La soya transgénica en Bolivia

La soya transgénica en Bolivia

Rodrigo Meruvia Soria

Fundacion Gaia Pacha

El progreso de las investigaciones de la biotecnología y la ingeniería genética en los últimos años ha adquirido una gran importancia de acuerdo a los avances científicos que aportan medios para efectuar “cruzas”, es decir; organismos que antes habían estado por completo fuera de la gama de posibilidades de ser donadores de genes ahora pueden ser usados para donar características deseables de resistencia a herbicidas, a sequías, virus y enfermedades de plantas; convirtiéndolas en plantas genéticamente modificadas o también llamadas transgénicos.

En el ámbito mundial, para el control de malezas, en el cultivo de la Soya Transgénica se está empleando una gran gama de agroquímicos, siendo el herbicida Glifosato el que constituye uno de los descubrimientos más importantes de este siglo por ser efectivo en el control de malezas, además de permitir su aplicación de diversas maneras. Sin embargo, cuando estos son aplicados, ya sea en pre-emergencia o post-emergencia y sobre todo en forma indiscriminada pueden provocar impactos negativos al suelo, cuerpos de agua y a la atmosfera, sin contar el daño a poblaciones benéficas de insectos y otros microorganismos que de una u otra manera aportan positivamente en la dinámica de la gran biodiversidad del planeta.

Para la producción de la soya transgénica se necesita el uso de ciertos agroquímicos que favorecen su crecimiento y que además ayudan a desmalezar de todo aquello que no sea soya transgénica en el suelo que se utiliza para la siembra de la misma, pero dentro de los agroquímicos utilizados está el Glifosato el cual es un herbicida no selectivo y económico que mata a todas las plantas y organismos asociados a ellas como son los insectos, respetando solo la semilla de soya transgénica, provocando así un impacto medioambiental que radica en la disminución de la biodiversidad que caracteriza a cada ecosistema (donde se incluyen: insectos, malezas y/o plantas, insectos y asociados), agotamiento de la productividad del suelo, condicionando rendimientos bajos y volátiles por hectárea.

Es decir que el cultivo de la soya transgénica a corto plazo es uno de los cultivos económicamente más importantes porque genera divisas pero a largo plazo se vuelve un cultivo insostenible ecológicamente.

Y a la fecha es todavía necesario investigar los procesos químicos, físicos y microbiológicos que intervienen en el transporte del Glifosato en el suelo y sus impactos en el mismo.

También existe la incertidumbre de saber los efectos que trae consigo este tipo de cultivos y sus técnicas a la salud como un daño colateral, ya sea como consumo directo de los alimentos como también de los daños que se podrían ocasionar por consumo de agua contaminada con estos agroquímicos o la producción de alimentos en suelos contaminados.

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