Las repercusiones de los valores respeto y tolerancia en lo legal

3.2 Las repercusiones de los valores respeto y tolerancia en lo legal

Como bien ya lo hemos comentado, el derecho ha estado presente en la vida del hombre desde tiempos muy remotos, ya que éste debe enmarcar la forma en que la sociedad debe comportarse para vivir armónicamente.

Las leyes pretenden regular las relaciones de las personas, manifestando las conductas obligatorias que un grupo social debe seguir con el objetivo de asegurar la unidad social.

Si bien, el derecho, la tolerancia y el respeto deben ir de la mano para lograr lo anterior, es preciso mencionar que no en todas las épocas o civilizaciones ha sido así. Por ejemplo, en la antigua Roma se permitía la esclavitud donde evidentemente no se respetaba la dignidad humana o más recientemente en Estados Unidos donde existían leyes que diferenciaban a negros y blancos. En la actualidad tenemos el ejemplo, regímenes políticos donde no toleran la diversidad ideológica entre sus ciudadanos.

Por ende es importante que las naciones tomen en cuenta al respeto y la tolerancia en la promulgación de leyes y normas jurídicas con el objetivo primordial que éstas salvaguarden las características propias de cada grupo social y faciliten la convivencia entre grupos con características muy diversas.

3.3 Las repercusiones de los valores respeto y tolerancia en lo político

Bien se afirma que la política es el ejercicio del poder. La ética estudia, entre otras cosas, el comportamiento humano en el cumplimiento de normas y objetivos.

El ejercicio del poder sin tomar en cuenta a la ética se convierte en una imposición ciega y una ética sin política se traduce en normas y reglas que son sólo “letra muerta”; es por ello que la ética y la política siempre deben ir de la mano.

Es entonces que nos encontramos con que los gobernantes deben respetar los derechos de los gobernados y así mismo, estos últimos deben respetar y tolerar las reglas impuestas por su gobierno.

Si en una sociedad se tiene derecho a la libertad y ésta no se cumple por parte de sus políticos, entonces los ciudadanos tienen derecho a reclamarla.

El complemento entre una política basada en valores éticos trae como consecuencia una sociedad respetuosa y justa. Por ello afirmamos que la ética regula al poder.

Es deber de todo ciudadano hacer que los políticos respeten las leyes y al bien común. Estas demandas pueden ser reclamadas ya sea por los representantes formales del pueblo, como lo son los gobernantes, diputados, senadores, etc., o bien mediante instituciones formadas por ciudadanos para tal efecto, es decir las Organizaciones No Gubernamentales (ONG).

Una sociedad que pretenda ser armónica requiere que sus integrantes sepan de la importancia

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