Las consecuencias de la carrera armamentista o el fracaso del vis pacem para bellum

3. Las consecuencias de la carrera armamentista o el fracaso del vis pacem para bellum.

La lógica del si vis pacem para bellum (si quieres paz, prepara la guerra), no solamente no nos ha llevado a la paz, sino que ha llenado los arsenales del mundo de miles de armas peligrosísimas, que representan una amenaza por si mismas, y que han desviado importantes cantidades de recursos económicos y humanos hacia una finalidad que solo conduce, a la larga, a la destrucción total.

3.1 La amenaza nuclear sigue viva

Un ejemplo claro de esto es la carrera armamentista nuclear en el contexto del conflicto entre la India y Paquistán.

En mayo de 1995 se amplió el Tratado de no Proliferación Nuclear (TNP), firmado en 1968 con la intención de impedir la aparición de nuevas potencias nucleares y promover la desmilitarización de las ya existentes. Los países no nuclearizados acordaron la ampliación indefinida del TNP con la perspectiva de que se aprobase rápidamente un Tratado de Prohibición Completa de Pruebas Nucleares (TPCPN). Sin embargo, este tratado topo de frente con la intransigencia y la irresponsabilidad de los miembros del senado de Estados Unidos, que se opusieron a la ratificación en 1999. Esta negativa provoco la indignación de China y Rusia (aunque estos dos países tampoco lo ratificaron), y especialmente de Francia y Reino Unido (que si lo han ratificado). A pesar de ello, Bill Clinton, que estaba a favor de la ratificación, se comprometió a no volver a hacer más pruebas nucleares. El TPCPN fue aprobado por la Asamblea General de Naciones Unidas en 1996, y firmado por 154 Estados. Sin embargo, solo ha sido ratificado por 51 países. Por su parte, Israel, que no se reconoce como potencia nuclear, firmo el tratado en 1996, pero no lo ha ratificado, y la India y Paquistán ni siquiera lo han firmado. Ambos países condicionan si firma (y su posterior ratificación) a que lo hagan antes Estados Unidos, Rusia y China.

3.2 Armas químicas y biológicas

Armas biológicas especialmente diseñadas para provocar enfermedades infecciosas mortales en poblaciones genéticamente determinadas.

3.3 Armas convencionales

Armas que no están catalogadas como de destrucción masiva (nuclear, química, biológica). Las armas convencionales se dividen en dos tipos: pesadas y ligeras

3.3.1 Chiquitas, pero matonas

Así son las armas ligeras: chiquitas, pero matonas.

Por armas ligeras nos referimos a todo tipo de armas convencionales que puedan ser transportadas por una persona o por un vehículo ligero: podemos dividirlas a su vez en “armas pequeñas” diseñadas para uso personal (revólveres,

...