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Las Grandes Traiciones

karenmaya7 de Octubre de 2012

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Francisco Martín Moreno (México, 1946), novelista, historiador y columnista político. Estudió Derecho en la Universidad Iberoamericana y la Academia Mexicana de Derecho Internacional. Trabajó durante casi doce años, hasta 1981, como funcionario de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público y fue nombrado cónsul general de México en Barcelona en 1989. Su trayectoria literaria está centrada en la novela histórica de acontecimientos mexicanos, vertiente donde se sitúan México negro: una novela política (1986), México secreto (2002), México mutilado: la raza maldita (2004) y México acribillado (2008), entre otros títulos. Las cicatrices del viento (1989) comparte el mismo género literario, pero su contexto es la historia de América Central y el Caribe, en tanto el ciclo Arrebatos carnales (2009-10) presenta aproximaciones a la historia nacional a través de narraciones más breves. Las novelas La disculpa (1993) y México sediento (1997, publicada originalmente como Sequía: México, 2004) manifiestan otras preocupaciones sociopolíticas y ambientales del autor. Colaborador de diversos periódicos y revistas nacionales, ha firmado también libros como La respuesta (1994), ensayos sobre la quiebra política, moral y económica de México; Los mexicanos a contraluz (1996), compilación de columnas sobre la identidad nacional titulada inicialmente Los mexicanos en pantuflas, y Cartas a un mexicano (1997), epístolas sarcásticas.

Para comprender el enfoque de este libro analizaremos lo que significa traición ya que es la base para entender la lógica del texto citado en el libro LAS GRANDES TRAICIONES DE MEXICO Técnicamente, se entiende como traición renegar con dichos o acciones (sean éstas voluntarias o involuntarias), un compromiso de lealtad hacia una idea, asociación, o grupo de pertenencia.

Los temores, las sospechas, la frialdad, la reserva, el odio, la traición, se esconden frecuentemente bajo el uniforme de la cortesía por lo tanto mediante este libro conocemos las grandes traiciones dadas entre las sociedades dando así una careta primordial de cortesía esta lectura es demasiado interesante por que logramos entender que es que no hay buena revolución que no sea traicionada, sólo las malas revoluciones no se traicionan a sí mismas...La traición supone una cobardía y una depravación detestable familiarmente, la traición consiste en defraudar a familia, amigos, grupo étnico, religión, u otro grupo al cual pueda pertenecerse, haciendo lo contrario a los que los otros esperan. A menudo, cuando se acusa de traidor, tales acusaciones son controvertidas y disputadas, cuando la persona no puede identificarse con el grupo del cual es miembro, o de lo contrario está en desacuerdo con los líderes del grupo que hacen el cargo.

La palabra traición es uno de los hilos conductores que han definido el rumbo de nuestra historia y nos han atrapado en lo que hoy vivimos los mexicanos. La palabra traición es uno de los hilos conductores que han definido el rumbo de nuestra historia y nos han atrapado en lo que hoy vivimos los mexicanos. ¿Cómo hubiera sido nuestra historia sin la larga cadena de felonías que hemos padecido en carne propia? Sin un Santa Anna traicionando a la patria hasta lo inimaginable; si Hidalgo o Morelos no hubieran sido traicionados; si Obregón no hubiera traicionado la revolución y la Constitución reeligiéndose, antes de ser también traicionado y caer en La Bombilla, al igual que cayeron Villa y Zapata víctimas de traiciones, entre otros tantos más?

La historia de México está saturada de conjuras, fusilamientos y asesinatos, emboscadas y sabotajes derivados de las luchas para alcanzar o mantener el poder que han torcido, una y otra vez, el destino de nuestro país.

Un repaso por la historia de México, desde la larga guerra de independencia hasta los conflictos del siglo XX. Una serie de postales de la vida nacional en sus momentos más críticos, los protagonistas son los traidores, los que sirvieron a los enemigos de la nación. Es un repaso de Francisco Marín Moreno con esa pasión que sabe transmitir mediante su pluma.

Agustín de Iturbide traiciona al Rey de España, al Virrey de la Nueva España y al Ejército Realista, del que formó parte, y se unió al Ejército Insurgente que comandaba Vicente Guerrero para compartir el triunfo de la causa libertaria que se inició en 181o y culminó en 1821 con la independencia de México. Fue el primer Emperador de México, para serlo primero fue un traidor. En la narrativa de Martín Moreno se destaca la participación que tuvo María Ignacia Rodríguez -La Güera Rodríguez- por su influencia en Iturbide, de tal manera que la entrada del Ejército Triunfante en la Capital hizo escala frente a la casa de la Güera

La traición de los conservadores ante el triunfo de los liberarles en la Guerra de Reforma y pretender que México fuera gobernado por un emperador traído de Europa. Algunos de ellos pagaron con su vida su traición en compañía del derrocado emperador Maximiliano.Las traiciones a los revolucionarios Francisco Villa y Emiliano Zapata, quienes fueron asesinados por órdenes de los que circunstancialmente resultaron vencedores en la Revolución Mexicana.

La traición del general Manuel Peláez al formar un ejército de guardias blancas que protegieron los intereses de la compañías petroleras inglesas en la huasteca para que no rigiera en ese territorio la promulgada Constitución resultante de la Revolución y México no ejerciese su soberanía sobre el subsuelo del que se extraía el crudo que mantuvo a flote a la marina inglesa en la primera conflagración mundial.

Otras traiciones descritas por el autor y algún reclamo a una parte del pueblo mexicano que aceptó las invasiones: francesa en el siglo XIX y estadounidense en el siglo XX. Pudieron haber envenenado el agua que se surtían, sugiere.

¡Cuántas traiciones ha soportado esta nación! Una de las más recientes en este siglo XXI, la de Vicente Fox Quesada a la democracia, al inmiscuirse ilegalmente en la contienda por la presidencia de la república en 2006, apoyando, fuera de la ley, al candidato de su partido y pretender aniquilar al candidato de la mayoría del pueblo mexicano. La historia no termina y juzgará.

Una larga cadena de infamias se extiende por la historia de México y, lamentablemente, no escasean las cometidas por próceres, héroes nacionales y caudillos, e incluso por los llamados “padres de la patria”. En todo tiempo la lucha por llegar al poder y mantenerse en él a cualquier costo ha producido alianzas inconfesables, corrupción a niveles inauditos y asesinatos a mansalva… o maquiavélicos, como el cometido, por medio de un veneno, contra Benito Juárez. La cadena de traiciones se extiende a lo largo del siglo XIX, de Morelos a Santa Anna y hasta dar con Porfirio Díaz, quien entierra al liberalismo mexicano y, a pesar de haber llegado a la Presidencia enarbolando el principio de la no reelección, se reelige a su antojo hasta ser depuesto por el estallido de la Revolución. Ya en el siglo XX Victoriano Huerta traiciona a Madero; Carranza traiciona a Zapata; Obregón traiciona a Carranza, a Villa, a Carrillo Puerto, a Salvador Alvarado, a Adolfo de la Huerta y a Francisco Serrano, entre otros, hasta que el propio caudillo cae muerto, baleado y traicionado. En esta obra, Francisco Martín Moreno narra y analiza esos y otros episodios con base en una minuciosa investigación documental y con un estilo ágil, ameno y vigoroso, convencido de que es fundamental conocer a fondo la historia de nuestro país, en toda su cruda verdad.

Pareciera que México es un país de traidores. Moctezuma traiciona a su pueblo al abrirle las puertas de su reino a Hernán Cortés, quien con un puñado de mugrosos termina adueñándose de todo un imperio. Obregón, Calles, Carranza y el tal Guajardo, traicionan la Revolución Mexicana asesinando a Villa y Zapata. Madero, Carranza y Obregón mueren asesinados en la lucha por el poder. Juárez muere envenenado por Oliveria del Pozo, alias la Carambada, sin que Lerdo de Tejada hiciera algo al darse cuenta cuando vertía el veneno en su copa, pensando que él sucedería en el trono al Benemérito de las Américas. ¿Y la Iglesia Católica? Traidora por naturaleza.

¿Acaso no fue traición que los poblanos festejaran a su paso a las tropas norteamericanas, y la plebe defeña terminara emborrachándose con ellos a pocos días de tomar la ciudad de México en lugar de torcerles el pescuezo? Santana traiciona una y otra vez, y una y otra vez es de nuevo ungido como gobernante. En pleno siglo XXI, el 75% de los mexicanos están a favor de una anexión total a Estados Unidos. Traición, traición, traición.

Y ya entrado el siglo XX, las traiciones y los asesinatos en la lucha por el poder y por conservarlo siguen a la orden del día. Madrazo (padre) y Colosio, muertos a traición por el poder; estudiantes asesinados, la guerra sucia, el desmantelamiento del estado, la venta de todo. Elecciones robadas una y otra vez.

¿Pero en verdad seremos un pueblo de traidores? El populacho vota por Fox y Fox traiciona al populacho. Calderón se roba la elección y es ungido como presidente haiga sido como haiga sido, y de nuevo el populacho por una tarjeta Soriana pone al PRI en el poder. Como con Santana, el populacho pedía a gritos el regreso de su Alteza Serenísima, sólo que ahora en versión copetuda.

Los partidos políticos y los políticos traicionan una y va de nuez a sus militantes; hay quienes hoy son priistas, mañana perredistas y pasado mañana panistas. Traicionan los magistrados del TRIFE, los empleados de los políticos del IFE y todos en fila india se ponen de rodillas ante los poderes fácticos. Traición,

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