Los partidos movimiento

El partido movimiento

Sea en Francia o en España, las encuestas electorales testifican de una disminución de la confianza hacia los partidos políticos y sus lideres y así de su legitimidad política. A modo de ilustración empírica, el análisis del Barómetro llevado a cabo por el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) en enero de 2018 destaca que la situación política general de España está calificada por la mayoría de los entrevistados como mala (un 36,4%) o muy mala (un 33,5%). Si nos focalizamos en cuestiones más concretas, el segundo problema mas importante mencionado por los entrevistados constituye la corrupción y el fraude con un 35,1% mientras un 24,3 % de los entrevistados consideran que los políticos constituyen uno de los principales problemas en España. También se observa que los lideres de los principales partidos políticos no son muy bien valorados por los entrevistados, Albert Rivera obteniendo la mejora media con un 4,01 sobre 10 mientras Pablo Iglesias obtiene una media de 2,54 sobre 10. Tampoco las ministras y ministros que forman gobierno son bien valorados por los encuestados ya que la mejor media es de 3,58 sobre 10 para Soraya Saenz de Santamaria. Los individuos de la muestra declaran por otra parte no tener ninguna confianza (un 47%) o poca confianza (un 31,2%) en el antiguo presidente del Gobierno (2018) Mariano Rajoy. Finalmente otro punto interesante es que un 31,2 % de ellos declaran no sentir simpatía o cercanía de ningún partido hacia sus propias ideas. Este análisis subraya una crisis del sistema de representación institucional en España y una voluntad de renovación de la clase política. El historiador francés Pierre Rosanvallon evoca un «declive del rendimiento democrático de las elecciones» así como de su función representativa a través de una incapacidad creciente para producir legitimidad de los gobernantes1. Esta desilución frente a la política se puede traducir por un descenso de la eficacia política externa es decir de la percepción de que el sistema político es susceptible de ser influido por las demandas de los ciudadanos. Los partidos políticos son percibidos como meras estructuras elitistas que unicamente llevan a cabo una tarea de comunicación con el ejecutivo sin real autonomía, en beneficio de una política mecánica y tecnicista sin contacto con la sociedad. Ya los partidos políticos no cumplen bastante con su tarea representativa, se contentan de llevar a cabo la eficiencia económica y política necesaria a las políticas publicas, a seleccionar lideres, atraer los mayores votantes para las elecciones y simbolizar la autoridad. De hecho, la actividad de los partidos políticos es cada vez mas orientada hacia la optimisación de sus resultados electorales y su racionalidad electoral tiende a sobrepasar las lógicas de integración social o de construcción ideológica como lo ilustra la limitación de emergencia de nuevos partidos políticos en la arena competitiva electoral. Frente a este debilitamiento del eje izquierda derecha que no consigue renovar las lógicas de representación, surgen nuevos tipos de partidos para ocupar el vació político y social dejado por los partidos tradicionales gracias a nuevas formas de participación política como los partidos movimientos.

Primero, cabe aclarar el concepto de partido movimiento. Los partidos movimientos se centran no en la representación política sino en la participación política. En este sentido, una característica mayor de los partidos movimientos es su origen en los movimientos sociales. Según la definición de Kitschelt, estos partidos mantienen rasgos organizativos y programáticos similares a los movimientos sociales. Reivindican una organización mas flexible, menos jerárquica y menos burocratizada así como una estructura horizontal que favorece la participación a nivel de la toma de decisiones. Irene Martin destaca dos tipos de partidos movimientos según su formación. Mientras, el primer tipo encuentra su origen en la transformación o unión de movimientos sociales para formar un partido político asumiendo así una continuidad de los aspectos organizativos, el segundo tipo se limita a incorporas o imitar los aspectos organizativos o discursivos de los movimientos sociales. Es el caso de Podemos cual principal éxito ha sido apropiarse el discurso creado por el movimiento del 15M y ha logrado atraer un electorado que tenia gana de posicionarse en contra de la política tradicional y con esperanzas de ver realizarse las demandas del 15M. A diferencia el partido AAP en India, ha entrado en la política formal sin abandonar su movilización social introduciendo la protesta política en la arena electoral. En este sentido, Joan Subirats destaca una serie de características del partido movimiento «no convencional, con escasos contactos institucionales, sin una organización rígida, con un discurso de fuerte contenido ético y con una notable carga identitaria ».

Un rasgo relevante de estos tipos de partidos es el uso de las Nuevas Tecnologías de la Información y de la Comunicación (NTIC) mas precisamente el uso de internet y de las redes sociales permitiendo cumplir con el objetivo primero de la participación ciudadana y de estructura horizontal de estos partidos. De hecho, las NTIC permiten una descentralización de la participación a través de la formación de grupos locales pero también su democratización gracias a la creación de plataformas para debatir, tomar decisiones sobre políticas o enmiendar proyectos de ley, redactar programas, generar una agenda comunicativa, elegir candidatos, difundir masivamente contenidos de movilización… Así el partido movimiento M5S en Italia recurre a un activismo político por medio de las redes sociales en el objetivo de fomentar la participación ciudadana y las deliberaciones online de decisiones políticas. Otra característica de las NTIC, es que permiten reducir los costes de desplazamiento y posibilitan « formas liquidas »2, es decir flexibles, de compromiso político que permiten impulsar la movilización y a participación política ciudadana al mismo tiempo que se reducen las responsabilidades : posible pertenencia a distintos proyectos al mismo tiempo, posible cambio o colaboración de forma puntual. En este sentido el papel desempeñado por las NTIC en la renovación de las democracias es relevante ya que transforma la visión de la representación y de la participación en la democracias. Internet aparece como un espacio participativo y democrático renovado que abre nuevas oportunidades para la democracia permitiendo facilitar la comunicación política y la cercanía entre representantes y representados al mismo tiempo que se transforma la legitimidad política perdida de los partidos políticos tradicionales, impersonales y burocratizados. Sin embargo pasando

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