.- INTRODUCCIÓN

La palabra "manatí", en la lengua indígena caribeña, significa "con mamas". Su nombre científico proviene del vocablo latino Trichechus, que se refiere a los pequeños pelos o cerdas esparcidas sobre su cuerpo; y manatus proviene del vocablo griego μανάτος (manatus), que se refiere a la característica común de los mamíferos de amamantar a sus crías.

La familia de los manatíes (Trichechidae) son miembros del orden sirenio. La especie Trichechus senegalensis habita las costas de África Occidental; Trichechus inunguis habita la costa este de América del Sur y los ríos de la Amazonia, y una tercera, la Trichechus manatus, habita las Antillas y ríos y estuarios de la cuenca del mar Caribe, especialmente en las costas de Puerto Rico. El manatí de Florida es considerado una subespecie (Trichechus manatus latirostris) y el manatí antillano, que habita desde el norte hasta el noreste de sur América, es considerado como otra (Trichechus manatus manatus) (Stacey et al,. 1991).

Hoy en día solamente existen tres especies de manatíes de dugongo (Dugong dugon) en todo el mundo. Los manatíes de dugongo son los únicos mamíferos marinos que son herbívoros, también son conocidos como vacas marinas. Poseen un cuerpo fusiforme de color gris a negro cola horizontalmente aplanada y carecen de miembros posteriores, los miembros anteriores están modificados en aletas y presentan uñas a los extremos, los pezones se localizan en las axilas, el hocico es chato provisto de cerdas sensoriales. (Jefferson, 1991). La cabeza es corta con un rostro abultado que tiene labios amplios, carnosos y movibles. No presenta dimorfismo sexual aparente pero la hembra alcanza un mayor peso cuando llega a la madurez sexual (Packard et al., 1984). Puede llegar a medir 3.5m de longitud y pesar alrededor de 1 ton., aunque en los adultos la longitud del cuerpo alcanza entre 3-6 m, y el peso oscila entre 400-500 kg. (Reynolds y Odell, 1991).

El manatí es una especie que está considerada en peligro de extinción por la NOM-059 (SEMARNAT, 2001). A partir de julio de 1975, el manatí fue considerado como una especie en peligro de extinción por la convención sobre el comercio internacional de especies amenazadas de fauna y flora silvestre (CITES) y desde 1982, como especie vulnerable por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) (SEMARNAT, 2001).

La importancia del manatí se debe principalmente a su debida restringida distribución y que fueron intensamente cazados (Lefebvre et al., 2001). En la actualidad la principal amenaza es la pérdida del habitad (Olivera-Gómez y Mellink, 2005). Debido a la intensa actividad de embarcaciones que interfieren o perturban su hábitat, la actividad humana también contribuye a la disminución de estos organismos (O’shea et al., 1984).

II.- ANTECEDENTES

También llamado vaca de mar, el manatí se conoce en la mayoría de los países del Caribe como vaca marina o manatí. La palabra probablemente se deriva de la palabra "manatí" de los Indios Caribes, que significa pecho, en alusión a la manera como los manatíes alimentan a sus crías con mamas marginalmente parecidas a los pechos humanos (Shaul y Haynes 1986). Otros nombres dados en la región son lamantin, zeekoe, amerikaanse lamantijn, y sekoe (Husson 1978), palpa (indios misquitos) y manatin (maya).

La distribución original del manatí abarca las costas del Golfo de México y el Caribe, desde Tamaulipas hasta Tabasco y la península de Yucatán (Hall, 1981).

Actualmente existen poblaciones aisladas y con un número indeterminado en los estados de Quintana Roo y Tabasco. Las principales causas de la disminución de sus poblaciones es la transformación de su habitad y la caza (Colmenero y Hoz, 1986; Colmenero y Zarate 1990),

Se sabe que las capturas accidentales ocurren con frecuencia en las pesquerías locales y existe información de este problema para el trichechus manatus en el Caribe y el Golfo de México (Northdridge, 1985).

Se estima que existen alrededor de 118 especies de mamíferos marinos divididos en tres órdenes: carnívora con 36 especies, el orden cetácea con 78 especies y finalmente el orden sirenia con 4 especies (Folkens et al., 2002).

El manati se distribuye en la vertiente del Golfo de Mexico y del Caribe, específicamente, desde el estado de Carolina del Norte, E.U.A. hasta el centro de Brasil (Lefevre et al., 1989). El manati antillano es una especie considerada como amenazada tanto en leyes internacionales (Deutsch et al., 2007) como en las mexicanas (SEMARNAT, 2002).

La distribución actual de la especie se ha ido fragmentando con el tiempo, actualmente es menos abundante que hace un o dos siglos. La principal causa de esta disminución poblacional ha sido la caceria por parte del hombre (Powell, 1996). Dentro de las amenazas que existen actualmente sobre la especie se incluyen la caceria, la captura accidental en redes de pesca, la destrucción de su hábitat, los atropellos por botes a motor, la contaminación con agroquímicos y metales pesados, y la sedimentación progresiva de los cursos de agua (O’shea et al., 1984).

La zona límite de distribución de las especies de manatíes de la florida y del Caribe suelen ser Tamaulipas en México y Texas USA (Colmenero R. y Hoz Z. 1986, Lefebvre et al., 2001), existen pocos estudios en la zona norte del Golfo principalmente en el estado de Tamaulipas, con observaciones esporádicas en el rio Panuco y el Sistema Lagunar el Chairel-Champayan (Ortega-Ortiz et al., 2004); Ortega-Argueta et al., 2005.

Existen pocos estudios sobre manatíes en Tabasco, aun cuando ahí se registran las mayores poblaciones. La mayor abundancia de manatíes se encuentra en Barra de Chiltepec, ríos Gonzales y Grijalva y arrollo Tabasquillo en la parte norte y los ríos lagunas San Antonio, San Pedrito, Chashchoc, Chacamax, Chable y Usumacinta en la parte centro sur (Arriga Wiss y Contreras Sánchez, 1993).

Aun cuando Chiapas no tiene Vertiente con el Golfo de México, en su parte norte presenta una población importante de manatíes que se trasladan entre lagunas y ríos tributarios del rio Usumacinta considerados como la misma población de Tabasco. En la laguna de Catazajá se encuentra un grupo residente (Chanona Hernández, 1997).

La mayor distribución en el estado de Campeche comprende la laguna de Términos y los sistemas fluvilagunares asociados como rio Palizada-Laguna de Este, rio del Este-Laguna Atasta, ríos Chumpam-Balchacah, y rio Candelaria (Colmenero R. y Hoz Z., 1986). A través del rio Palizada los

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