Literatura mexicana e iberoamericana. Tiranía vs. Dignidad en Prometeo encadenado

Tamara Tovilla.

Literatura mexicana e iberoamericana.

13 de noviembre 2015.

Tiranía vs. Dignidad en Prometeo encadenado 

Prometeo encadenado es una tragedia de la antigua Grecia escrita por Esquilo en el siglo IV.  Prometeo, un titán que traicionó a Zeus para dar el fuego a los humanos, pecó de hybris (uno de los errores más graves para el mundo griego) aun cuando ya sabía el castigo que le iban a otorgar, lo cometió. “La hybris es un concepto griego que puede traducirse como ‘desmesura’. No hace referencia a un impulso irracional y desequilibrado, sino a un intento de transgresión de los límites impuestos por los dioses a los hombres mortales y terrenales (Fisher, 2002)” Considerando que Prometeo desobedeció a Zeus por darle el conocimiento a los hombres y pecó del sentimiento previamente declarado, ¿es justo el castigo que se le otorga?

        “Todavía les otorgué un don mayor: les hice presente del fuego. (Esquilo, 7)” Prometeo robó el fuego y se lo dio al hombre (liberándolo así de la ignorancia, dándole la capacidad de tomar decisiones y de la misma manera, brindándole más esperanza de vida previéndoles la sabiduría para crear medicina) yendo en contra de las órdenes de Zeus, en su soberbia desobedeció por voluntad propia con la única misión de fortalecer a la raza humana para que estos pudieran llevar a cabo los grandes avances que les esperaban en un futuro. Sin embargo, Zeus no acepta este acto y decide castigarlo encadenándolo en un peñasco en el Cáucaso que era el fin del mundo conocido.

         Por la soberbia de Zeus y Prometeo entre estos dos se crea un conflicto debido a que Zeus se toma como autoridad suprema, lo cual molesta a Prometeo ya que este sabe que Zeus no durará por siempre siéndolo (Prometo sabe que Zeus será destronado por el descendiente de Io), por lo cual Prometeo decide no seguir sus órdenes ya que él sabe que llegará un punto en el que Zeus sea quien necesite de Prometeo. “Llegará un día, puedo jurarlo, en que Zeus, a pesar de su soberbia, se tornará humilde, pues las bodas que se dispone a celebrar habrán de derribarle de su poder y de su trono. (Esquilo, 19)”

       “Pero todo cuanto me sucede lo sabía yo. Si erré fue voluntad mía, mía y de nadie más. Al socorrer a los mortales sabía yo que me atraía sufrimientos. (Esquilo, 8)” Al enfrentar Prometeo a lo que Zeus le indicó, este se gana su castigo y condena, la cual creo que  merecía ya que él en todo momento estuvo consciente de lo que le podía suceder y aun así decidió desobedecer las palabras del “dios supremo”, su comportamiento fue lo que lo llevo a la condena que le fue otorgada, sabiendo todo lo que le podía ocurrir. “Estas arrogancias te han sumido en el abismo de este sufrimiento. (Esquilo, 20).”

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